Hace unos días, con motivo de la aparición del caso Leire Díaz, la prensa de todos los colores, inmediatamente, se puso a solicitar que un tema como éste merecía que se dieran explicaciones al momento, lo cual me parece más que correcto, pero con la matización de que no suele suceder lo mismo cuando aparecen casos de corrupción o delito en los entornos de la derecha, lo cual puede dar lugar al malentendido de que solo la izquierda tiene casos de corrupción, lo cual resulta ser de lo más falso.
Lo anterior tiene que ver con numerosos hechos cercanos al PP de los que no se ha dado ni una explicación mínimamente convincente. A saber: ¿Se han dado explicaciones en relación con la amistad entre Feijoo y el narco Marcial Dorado? Que yo sepa no.
¿Ha dado alguna explicación Feijoo en relación a la policía patriótica y a comentarios tales como el del exministro del Interior del PP, Jorge navarro Díaz, como el de “la fiscalía te lo afina”? Yo al menos no he escuchado nada al respecto. Seguimos.
Vamos con la lenguaraz presidenta de la Comunidad de Madrid, rodeada de casos como el de su padre con el préstamo no devuelto a Aval Madrid, o el de su hermano y sus negocios sucios con las mascarillas que le costaron el puesto a Pablo Casado, ¿o es que se piensa que sin el apoyo incondicional de la justicia este caso se habría archivado?, ¿piensa que nos hemos caído de un guindo?
Pero es que a Isabel Díaz Ayuso la corrupción la rodea por todas partes. Sin ir más lejos, su novio, es confeso de delitos con influencia a la Hacienda Pública a la que ha estafado unos 350000€ y por lo está inmerso en el correspondiente juicio. Es más, se enfrenta a otro procedimiento, en esta ocasión relacionado con su “especialidad”, la firma hospitalaria Quirón, con la que la Comunidad Autónoma de Madrid tiene muchos convenios y en varios de ellos está inmerso el novio de Ayuso, al que el jefe de Gabinete de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), tiene agendado como Alberto Quirón, ¿por qué?
Y la pregunta que me hago es la siguiente, ¿qué explicaciones ha dado la presidenta de Madrid?, ¿ha dicho algo en relación al ático que comparte con su novio, que cuesta unos dos millones de euros, y que no está nada claro quién y cómo se está pagando?
Lo expuesto es solo la punta del iceberg porque hay otros casos ocultos como los que tienen que ver con la familia Feijoo y sus relaciones con la comunidad autónoma de Galicia, así como las presuntas trampas de Moreno Bonilla y el Servicio Murciano de Salud.
Para terminar quedan los dos casos más sangrantes, ¿qué ha dicho Ayuso en relación con las dos causas abiertas recientemente en las que están imputados cargos en relación con los “protocolos de la vergüenza”, que costaron la vida a 7291 ancianos de las residencias de Madrid?
Pero lo más sangrante es que, a estas alturas, no se sepa qué hizo Carlos Mazón la tarde de la DANA de Valencia. Solo se sabe que estuvo en el restaurante el Ventorro con una periodista, pero nada más. Lo que se sabe es que no hay forma de conocer por qué estuvo en el Ventorro y no dónde debía estar en un caso de extrema gravedad.
La jueza que lleva el caso, hasta en tres ocasiones, le ha ofrecido que colabore con la justicia como testigo al estar aforado a lo que se ha negado rotundamente, lo cual no hizo ni Ábalos. ¿Qué esconderá semejante miserable? Seguro que algo muy grave. Pero tranquilo que algún día le tocará hablar ante el Tribunal de Justicia de Valencia.
De nuevo, ni Mazón ni Rajoy, que mantienen el silencio, se han dignado a dar explicaciones que hasta ahora han negado.
Pero en su momento darán explicaciones. La justicia trabaja lenta pero al final llega hasta la verdad, o al menos eso creo y espero.