Ser liberal y español es un problema. De una parte puedes sentirte orgulloso de que tu país haya sido uno de los que conformaron la civilización occidental. Enunció el Derecho de Gentes, si, y creó el Derecho Internacional, cosa obligada porque hasta entonces lo Internacional no había existido, salvo para tratar ocasionalmente con el Gran Khan, o algún otro dignatario exótico. Igualmente, la Escuela de Salamanca descubría algunas verdades sobre economía que duran hasta hoy y en el orden de la cultura daba a la Humanidad la gran novela de la modernidad, el Quijote y de pasouna literatura dramática sobre/contra la que se alzó el teatro francésy tuvo influencia decisiva en el desarrollo del drama romántico alemán. Y me dejo muchas cosas en el tintero. Sin embargo, en el orden político la cosa es menos clara. Por mucho que su tratamiento de los nuevos españoles, los indígenas de ultramar, resulte un monumento precursor al mestizaje, definió la Monarquía Universal sobre el principio de la limpieza de sangre, hecho lamentable que arrastramos hasta hoy en el supremacismo"nacionalista" vasco, por ejemplo. Por no mencionar como acabaron los intentos de mantener a Inglaterra y Holanda bajo la autoridad de Roma. Los holandeses inician su himno nacional asegurando que siempre fueron leales al Rey de España. En cuanto a Inglaterra, todavía en 1961, el crítico de arte Kenneth Clark se negó a hacer figurar España en su lista de países pertenecientes a la civilización occidental. En fin, vayamos al grano. Los dos grandes apartados estratégicos de los Hasburgos españoles fueron en realidad uno solo. Mantener la unidad de Occidente. Unidad política, viaEmperador. Y unidad religiosa via el Papa.
Duró ese intento algo mas de cien años, que son los del Siglo de Oro y terminó mal, porque iba contra el sentido de la Historia. Feneció en la batalla de Rocroi que fijó el orden internacional hoy todavía actual, el Estado nación de Westfalia. Y ¿por qué traigo eso a colación y le dedico un artículo? Pues porque la estrategia de Washington está empezando a recordarme mucho la del Siglo de Oro español.
Veamos. Debemos a los EEUU la victoria de 1945 que nos libró de nosotros mismos y, sobre todo, que hizo liberal a Alemania, regalo digno de un César Augusto. Empezó entonces un curso estratégico que marcaron un inglés, Halford Mackinder, un americano, IsaiahBowman, Director de Seguridad de Wilson y Roosevelt y sobre todo Nicholas Spykman. Este último es menos conocido porque tuvo la desgracia de morir joven, en 1943, pero persona de excepcional talento y sinceridad. Para empezar Spkyman admite con Mackinderla vuelta estratégica a la tierra, Eurasia, desde la divinización del mar que Inglaterra afirmaba dominar. Pero al mismo tiempo niega la mayor de su maestro, que se refería al corazón de Eurasia como fulcro del poder mundial. Lo que pasa en el corazón de Eurasia importa poco. Lo verdaderamente decisivo es el control de los países que circundan al hegemón. Eso explica las bases en la periferia de la URSS y las otras 850 que siguen abiertas a pesar de que ya no existe ese Leviatan...ideológico. Porque sigue siendo un Leviatan... territorial. A Spkyman le da lo mismo la ideología y así dice que sean nazis o comunistas los que lleguen de los Urales al Báltico le resulta indiferente. Lo que le preocupa es que su dimensión territorial sea alarmante. Nuestro autor completa su discurso añadiendo que las fuerzas armadas USA han de ser numerosas y permanentes, algo contrario a la tradición anglosajona, filosofía que efectivamente se escuchó y se sigue practicado en Washington. Junten espacio y unidad y verán la razón por la que los EEUU siguen en su labor de contener a Rusia, sea comunista o no. La gran madre eslava tiene once husos horarios repletos de recursos naturales. Con eso basta para convertirse en objeto de deseo. Vean el mapa de las revoluciones de colores. Ucrania, Georgia, Kirgistan... Los USA, a pesar de su proclamado respetoretórico a los valores, hijo de su voluntarismo puritano, van paso a paso dando golpes de Estado por toda esa geografía sin ningún empacho ni complejo. Y la OTAN no pliega velas por mas que la URSS haya dejado de existir y Alemania sea uno de los nuestros.
Así que el espacio estratégico de los USA es Eurasia Occidentalcomo centro del círculo. En el, la periferia de Rusia como yunque en el que se ha de percutir. Y la OTAN como instrumento de extensión de poder, sin nada que ver con su origen defensivo militar frente a un enemigo existencial, la URSS. Spykman es implacable en sus juicios sobre la dimensión territorial como fuente de estrategia. Oigan este. "Una Europa federal no es algo que los USA debieran de favorecer. Nuestro interés es poder de equilibrio no de integración. Desde el punto de vista de la política de poder da lo mismo que la unión venga por la conquista o la federación. Los EEUU no empezaron su carrera porque Massachusetts conquistó a las doce colonias y sin embargo es un peligro hoy para América Latina por el mero hecho de su tamaño y poder." Lean despacio el párrafo porque no tiene desperdicio. Da igual que a Europa la una Hitler o De Gasperi. Lo malo es que se una porque esa nueva dimensión le daría fuerza.
Aclarado este extremo se entiende que los USA ignoren el peligro que supone para la paz y la seguridad de Eurasia el que se extienda la OTAN. La paz y la seguridad de Eurasia son criterios subordinados a otro superior. El que no haya unidad entre los vecinos de Eurasia porque lo peor que le puede pasar a los USA es la concordia entre Europa Occidental y Rusia. Si eso sucediese, a los once husos horarios rusos se añadirían los 400 millones de europeo/occidentales y se crearía una Eurasia incontrolable para Washington.
Sucede sin embargo que todas estas consideraciones estratégicas tienen lugar en pleno conflicto bélico con la Alemania nazi y tras la victoria de 1945 tenían mucho sentido. Pero aquel mundo es historia. En aquel mundo la ONU tenía solo 51 miembros. El dólar era convertible en oro. Africa, India y todo el Sudeste Asiático estaban bajo el dominio colonial, incluida India. Y China no existía. Se entiende que, debido a los inmensos cambios que se han producido desde entonces, algo deba de cambiar. Pues dicho esto y con toda mi buena voluntad veo lo contrario. Veo como los USA luchan de manera tan ceñuda como desnortada tratando de mantener el viejo orden, de manera no muy distinta a como los Hasburgos de Madrid se empeñaban en sostener un paradigma contra el que no había oro, plata o gemas que valiesen por mucho Tercio de Flandes (hoy marines) que le echasen. Peor aun. En el caso de los USA se está produciendo una regresión. El fin de las cadenas de valor basadas en criterios económicos y en definitiva el fin del libre cambio y de la globalización económica son acontecimientos que no van a impedir la catástrofe final de un país con un déficit anual de tres trillones de dólares mientras que su índice de desigualdad social es como el de China y el 1% de su población está en la cárcel. No defiendo MAGA. Simplemente trato de explicarlo de manera elemental. No se puede gastar tiempo, sangre y dinero en guerras externas mientras que los índices sociales se deterioran a ojos vistas. Ya que las mujeres están de moda recordemos que el índice de muertes por sobreparto en los USA es nueve veces el español y ha duplicado en los pasados veinte años. Y resulta delirante que se nos pida gastarnos el dinero en ayudar a los USA a mantener vivo todo ese tinglado que no tiene otro sentido sino enriquecer a unos cuantos desaprensivos que fabrican armas inútiles y carísimas, como se está viendo en el frente de Ucrania. La batalla exige Kalashnikovs y no armas refinadísimas y delicadas al alcance solo de unos pocos paises. Es increíble que hayan sido los propios USA los que han dicho que el tanque masefectivo de la guerra está siendo el viejo T72 ruso acondicionado para las nuevas técnicas de combate.
Este desplome del paradigma lo están entendiendo muy bien los BRICS dirigidos por Rusia y China, hartos de participar en un sistema obsoleto e ilusorio. Tras la victoria de Trump algunos políticos MAGA les acompañan.
En una entrevista al Corriere della Sera, Steve Bannon ha dicho que no le ve sentido a meterle a Putin la OTAN por los ojos. Y no le falta razón. Solo que eso es clavar la estaca en el corazón del vampiro. Lo que dice Bannon es que Putin no es malo y que Ucrania devíctima nada: la responsabilidad de la guerra es norteamericana. Vamos, lo que dice el respetadísimo catedrático de Chicago John Mearsheimer. Elon Musk, por su parte, se rie de la Ucrania a la que el Maidan ha devastado. Zelensky ha asegurado que Ucrania es un país soberano y que los USA no pueden obligarle a sentarse y negociar. Musk replica en un X. "El sentido del humor de Zelenskyes excelente". Es decir, tras llevar a Ucrania al desastre del Maidany de una guerra que le ha costado ya mas de medio millón de muertos, Musk dice: "Pero hombre, por Dios, Zelenski, todo es obra nuestra. Lo hemos hecho y ahora lo vamos a deshacer tanto si eres soberano como si no. ¿Te lo explico otra vez?". Triste epitafio y a la vez confesión de parte e insulto. No entiendo como hay políticos europeos que defienden colaborar en la aniquilación de Ucrania. Y en la propia de su país porque a la vista de todo este descontrol, y no solo en Ucrania, vean como afecta la guerra de Israel a Holanda, como el Ejecutivo alemán se ha venido abajo y como a Macron le pasa lo mismo, no empiezan a cambiar la narrativa antirusa y preparan una paz de circunstancias. Por desgracia el tema es tabú. Y esto es solo el principio porque ahora mismo a cargo de la PESC tenemos en Bruselas a una rusófoba rabiosa, la Sra Kallas, pero en Washington a una administración que dice "Putin no es nuestro enemigo". El espectáculo que se avecina sería digno de seguirse con palomitas si no fuese porque incluye víctimas mortales. Unas quince mil al mes. Por cierto, una parte de lo funeral en Ucrania lo lleva Burisma, la empresa de Hunter, el hijo de Biden. ¿Han visto ustedes sus morgues portátiles? A la vista del número de bajas parece ser la única solución posible. Los términos municipales de muchos cementerios ucranianos están empezando ya a conocer infecciones debido al número elevadísimo de cadáveres. Triste destino el de la tierra negra que alimentaba girasoles. Hoy la envenenan los restos de sus hijos, caidos no en su defensa sino en la de quienes insultan a su patria.
Como se decía de la Austria imperial: Oh felix America!