Los emigrantes de vez en cuando tenemos alegrías y momentos para sacar pecho en nuestros nuevos países.
Si el deporte suele ser el principal motivo de las alegrías, seria igualmente importante que de repente aprendiéramos a sacar pecho por la multitud de creadores y creadoras españolas que igualmente triunfan en muchos ámbitos alejados de pelotas y raquetas.
Nos conocemos a todas las estrellas del deporte, principalmente masculino por motivos obvios y para nada justos, y los nombres de Olmo, Lamine, Nico, Rodri o Merino han resonado muchísimo y merecidamente estos días pero quizás deberíamos empezar a conocer a otras estrellas que tienen tanta o más repercusión en industrias como el cine y televisión, música, literatura o artes plásticas…en el mundo del comic que muchos desconocen tenemos grandes artistas como son Ana Miralles, Paco Roca, Raúl Allen, Julia Madrigal, Jordi Lafebre, Álvaro Ortiz, David Aja, Ferrán Delgado, Juanjo Guarnido, Juan Díaz Canales, Patricia Martin que igualmente “ganan finales” con cada obra que publican y cuya repercusión internacional se traduce en que puedo encontrar sus obras traducidos al inglés en mi tienda de comics en Leeds.
Volvamos a esta semana y como a través de una pelotita se puede alegrar a millones de personas y facilitarnos la semana…
Si Inglaterra hubiera ganado el domingo pasado, esta semana hubiera sido mejor ausentarse del trabajo antes que aguantar su arrogancia que tuvo que mutarse en silencio y falta de interés de hablar de futbol tras el gol de Mikel Oyarzabal.
A finales de semana pasada y en un capítulo más del “vender la piel del oso antes de cazarlo” versión inglesa se hablaba de un posible “bank holiday” o día de fiesta extra por su posible victoria…según se acercaba el domingo al igual que a los comentaristas deportivos españoles parecía que agrandaban las capacidades y fortaleza de la selección inglesa, a sus compañeros ingleses parece que les pasaba todo lo contrario y según se acercaba la hora del partido empequeñecían más y más a nuestra selección.
Gary Lineker no hay más que uno y su respeto continuo hacia nuestra selección no es común en el resto de los medios ingleses y esta actitud facilita y mucho que a muchos de los inmigrantes a los que acoge este país, no podamos compartir ningún sentimiento de pertenencia ni interés en sus éxitos deportivos.
La victoria deportiva de Alcaraz en Wimbledon, repitiendo su éxito de 2023 nos daba cierta tranquilidad e iniciaba una tarde que podría ser espectacular con la victoria de la roja.
La selección actual sin grandes nombres, con jugadores jóvenes y sin hacer demasiado ruido se hace querer sin demasiado esfuerzo y por suerte no tenemos en el equipo a esos capitanes del pasado con los que no ganábamos nada y que tenían que jugar por decreto y para cubrir las cuotas impuestas por ciertos equipos.
Inglaterra tiene alguna de estas “divas” en el equipo actual y lo vimos con las actitudes de algunos de esos “balones de oro” que parece que ya se habían otorgado en marzo.
En el campo se ganó con justicia y a los que vivimos en Inglaterra nos dio una alegría inmensa y un poder mágico de lograr callar muchas bocas en nuestros vecindarios o lugares de trabajo.
Esta semana podíamos decidir si queríamos hablar de futbol o no y todo parecía perfecto…pero a los futbolistas, o al menos no a todos, no les podemos pedir que además sepan comportarse y no se salgan del tiesto.
Muchos de los deportistas de nuestro país parece que tienen gran interés en perder fuera de la cancha lo que ganan dentro con declaraciones vergonzosas, mostrando la falta de formación que muchos tienen.
Todos sabemos quiénes se pronunciaron por ejemplo sobre actitudes como las de Rubiales, los que se han posicionado blanqueando las diferencias salariales, o los que mientras que a unos gobiernos les aplauden y sonríen a otros los vilipendian.
La actitud en la recepción en el Palacio de la Moncloa de uno de esos “balones de oro” ya otorgados y al que le encanta hacerse fotos con lideres de la extrema derecha dice mucho de lo que representa desde su puesto de capitán de la selección.
La misma persona que dice que los futbolistas no han de hablar de política tras escuchar a su nuevo compañero Mbappe posicionarse en contra de la llegada de la extrema derecha al poder en Francia, nos dejó claro que jamás podrá representar a un país y solo quiere representar a una facción de nostálgicos y cuñados.
Esta imagen de puertas para dentro vergonzosas la empeoró de puertas para fuera poco tiempo después en la Plaza de la Cibeles con canticos pueriles y ridículos que, si bien los pueden cantar niñatos de 13 años o señoros de 46, jamás deberían estar llenando pantallas de televisión y llegando a medios internacionales.
Nunca escuché canticos sobre Ceuta y Melilla por parte de Marruecos tras el mundial y en mis casi cincuenta años de vida no los vi antes en ningún otro acto de repercusión similar al festejo del viernes.
Hay muchos historiadores de sofá, que son los mismos que nos hablaban de vacunas en 2020 o de economía mundial con su master por la republica de Ikea en Economía y Ciencia política que nos comentan estos días que Gibraltar no es Ceuta y que el Toro de Vega no sufre…
…y lo bien que hubiera sido celebrar un partido de futbol y no el auge del populismo?
…y lo bien que hubiera estado que no hubiera Cayetanos cantando que Lamine Yamal come jamón, tratando de imponer que si eres español no puedes ser musulmán?
España no es perfecta y no lo será hasta que haya respeto por los diferentes y no nos convirtamos en neandertales que solo pueden celebrar algo a costa de ofender al resto del mundo…o quizás cuando ganamos pasamos a festejar como hooligans paletos e ignorantes capitaneados y espoleados por gente que fuera de un campo de futbol son mediocres y metepatas.