Esta semana voy a cambiar el formato. No hay historia que ilustre el artículo porque voy a contar experiencias personales y, por tanto, no hace falta poner en situación al lector.
En 1984, cuando yo aprobé la oposición, nadie me preguntó si quería formar parte del Sistema de Seguridad Social existente para todos los españoles (Sistema General de la Seguridad Social) o por el contrario si quería pertenecer a un sistema diseñado en exclusiva para algunos funcionarios públicos (ni eran todos, ni todos los trabajadores públicos pertenecen a MUFACE, ni todos los trabajadores del estado tienen una única mutualidad). A mí, se me metió obligatoriamente dada la oposición que yo había superado en MUFACE. Y si, una vez dentro de ese sistema podría haber elegido como prestadora sanitaria la Seguridad Social. Pero eso, no cambia ni mi situación, ni mi preferencia por la sanidad pública, ni que yo no pertenezca al sistema público de salud. De hecho, yo también tengo número de la Seguridad Social por haber trabajado antes de ser funcionario.
Para poner en situación al lector, tengo que aclarar que los funcionarios de MUFACE que tienen servicios médicos a través de la Seguridad Social, no tienen ni los mismos derechos y obligaciones, ni las mismas prestaciones que los trabajadores de la administración que no son de MUFACE y que pertenecen al Régimen General de la Seguridad Social. Ser de MUFACE, además de la libre elección de médico a través de una aseguradora privada o de la SS, significa entre otras muchas cosas no tener pagas extraordinarias completas, puesto que el salario base es una miseria y el sueldo se completa a base de complementos, la mayoría no compatibles entre los conceptos de paga extra. Es decir, que yo que he estado 39 años cotizando, si ahora voy a ser del Régimen General de la Seguridad Social, me deberían el importe de 18 pagas extra ya que entre las dos anuales hacían una paga extra completa en mis compañeros que hacían el mismo trabajo y que no eran funcionarios. Ser funcionario de MUFACE también lleva consigo que el prorrateo del cálculo de mi pensión, al contrario de lo que sucede en la Seguridad Social, no se hizo por los importes del salario que me pagaban a lo largo de los años sino por la pertenencia a un grupo funcionarial determinado. Eso me ha supuesto “perder” todos los meses ceca de 700 euros. Como afiliado a MUFACE, tengo siempre colgada de mi cabeza la espada de Damocles de la atención de Urgencias. Me explico. Si yo voy por la calle o en mi coche y tengo un accidente, lo normal es que alguien llame al SAMUR, al 091 o a 112. Ya se han dado casos, de funcionarios a los que, después de un infarto fueron atendidas por el 112 y les han pasado la factura porque MUFACE no se hace cargo aduciendo que tendrían que haber llamado a su compañía prestataria de servicios médicos. Es decir, cualquier turista extranjero tiene más derechos sanitarios que yo.
No voy a entrar en si en este conflicto, las aseguradoras son o no culpables. Es capitalismo puro. Cuando había muchos jóvenes que no usaban el médico y cotizaban, no había problemas. Ahora que la mayoría somos mayores, surgen los mismos. Además, me llama poderosamente la atención que, ahora que la Seguridad Social está traspasando todas las funciones a las mutuas privadas, sea precisamente la de los funcionarios la única con la que hay que acabar. Particularmente, soy partidario de la sanidad pública 100 % . Lo que si me parece lamentable es que el gobierno más progresista de la historia, ese que no hace nada más que publicitar que la sanidad es un privilegio y que no pueden atender a todo (cosa que nunca dicen para comprar armas, enviar soldados a la frontera de Rusia o material para que la policía pueda usar la fuerza contra las personas) sólo tenga “ovarios” para desmontar MUFACE. ¿Alguien se ha planteado seriamente hacer lo mismo con MUGEJU (Mutualidad General del Poder Judicial)? No porque los togados, que son los que gobiernan en este país, ya se buscarían la forma de declarar nulo el decreto. ¿Y con ISFAS? (la mutualidad de los militares). Menos porque poseen armas y nunca hay que molestarlos. ¿Se ha planteado el gobierno más progresista de la historia derogar la ley 15/97 para impedir que las Comunidades Autónomas desvíen el presupuesto público de sanidad hacia la privada?
A mí, lo que me preocupa seriamente siendo enfermo crónico, es mi situación personal. Porque yo me pregunto. Si a mi mujer que pertenece a la Seguridad Social le tardan 6 días en darle cita para el médico de familia, si mi amigo, trasplantado de hígado, preferente, lleva 230 días en lista de espera para ser operado, si para una resonancia están dando cita para marzo del 2026, si para un puto análisis de sangre tienes que hacer dos horas de cola y esperar diez días, ¿Cómo narices va a atender la Seguridad Social a UN MILLON QUINIENTOS MIL afiliados más? ¿Alguien en su sano juicio cree que el importe destinado a MUFACE va a incrementar el presupuesto sanitario autonómico, conociendo el percal de los políticos de este país? ¿Cuántas médicas, enfermeros, auxiliares y celadores más van a contratar para asumir a esos enfermos? ¿Cuántos hospitales, centros de salud nuevos se van a construir para lo mismo?
El gobierno más progresista de la historia, nuevamente actuando como el peor gobierno del estado fallido que es España.
Porque en este tema, como en tantos otros, estamos indefensos y ni hay Estado de derecho, ni se le espera. Yo no elegí este sistema. Me obligaron y ahora, viejo y enfermo, ¿me quieren muerto cuánto antes? ¿No les bastó con el covid?
Salud, república y más escuelas.