¿Es un problema que Trump y Putin se repartan Ucrania y partan Europa, como hace 531 años nos repartimos el “nuevo” mundo españoles y portugueses, sin la presencia de indígenas?
¿Por qué es un problema echar a los gazatíes de sus tierras y recluirles en reservas? Si esa fue la forma de crear Estados Unidos (de norte) América, con su liberal “democracia” y potente economía del bienestar, que todos hemos anhelado.
Tras 77 años de tutelaje del Tio Sam, primero con el préstamo para reconstruir Europa: sus edificios, y economías con la ficticia Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Donde lo único que tenemos en común es la moneda, y unas directivas para ser excelsos, que a nadie gustan, y pocos países cumplen. En Bruselas hay una teatro lobbista llamado parlamento y una comisión, que a la hora de la verdad, está desnortada. Siendo necesario que el presidente francés salga a la palestra europea, para reforzar el endeble liderazgo interno, como el del español y el del candidato alemán.
Con los datos en la mano*, es normal, que Trump plantee esta política: Porque en la zona euro somos 10 millones más de habitantes, pero EEUU nos duplica la renta per cápita, nos cuadriplica la deuda, y triplica el gasto público en defensa. Y he ahí la cuestión, que los países de la zona euro nos creemos beneficiarios de la seguridad de EEUU, sin pasar por caja, como bufones de su corte.
Trump ha puesto en bandeja recuperar la economía pública europea, al emitir bonos para financiar los 700.000 millones de euros para crear un ejército independiente al norteamericano, y aprovecharnos del campo de tiro ucraniano y de su inmenso granero. ¿Nos saldremos de la OTAN? ¿Volverá Gran Bretaña a ser europea? ¿Veremos a rusos y yankis luchar contra nosotros? La duda es China, hasta qué punto, dejará que nos matemos, mientras se afianza en el trono del planeta. Cuestiones que me hago un 18 de febrero, quizá, cuando lo leas, estarán despejadas.
Recuerda que la guerra (militar, económica o energética) se gana cuando sometes la mente de tus adversarios. Aquí, hay un innovador armamento que va más allá de misiles hipersónicos, y hackeo de las infraestructuras digitales. Puede ser la clave para obligar a los populistas y patriarcales tramperos a desdecirse.
Por cierto, pensando en boicotear productos yankis por aquello de los aranceles, ¿seremos capaces de dejar de usar el móvil? Porque o bien lleva sistema IOs o Android.
*Si a tu sesgo de confirmación no le gustan estos datos, te cocino otros.
GO!