Leí con deleite y asombro las declaraciones del hombre de Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili, cuando dijo que procedía pedir perdón a Osetia del Sur por haberla atacado el verano del 2008. Se abría así la puerta a una superación del presente paradigma de la mentira, según el cual Rusia invadió a Georgia en esa fecha. Rusia, y yo estaba allí, se limitó a defender a los agredidos. Y luego, y para mejor protegerlo, declaró independiente a Osetia del Sur y añadió también Abjasia, perdida como Osetia del Sur en una guerra civil que acabó en 1992, independencia que solo reconocieron Vanuatu y Venezuela.
Nada mas producirse la declaración de Ivanishvili, el Ministro de AAEE de la Federación rusa, Sergei Lavrov, terció para expresar su satisfacción y aclarar que por esa via podría pensarse en que tanto Abjasia como Osetia pudieran reintegrarse al común de la nación georgiana ya sin presencia rusa.
Yo creía que estas aperturas serían ratificadas de inmediato por la UE a la que se le ofrecía la oportunidad de satisfacer el deseo unánime de Georgia de pasar a ser de los nuestros y con su integridad territorial recuperada. De esa manera, Rusia por una parte y la UE por la otra equilibraban el Caucaso, que buena falta le hace tras la segunda guerra de Nagorno Karabagh. Mi gozo en un pozo. La UE se había ilustrado ya pidiendo a Georgia que sancionase a Rusia, algo imposible salvo suicidio colectivo de Georgia y ahora abría otro capítulo de despropósito adivirtiendo al candidato que o siguen en la mentira o no entran en la casa común. Añado que todos nuestros políticos saben de manera cierta y probada quien atacó a quien, desde que territorios y con cuantos efectivos, entre otras cosas porque tenían satélites apuntando a esas tierras cuyas imágenes no hicieron llegar a los Embajadores en puesto en Tbilisi.
No parece que se haya aprendido nada del desastre del Maidan ucraniano del 2014, y del triste papel franco alemán al haber fomentado la guerra y el engaño con el proceso de Minsk, una añagaza para dar tiempo a que se armase Ucrania y entrase así en el proceso de destrucción que no solo va a arrasar hasta al último ucraniano sino también hasta la última empresa europea. Y no solo por falta de gas y petróleo. Lo que ha hecho cerrar fábricas a la Volkswagen es el incumplimiento de las exigencias USA sobre descarbonización que a nosotros nos impone. (Der Spiegel Intl. 1 Nov)
En Ucrania todo empezó con el Maidan en el 2014 aunque hubo una réplica inicial el 2004 con la Revolución Naranja. En Georgia todo empezó con la Revolución de la Rosa el año 2003. Llegó al poder lo mas neocon de lo neocon, Misha Sakashvili, en los días de Bush hijo. Su record es mixto. Si bien consiguió recuperar la provincia rebelde de Adjaria, al Oeste del país y ofreció a sus ciudadanos mejoras inmediatas tales como agua corriente y electricidad sin cortes, su filosofía de base, máxima hostilidad al vecino del norte y economía libertaria, no dieron buen resultado. La primera derivada le costó el boicot a sus exportaciones y la suspensión de los vuelos a Moscú, lo que le dejó en un grado aislamiento límite. En cuanto a la segunda, sin entrar en detalles, basta decir que los tipos se pusieron al 25% y que en país de bienes esencialmente del sector primario y sin elaborar pasaron a importarse hasta las cebollas y las patatas.
Un tema decisivo fue el idioma. El ruso era la interfaz con el mundo y el futuro profesional. Sin duda licenciarse en Económicas por Chicago es un noble sueño. Pero para aprender inglés hay que pagarlo y para entrar en Chicago has de ser uno de los 5% admitidos. Sin embargo el ruso se enseñaba gratis en la escuela y consentía el acceso a las Facultades con cuyos títulos se podía llegar sin problemas a cualquier posición profesional dentro de Georgia e incluso de la Federación rusa. De corrupción mejor no hablamos. Dejaron de cobrar la mordida los policías, de acuerdo. Paro pasaron a enriquecerse los nuevos amos gracias a las contratas de Estado y otras gabelas. En fin, la disglosia entre ciudadanos y funcionarios se convirtió en abismo entre gente del común y neopolíticos. No puede extrañar que antes o después los georgianos se inclinasen por quienes eran y habían sido sus vecinos, hablaban su segundo idioma de toda la vida, les compraban lechugas y tomates y no quienes prometían libertad, que ya tenían, por cierto, y les habían convertido gracias a la guerra, y contra una provincia propia, en un país de remesas y mendigos. Mi ayudante doméstica, sin ir mas lejos, había sido concertista de piano antes de la mal llamada revolución. La Nunciatura, por otra parte, vista la situación general de ruina, abrió un comedor social que no daba abasto ante tanta necesidad.
Y los georgianos sonreían. No dejaban de sonreir. Y te ofrecían todo lo que tenían. Y no podías pedir nada porque iban a buscarlo hasta descalzos si hacía falta. Pais mas hospitalario y acogedor no he visto nunca. Y nosotros, los europeos, ignorantes y orgullosos, en lugar de hacer aquello para lo que se creó la UE, llevar paz y prosperidad al mundo, nos arrastramos ante quienes prefieren la hostilidad a la paz, la mentira a verdad y amenazamos a Georgia con no abrirles las puertas del paraíso salvo que sigan por el camino de la falacia y la guerra. Se nos presentaba una oportunidad de oro. Negociar con Rusia la pertenencia a la UE y ratificar el no de Georgia a la OTAN en vez de encelarnos en ser mas antirusos que el propio amo. Pero para negociar, algo francamente complejo porque la UE parece haber escogido ser una especie de OTAN 2.0 , hubiera sido preciso contar con un De Gaulle o un Gorbachev europeo y no lo tenemos. Recuerdo a todos, de pasada, que a España no se le exigió ser de la OTAN para entrar en la UE. En fin, dudo que la pandilla de incompetentes que sestea en Bruselas entienda lo vesánico que resulta, primero dividir el mundo en dos de manera decisiva, (¡siendo Rusia el enemigo!) y luego hacer depender esa pertenencia decisiva y por definición permanente (bueno/malo) de un triunfo electoral, por definición contingente. Receta infalible para sumergir a nuestro continente en una inestabilidad estructural sujeta a vaivenes electorales o a la corrupción sistémica de los mismos. Imagino que citar a Bismarck se considerará provocativo. Hagámoslo. “Mientras Alemania y Rusia se lleven bien, le irá bien a Europa”. Bruselas prefiere que nuestro PESC Borrell cite a un imperialista inglés como Rudyard Kipling para insultar al Sur Global llamándole “jungla”. Claro que con su sucesora, la estonia Sra. Kallas al timón de la PESC, Borrell va a parecer un ilustrado.
La causa del rechazo a la candidatura de Georgia, esta unánime y sin fisuras en el país de la sonrisa: aprobar una ley que obliga a declarar la financiación extranjera en las ONG locales si esa participación supera el 20% del presupuesto. Ley, por cierto, mas liberal que la norteamericana, ya que en los EEUU, dar información incluso abierta sin declararlo es traición desde el minuto cero y el primer centavo. Que se lo pregunten a Anna Chapman, recién deportada de los USA por contar todos los chismes de amigas y amantes a su Embajada. Todo esto pasa en Georgia, un país en el que la Jefa del Estado es francesa y en la que Sakashvili llegó al poder en virtud de una ONG financiada al 100% por los EEUU. Lo ratifico con un ejemplo personal. En el curso de mi misión me entrevisté con los principales políticos del país. Al llegar a uno de ellos, persona moderada, que mantenía sus distancias respecto de la política realmente existente, le pregunté si no le faltaban fondos para la labor que desarrollaban tanto el como su partido. Dijo que no, que sobrevivía gracias a un fondo del Congreso USA para la extensión de la democracia (National Endowment for Democracy). Nadie le ha acusado de traición, lo que si le hubiese sucedido de haber trabajado con financiación rusa en los USA sin declararlo. En fin, un caso mas de la ley del embudo. Yo puedo hacerlo, tu no.
Y ahora leo en toda la prensa anglo que la presente administración georgiana ha ganado ampliamente las elecciones. Y veo a la presidenta, Salomé Zuravishvili, prima hermana de quien fue Secretario General de la Academia francesa, Hélène Carrère d´Encausse, llamar a la insurrección para que no se respete el deseo del pueblo, en un gesto simétrico con el que trajo la ruina de Ucrania y hasta del propio de Lenin de las Tesis de Abril y la guerra civil. En otro escenario, veo que que el Sr. Guterres, Secretario General de la ONU, implora la intervención del mundo para impedir la limpieza étnica de Palestina, lo que le ha costado que Israel le declare persona non grata. Por su parte, la rapporteuse de territorios palestinos de la ONU, Sra Francesca Albanese, pide que se suspenda la membresía de Israel en la ONU y define lo que hace Israel con los palestinos como genocidio. Mientras tanto, el país de la libertad, las reglas y los principios, me refiero a los USA, proclama que Israel no ha cruzado ninguna línea roja, acusa a la Sra Albanese de antisemita e impide que presente sus conclusiones ante el Congreso de los EEUU.
Esto es Occidente, en el Caucaso, en la UE y en el ancho mundo. Pues bien: si esto es Occidente yo no soy uno de los vuestros.
PS.- La Sra Carrère d´Encausse insistió siempre en que se llamase en masculino, Secretario de la Academia. Respeto su deseo.