Hoy estando en casa con mi esposa, nos dio por poner esas canciones navideñas que despiertan la nostalgia e invitan a el tiempo en familia. Al reencuentro. Con el fuego encendido y un ponche bien caliente, resguardados de las inclemencias invernales.
Los perros frente a la chimenea aguardan prestos a cualquier carantoña de complicidad, cuidando de los niños que corretean por el salón, mientras se ven caer los primeros copos de nieve tras el cristal dando inicio a la primera gran nevada del invierno.
Justo en La Noche Buena.
Me refiero a esas canciones que en su mayoría están interpretadas por Bing Crosby u otros artistas de los 50. Yo me resisto a llamar a estas canciones villancicos. Para eso los americanos son únicos. Saben perfectamente como coger un concepto y elevarlo a la enésima potencia. Dando la vuelta de tuerca exacta para que parezca salido de un sueño proyectado, sobre una pantalla de “Cinesmascope” del que cualquiera quisiera ser protagonista.
Sin embargo un villancico para los españoles es mas como: niños gritones, panderetas, zambombas y botellas de “anís El Mono” rasgadas con cucharas soperas. Yendo de puerta en puerta y dando el coñazo, pidiendo el aguinaldo entre los estallidos de petardos de a 5 y tratando de decir Pamplona comiendo unos buenos polvorones de la Estepa.
Reconozcámoslo. Los americanos para estas cosas son únicos. Ellos hacen parecer las cosas como esas berlinas descapotables de los 60, como la de Thelma Y Louise ¿recuerdan?, cuya amortiguación pareciera un colchón de agua en un motel de La Vegas, recorriendo una carretera infinita bajo un cielo azul intenso, mientras el sol hace despuntar los brillos de cada cromado de la carrocería. Cuatrocientos caballos de pura furia, rugiendo bajo el capó. Libertad en estado puro.
Bull Shit!!! En cristiano, Caca de la vaca.
Hasta este punto todo lo que ha precedido a estas lineas son descripciones de unas Navidades que bien podrían salir en esas pelis de después de comer en la tele y que todos acabamos dormitando tras la copiosa comida del día 25.
La realidad es bien diferente. Groso modo, vamos camino de tres añitos de “plademia” que hasta donde yo se, no se ha dado por finalizada. De hecho ya se oye el “runrún” de que aun estamos expuestos a peligros inimaginables y tendremos que estar atentos a cualquier incidencia.
De hecho, Billipuertas ya ha estado tramando algún nuevo evento para vendernos el nuevo “Windows”
Hoy se habla del “Virus del Camello” que de momento que yo sepa, solo ha atacado a tres jugadores de la selección francesa justo antes de la final frente a la selección Argentina en el mundial de Qatar pero que según expertos - que nadie sabe quienes son - podría ser el triple de mortal que la covid.
Vamos que si hacemos referencia a las estadísticas es mas fácil morir de una pedrada o devorado por pirañas en el bidé de casa.
Además, después de toda la sarta de chorradas que han salido publicadas en los “medios de aterrorización” me sorprende que nadie haya pensado en los mosquitos como medio de transmisión. Sí, esos que zumban y que uno se pasa el día dándose tortas pensando que es mas efectivo atizarse un bofetón que una vela de Citronela del Mercadona. ¿Dónde va a parar?. Se ha pensado en cientos de situaciones pero jamás he oído hablar de los mosquitos. Y esto tiene mas lógica pues el bichito va picando de persona en persona introduciendo su veneno en el torrente sanguíneo.
Pero bueno… ¿quién soy yo para especular tal cosa?
Claro que es mas sencillo encargar un “copia-pega” a un par de becarios de la redacción que busquen alguna curiosidad en la red de redes, en lugar de salir tras la noticia como deberían hacer los profesionales.
Se ha hablado de las gotículas de la respiración, de las superficies, del aire que se vicia. Hasta he oido que era necesario bajar la tapa del retrete porque al tirar de la cadena podía catapultar los restos de virus que pudiera haber en el inodoro a poco menos metro y medio por encima del torrente de agua.
Primero se nos dijo que había que ir con guantes y mascarilla. Luego que con guantes sin mascarilla. Luego que sin guantes pero con mascarilla.
Un virus debe tener a penas unos nanómetros de tamaño (10, 20 o 50) y la trama de la mascarilla mas tupida debe andar en torno al 0’5 micras. Si el virus es de 10 nanometros por entre las fibras de la mascarilla podrían pasar 50 partículas de virus. Por lo que la mascarilla no sirve de nada.
Pero la Ministra Darias - que por cierto es abogada - aun creé que en las farmacias donde están todos los medicamentos envasados en blisters de plástico, es mas fácil contagiarse que en la carnicería mientras Manolo, el carnicero, habla con la señora María sobre lo caro que está todo, soltando perdigones cual carabina de repetición, teniendo el género expuesto bajo una lluvia infecciosa en la vitrina de refrigeración.
La gripe del tomate, de la mosca negra, de la sandía. El virus del mono… No han sabido de donde sacar. Aún es posible que nos prohiban ir a un Zoológico (o a una frutería) por lo que pudiera pasar, con tantos animales (y frutas). A mi no me gustan mucho los zoos pero no se, igual es mas seguro ir a la carnicería de Manolo.
¡¡Ah no!! que ya lo de comer carne es contaminante. Entonces de las fabes con almejas ni hablamos ¿no?
Igual los patos del estanque de El Retiro podrían lanzarse contra los transeúntes como fieras salvajes. Mejor no les den de comer después de la media noche no sea que tengan que enfrentase a su peor pesadilla.
Eso por no mencionar al señor Fernando Simón que ni aparece. Yo creo que tiene que ir con burka por la calle para no ser reconocido. O dentro del maletero del coche oficial. Igual está en Portugal haciendo Surf o montando en globo.
¿Que le falta a usted por hacer en la vida Señor Simón? ¡Dígame que plantar un árbol, por Dios!
¿Recuerdan al perro Excálibur? La mascota de aquella enfermera del Carlos III que en 2014 contrajo el ébola haciendo su trabajo como voluntaria y tratando a aquel misionero que vino enfermo de África.
Se lió la de Dios es Cristo. Al pobre perro se lo cargaron y a la pobre mujer la tuvieron muchísimo tiempo en cuarentena. No se que será de ella pero el infierno que debió de vivir sería indescriptible. Además de la forma tan infame en que los mercenarios mediáticos vertían litros de bilis contra esta mujer, mientras se inventaban los detalles del caso, para dar carnaza al populacho. Daba bastante asco la verdad.
¿Qué medidas no se tomaron entonces? ¿Y ahora nos quieren vender que por llevar mascarilla en los transportes públicos ,no vamos a enfermar? Por lo que se ve parece que la gripe ha regresado de sus vacaciones. ¿A quién pretenden engañar?. Eso si, siempre que llega la Navidad tendremos tres o cuatro enfermedades mortales en el banquillo por si el personal se desmanda y toma demasiado turrón.
Por cierto… ¿este año os meteréis el palito para que la tía Enriqueta de 106 años no muera del bicho? Sed responsables y solidarios que todavía le queda mucho por vivir a la señora. Debe estar en su décimo segunda juventud.
¿Y a los “todólogos” que salen en las televisiones hablando de lo que no saben? ¿A quien van a querer meter en aislamiento para que podáis cenar tranquilos este año? ¿A quién insultareis o llamareis irresponsables?
Mientras habláis en contra de las medidas que se toman en China con la población sin tener ni la mas mínima idea de lo que ocurre en realidad, aquí en España hace tan solo un añito pedíais la vacunación obligatoria por lo civil o por lo militar. ¿no es así? O que se exigiera un QR cuando a todas luces era inconstitucional.
Pero bueno, dado que el gobierno es el primero que se pasa La Constitución por el forro de sus caprichos, vosotros diréis lo que os venga en gana. Total, a vosotros nadie os quitara el micrófono y el altavoz a pesar de la tontunas que decís indiscriminadamente sin pensar ninguna antes de que salgan por vuestra boca.
Lo cierto es que aún queda demasiada gente con mas miedo que vergüenza y que no se ven capaces de romper con estas medidas absurdas. Y es una pena ver como han aceptado su condición de gregarios. Pero como decía mi abuela: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”
Por otra parte la situación económica está en horas muy bajas sabiendo que el gobierno se vanagloria de logros representados en unas cifras de cartón-piedra, que arderán en Fallas bajo una “Nit del fog” estrellada. O en Hogueras una noche de Sant Joan según el reloj marque las 12.
Del panorama político para que hablar. Tratando de controlar el poder judicial por tierra, mar y aire. Blanqueando a los delincuentes. Destapando las corruptelas en el UE que ponen en el disparadero a mas de un alto cargo. Mas después de ver como estos dirigentes de tres al cuanto ponen al ciudadano europeo al pié de los caballos en una guerra que ni nos va ni nos viene.
Bueno… a los europeos del norte igual les afecta un poco mas pero a fin de cuentas, mientras sancionan a Rusia de cara a la galería, por debajo de la mesa le compran mas petroleo y gas que antes del conflicto.
Hasta EE.UU. le compra combustibles a Rusia a través de la refinería que la segunda petrolera mas importante del país tiene en Italia. Y ellos pueden decir que se lo compran a los italianos pero saben de buena tinta que es una patraña para que cuatro imbéciles se llenen la boca defendiendo al liberticida de Kiev.
En fin, desde que Maduro es colega, ya nadie sabe que fue de Juan Guaidó.
Y como colofón el vergonzoso mundial de Qatar. El día que se abra ese melón lo vamos a alucinar. De hecho ya está empezando a llegar ciertos aromas a corrupción en el propio seno de la capital de la vieja Europa como ya he comentado con anterioridad.
Por eso, queridos amigos, prefiero mil veces cantar “Los peces en el rio” a grito “pelao” que tragar con esa sofisticada falacia que nos venden con el “White Christmas”
Aquí donde vivo, rara vez nieva y eso no es por el cambio climático. Nunca nieva en esta fechas. Lo extraordinario es que lo hiciera pero con esta sequía tan húmeda, cualquiera sabe.
Y teniendo en cuenta los golpes de calor a nueve grados, los infartos por el frio, que ya no se puede beber agua porque puede producir arritmias, no se puede ver futbol sin riego de muerte súbita y lo mas importante, no salgan con el coche porque los no vacunados nos tiramos como kamikazes contra todo lo que se menea. Traten de pasar esta fiestas lo mejor que puedan.
Eso sí. Siempre en familia y con los amigos que queremos.
Feliz Navidad y gracias por soportar mi humilde opinión.