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Feminismo cinematográfico en blanco y negro

06 de Marzo de 2025
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Feminismo cinematográfico en blanco y negro

La verdad es que hablar de feminismo es muy complicado. Porque han existido y existen muchos feminismos desde un inicial movimiento reivindicativo hasta un artilugio ideológico propagandístico que señala a los varones como engendros agresivos, potenciales violadores en realidad y a las mujeres como indefensas víctimas de una sistemática opresión que comienza en el mismo lenguaje. En este sentido, el cine ha reflejado en su historia  muchos enfoques diversos sobre la situación, valores a perseguir y actitudes a imitar por parte de las mujeres.

El cine ha cumplido tradicionalmente tres funciones herederas en cierta medida de las que cumplía el teatro ya desde sus comienzos en la Grecia clásica. Entretener, instruir y aleccionar. La primera es la fundamental aunque a quienes detentan el poder les interesan mucho las otras dos. El cine, que duda cabe, puede constituirse en un excelente elemento propagandístico que nos transmite la ideología del director mas o menos influida por las opiniones dominantes. Normalmente más si la película quiere obtener financiación, premios y promociones. En concreto en estos últimos años han predominado en las películas figuras femeninas luchadoras por sus derechos en mundos dominados por los hombres o víctimas desgarradas de las violencias machistas ejercidas por varones lascivos, toscos o perversos. Es decir por viejos antecesores de Rubiales, Errejones, Monederos y demás personajes machirulos y rijosos. De este modo el cine nos ofrece interpretaciones feministas de Santa Teresa de Jesús o de Marilyn Monroe desde la óptica actual. Hasta en las películas de mero entretenimiento se ha deslizado la propaganda del feminismo posmoderno. De este modo vemos a verdaderas superheroínas repartiendo patadas voladoras y manejando armas automáticas como antaño lo hacían Sylvester Stallone o Arnold  Schwarzenegger. En efecto, la violencia física no puede quedar relegada únicamente al sexo masculino. ¿Los hombres son necesarios? ¿Para qué?

Toda esta demasiado larga introducción es para reivindicar y recomendar una vieja película en blanco y negro que casi por casualidad he visto. Me refiero a " La kermesse heroica". Dirigida por el belga Jacques Feyder y protagonizada por su mujer, Francoise Rosay se rodó en 1935. Todo un clásico que, como todas las buenas películas, logró en su día cabrear a todo en mundo. De hecho en España sólo pudo estrenarse pasados más de 30 años. Corrían tiempos prebélicos en Europa y la película narra la llegada a una localidad de los Países Bajos en 1616 de un destacamento de los Tercios españoles temidos por su crueldad. Todos los bravucones varones de la villa se ven repentinamente privados de su valor y deben ser las mujeres las que se hagan cargo de la situación. Imagino el modo en que se resolvería el problema en el cine actual. Pero no, Feyder reivindica en tono de comedia inteligente todo el poder de la femineidad y las mujeres de la cinta brillan con luz propia. Hay que verla. Divertida, hilarante en ocasiones, muy crítica con muchas actitudes masculinas creo que sería brutalmente cuestionada y denigrada por el feminismo actual. Seguro que a Irene Montero le daría un pasmo (lástima, perderíamos una  europarlamentaria compendio de todas las virtudes de la mujer progresista española).Además de constituirse, la película digo, no Irene Montero, en un brillante alegato antibélico, que buena falta les hace a nuestros aguerridos líderes europeos, tan deseosos de mandar tropas a donde sea.

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