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Fachosfera vs Semiosfera

08 de Febrero de 2024
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Fachosfera

El término <<Fachosfera>>, lanzado a la palestra pública por el Presidente del Gobierno, bebe del concepto de Semiosfera teorizado por el semiólogo ruso Yuri Lotman, como el espacio en el que se articulan los procesos de significación (semiótica). En este sentido, la Semiosfera es el mundo de los signos con los que los humanos nos representamos, interactuamos, y damos sentido a nuestro hacer y existir. Espacio no homogéneo, pues existen tantas Semiosferas como ámbitos individuales o grupales que utilizan códigos de significación o esferas propias de sentido, que, de manera genérica y simple definimos, en el ámbito profesional, como argot.

Así, la <<Fachosfera>> es una Semiosfera que, como las demás, define un espacio de significación que ejerce de frontera respecto a otros códigos de lenguaje o semiosferas. O, por ajustarlo mejor al caso que nos trae, como esfera de beligerancia política orquestada con un objetivo: restar credibilidad y crédito al oponente político mediante un código de significación, de lenguaje, articulado en la degradación y el vituperio rayano en el insulto, con el que elabora un mensaje basado en mentir y tergiversar la realidad mediante el recurso a calificativos excesivos que, de tanto uso, pierden el sentido y efecto deseado, que puede volverse en contra.

Por eso, la lógica de la <<Fachosfera>> es tirar para adelante, sin mirar nunca atrás para no ver ni reconocer el fracaso de sus mentiras. Ruta de irracionalidad sin fin que solo conduce al hartazgo, pues la mente humana termina por aburrirse de la reiteración de argumentos vacuos cuyo único objetivo es zaherir al oponente. Discurso siempre a rebufo de lo que hace el otro, que evidencia la carencia de propuestas propias. La cuestión es creer o no en la existencia de la <<Fachosfera>>, que vendría expresada por una pléyade de medios de comunicación y personajes mediáticos que, día a día, laboran por derruir al Gobierno y a quién lo preside.

Querer tumbar un Gobierno que no se considera el mejor o más apropiado es lícitoen el juego de la política,si se juega con honestidad cumpliendo las reglas de racionalidad elemental para un demócrata que pasan por no denigrar y respetar las instituciones democráticas que son la base del sistema democrático. Cuando empecé a jugar al ajedrez alguien me enseño que nunca, jamás, debía criticar y denostar la calidad del contrario porque al hacerlo, y máxime si era derrotado, el que perdía crédito era yo, al revelar mi incapacidad para vencerlo. Si el que me gana es malo, yo, sin duda, soy peor. Y que no podía poner excusas para mi mal juego, sino que debía reflexionar y reconfigurar mi estrategia para, algún día, poder ganarle.

Nada de eso está en la mente de los integrantes de la <<Fachosfera>>, a quienes les da igual arrastrar a la sociedad al barro que supone su pelea diaria y sinsentido contra el muro de la realidad objetivable —los votos de los ciudadanos—; porque nada tienen para ofrecer más que sostener ese pulso imposible, en pos de una vuelta al pasado que nunca podrá maniatar el presente y el avance en derechos y libertades: el futuro. Les basta con oponerse, sin reflexión alguna, a todo lo que venga del contrario. Por eso, los líderes y adalides de la <<Fachosfera>> —que sin ninguna duda existe porque se pueden seguir a diario sus andanzas empecinadas— lucenen su rostro el enfado que expresa la rabia que les come por dentro, por mucho que hagan un esfuerzo ímprobo de impostación: que no cuela.

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