Jesús Ausín

Francia: Contigo, no. Bicho

16 de Julio de 2024
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Francia Contigo, no. Bicho

Con siete años, ya echaba una mano a sus padres, dando de comer a las gallinas, llevando las vacas a beber al pilón o acarreando hierba seca en gavillas para almacenarla en el pajar.

Ya entonces se le veía una especie de «vena inventora» cuando le exhortó a su progenitor que era mejor construir una especie de escalera en horizontal, sujetarla a la pared por abajo y dejando un espacio como de un metro por arriba en la que colocar la esparceta y la alfalfa, que se echaba de comer a las vacas, en lugar de dejarla en el suelo dónde se acababa pudriendo con los detritos.

Con catorce años recién cumplidos, dejó la escuela y se fue a trabajar de aprendiz a una tienda en la que vendían todo tipo de pinturas, pegamentos y barnices. Allí estuvo poco porque lo único que hacía era ir al mercado a comprar el pan y el embutido para el bocadillo, los recados que le mandaba su jefe o llevar las pinturas a casa de alguna señora mayor. Eso no iba con él ni con su espíritu inquieto y seis meses más tarde, había dejado el trabajo y se fue con uno de los clientes de la tienda, a poner calderas de calefacción.

Allí, conoció los primeros aparatos de aire acondicionado. Unos cajones ruidosos que se colocaban en las ventanas expulsando el aire caliente a la calle y echando aire fresco al interior. Con el tiempo, tuvo ocasión de conocer el funcionamiento interior de esos pesados trastos. El calderín, el serpentín con el hidroclorodifluorometano, un gas muy utilizado entonces para enfriar o el motor que hacía circular el gas. Y de experimentar y trastear con ellos hasta convertirse en un especialista en la materia. Tanto, que después de veinte años en la profesión, fue capaz de «inventar» un aparato con tubos de aluminio llenos de agua que enfrían el ambiente sin necesidad de un ventilador que mueva el aire, con mayor capacidad porque se colocan en trozos completos de pared y que ahorran energía porque utilizan geotermia para enfriar en verano o calentar en invierno cuando se invierte el circuito interior de agua y en lugar de enfriarlo, la geotermia lo calienta.

Si Arconio, tenía un talante innovador, su paciencia era, sin embargo, escasa. En cuanto algo se le torcía, se acordaba de dios, de todos los santos y de todas las vírgenes del país. Además, tenía una voz fuerte y una conversación seca que dejaba inquietos a sus contertulios y una impresión de ser borde, mala persona e intolerante. Lo que no se ajustaba a la verdad porque Arconio era un trozo de pan, una persona servicial y dispuesta a ayudar a todo aquel que lo necesitara.

Debido a su carácter «borde», le costó un montón de años encontrar financiación para su invento de aire acondicionado. Nadie estaba dispuesto a dar una oportunidad a un blasfemo, con pinta de perro de presa que siempre gruñía y menos si encima quería regalar el invento a la humanidad. Hasta que, por casualidad, en una feria, se encontró con un antiguo compañero de la escuela. Un paisano de su mismo pueblo al que había visto muchas veces en el bar del pueblo, cuando iba a visitar a sus padres, o en fiestas, pero que no sabía a qué se dedicaba.

Allí, establecieron una relación que acabó en amistad y José Manuel, le dijo a Arconio que le interesaba su invento. Así que, con distintas intenciones, comenzaron un proyecto juntos. Al principio, cada uno seguía en sus trabajos y José Manuel aprovechaba el suyo para «vender» el invento de Arconio. Hasta que llegaron los primeros pedidos.

Pasó el tiempo, Arconio se fue a trabajar con José Manuel. No lo hablaron, pero eran como socios. José Manuel era el gerente comercial y Arconio se dedicaba a instalar y a mejorar el invento. El aparato fue todo un éxito y se hicieron con una buena parte del mercado. Tanta, que un día, llegó una oferta de una gran multinacional para comprar la empresa en la que trabajaban. En la propuesta, además de las patentes, había una suculenta oferta de trabajo para ambos dentro de la multinacional con un salario por encima de los cien mil euros al año.

José Manuel, había llevado todo el peso de las negociaciones, porque a Arconio, ni le interesaban esas cosas, ni tampoco le convenía que los de la multinacional conocieran al gran inventor porque su agrio carácter podría dar al traste con la operación.

Pero las cosas se pusieron mal de pronto. La multinacional quería conocer a los dos socios y tratar con ambos. Les habían llegado informaciones sobre que Arconio no era de fiar y estaban pensando en retirar la oferta.

Y entonces, José Manuel se sacó un as de la manga. Les dijo que Arconio sólo era un empleado y además prescindible.

 


 

Contigo, no. Bicho

¿Se paró a la extrema derecha en las elecciones francesas? Según la prensa afecta al imperio, sí. Pero la realidad es que lo único que se ha logrado es aplazar, de momento, su llegada al poder. En Francia, como en muchos otros lugares la gente está hasta el moño de todos estos tuercebotas que dicen representar a los ciudadanos y que lo único que hacen es buscarles la ruina social y económica. En Francia, se ha paralizado, de momento, la gobernanza de los ultras de Le Pen, gracias a la Francia Insumisa. Y una vez logrado el objetivo de que los ultras no lleguen a tomar el gobierno, se ha corrido la voz de «contigo, no bicho», y la supuesta izquierda que quiere seguir ejerciendo de encargado del imperio, niegan a Mélenchon y a sus supuestas políticas izquierdistas.

Ya escuchamos el otro día a ese ser anodino que dirige las filas del primer partido de la corrupción. Cagadito que estaba por la victoria de la Francia Insumisa, abogaba por un gobierno centrista en el que nada cambiara. Su único miedo es que a alguien se le ocurra cuestionar la UE, la OTAN y el imperio y dejarles a todos con las vergüenzas al aire (si las tuvieran, que lo dudo).

Y es que la realidad es muy tozuda. El hijoputismo se ha escorado tanto a la derecha que todo lo que queda de la supuesta izquierda son paños calientes sobre un sistema depredador que está finiquitando todo lo público, que ha desmontado todo el sistema social como la sanidad universal, la educación pública y el ascenso en el escalafón social y que en ningún momento se plantea que es el sistema y no los capataces los que crean pobreza, desigualdad, hambre y condiciones inhumanas. Y eso, acaba siendo el caldo de cultivo del fascismo porque, aunque sea mentira, son los únicos que proponen una ruptura completa con este sistema que hemos dejado que nos impongan y que nos ha llevado a un nuevo Medievo. (Al igual que entonces, la justicia no existe, los ricos y poderosos se acaban librando y los pobres son «ejecutados»por delitos inexistentes como manifestarse, hacer de piquetes o injurias inexistentes al rey. O por delitos inventados como peleas de bar que se convierten en actos de terrorismo o anarquistas veganos que acaban siendo condenados por terrorismo.)

La izquierda no existe. Los que tenemos una edad, aún recordamos las propuestas del PSOE en el 82 (¡ojo!, ¡del PSOE, que no del PCE!) . Si comparamos lo que ahora proponen los llamados extremistas como Podemos o EH Bildu, son pura socialdemocracia. Son las propuestas que entonces hacía la UCD o el CDS. De SUMAR, mejor ni hablamos porque podrían asociarse a lo que entonces se conocía como Alianza Popular de un Fraga que quería romper el recuerdo de que había sido ministro de Franco, que había mandado disparar dentro de una iglesia a trabajadores en huelga y se hacía el renacido de la noche a la mañana como demócrata.

Que el sistema del partido corrupto, heredero directo del sistema franquista haya espiado no sólo a dirigentes de Podemos (hace años alguien me advirtió que tuviera cuidado con la policía), sino a numerosas personas, activistas y no activistas, en función de una supuesta peligrosidad para el R39, lo dice todo. Que ahora, se saque en prensa y que no pasa absolutamente nada, más de lo mismo. En esta democracia plena, la policía tiene ficheros sobre ciudadanos honrados y se dedica a infiltrarse en movimientos sociales en lugar de hacerlo en aquellos que dedican su esfuerzo a la corrupción y a robar a manos llenas con cualquier excusa en contratos millonarios del estado que obtienen por su ejercicio político. Y hasta tenemos suerte si lo comparamos con lo que hacen en la metrópoli del imperio dónde a los peligrosos se les intenta asesinar y, a veces, hasta lo consiguen.

Vivimos en un sistema podrido. Dónde a corrupción nos ahoga. La pobreza nos constriñe y la injusticia es el leitmotiv de nuestra existencia. Acabar con la UE, la OTAN, y el culto al imperio es la única forma de subsistir. Recuperar la soberanía económica. Decrecer de forma ordenada. Acabar con los «negocios» de unos pocos sobre el timo de las renovables y el hidrógeno verde. Reparto equitativo de bienes y apostar por lo público como bien social.

Mientras la izquierda no reivindique esto,  la izquierda sólo será la muleta del hijoputismo. Y por si fuera poco, están convencidos de meternos de lleno en un conflicto bélico contra un país que no nos ha hecho nada y que, por la tozudez de nuestros dirigentes, está asfixiando nuestra economía debido al bloqueo al que le han sometido. Y todo, para beneficio del imperio y sus contratistas.

Salud, república y más escuelas.

 

 

 

 

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