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La extrema derecha británica sale a la calle y muestra su (poca) fuerza

13 de Agosto de 2024
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La extrema derecha británica sale a la calle y muestra su (poca) fuerza

Durante la ultima semana en Reino Unido ha habido un intento de desestabilización por parte de la ultraderecha que ha usado a su antojo al sector de la población más manipulable e ignorante.

No voy a entrar a detallar el supuesto germen de este levantamiento xenófobo…si no hubiera sido por un crimen sin sentido en Southport se hubiera usado cualquier otro evento en cualquier otro rincón del país y no queda duda de que las acciones coordinadas en diferentes ciudades del país se llevaban tiempo planeando. 

La ola de violencia en Reino Unido ha generado una gran conmoción tanto a nivel nacional como internacional y las repercusiones de los actos violentos han puesto de manifiesto una serie de interrogantes sobre la seguridad y la cohesión social en el país.

No hay duda de que toda la sucesión de eventos xenófobos acaecidos en Reino Unido ha sido reforzada por la manipulación mediática provocada por los Tommy Robinsons y Nigel Farages de turno, a los que se ha sumado Elon Musk a última hora. Hay una búsqueda de sensacionalismo tras un crimen en el que desde diferentes medios se decidió reescribir la historia inventándose a un asesino con características concretas que sirviera a su objetivo final: la confrontación y división de la sociedad.

Algunos medios de comunicación buscan presentar una visión distorsionada de los hechos, apelando al miedo y la ira del público y en el discurso que ha fortalecido esta crisis, la generalización ha sido usada para culpar a toda una comunidad o grupo étnico basándose en las acciones de un posible asesino de un origen y religión concreta y además llegado de manera irregular…así muchos y muchas pueden justificar la inculpación de aquel que es diferente.

El discurso político populista actual es clave para manipular las noticias y sus adeptos creen al dedillo lo que se les cuenta desde ciertos grupos de redes sociales y se busca aprovechar el miedo y la inseguridad de la población, utilizando discursos que estigmatizan a ciertos grupos y promueven políticas discriminatorias.

En la última semana las redes sociales han sido la gasolina que ha propagado el incendio a través de la difusión de rumores para generar el clima de hostilidad y desconfianza vivido estos días y que ha hecho que mucha gente cercana haya sentido pavor por tener que trabajar en los centros de las ciudades donde se congregaban grupos de ultra derechistas a la caza del diferente.

Estos grupos extremistas han utilizado las redes sociales para reclutar nuevos miembros y difundir mensajes de odio dada la facilidad para llegar a la gran mayoría de la gente de una manera rápida y además en algunos casos hecho desde un anonimato que los protege.

Evidentemente el foco son una parte de la población ignorante en muchos casos y que busca chivos expiatorios basándose en prejuicios y estereotipos preexistentes.

Los culpables de que mucha gente no avance socialmente en Reino Unido, según una derecha xenófoba, son los inmigrantes, los que profesan otras religiones, o simplemente el extranjero…sin excepción. Las personas tienden a buscar información que confirme sus creencias preconcebidas, y se creen con facilidad unas noticias que encajan perfectamente y refuerzan los estereotipos negativos sobre ciertos grupos.

La diversidad cultural puede generar miedo e inseguridad en algunas personas, lo que puede ser explotado por aquellos que buscan fomentar la división.

Una de las consecuencias de la violencia xenófoba sufrida esta semana es la destrucción de la cohesión social. La violencia xenófoba erosiona la confianza entre los diferentes grupos de una sociedad británica que lleva siendo abierta a otras culturas más de medio siglo, y estos brotes violentos dificultan la convivencia pacífica.

Lo que se busca con esta rotura de la armonía y el civismo es intentar comenzar un ciclo de violencia, que crezca y se mantenga en el tiempo generando más violencia, y crear el caldo de cultivo para una mayor división social.

Para acabar con esta ola xenófoba hay varias herramientas en manos de la sociedad.

La primera es promover la educación para la ciudadanía y los derechos humanos, fomentando el respeto a la diversidad y la tolerancia.

Igualmente hay que promover el diálogo intercultural, fomentando espacios de diálogo entre diferentes culturas y grupos étnicos para construir puentes y romper estereotipos.

Como bien conocemos por los problemas en nuestro país hay que promover un periodismo de calidad que informe de manera objetiva y responsable, evitando el sensacionalismo y la generalización y los líderes políticos deben promover la inclusión y la igualdad, evitando discursos que fomenten la división y el odio.

Finalmente ha de haber una cooperación internacional ya que la violencia xenófoba es un problema global que requiere soluciones globales. La cooperación internacional es esencial para combatir este fenómeno.

Hay que buscar también minimizar la serie de factores que contribuyen al aumento de la violencia como son la desigualdad social. La brecha entre ricos y pobres en Reino Unido en este momento genera tensiones y frustración, y se manifiesta en actos violentos.

Hay otros factores sociales como la desintegración familiar, la falta de oportunidades, la falta de cuidado de la salud mental y la exposición a la violencia que también tienen un impacto duradero en el comportamiento de las personas.

La violencia es un problema complejo que requiere soluciones multifacéticas. Algunas de las medidas que podrían ayudar a prevenir futuros incidentes incluyen invertir en programas que aborden las causas profundas de la violencia que ya mencionamos, como la pobreza, la desigualdad, los problemas de salud mental e igualmente Starmer tendrá que afrontar una inversión en educación como herramienta poderosa de prevención de la violencia. Los programas educativos pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades sociales y emocionales, a resolver conflictos de manera pacífica y a desafiar las actitudes violentas.

Las manifestaciones del odio se han visto contrarrestadas o simplemente borradas del mapa por contramanifestaciones que multiplicaban por varias decenas de veces la participación.

Somos más los que nos oponemos  a los racistas y ha quedado claro que unos pocos pueden hacer mucho ruido…pero los decibelios no quitan de que sigan siendo una minoría a la que le vendría muy bien leer, viajar y conocer mas culturas.

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