Son muchos los informes europeos que destacan el papel que juega la Escuela Infantil para prevenir y compensar dificultades. Cuidar que las experiencias tempranas sean educativas y positivas debe convertirse en una prioridad de todos los países, para ello, debemos garantizar servicios educativos de calidad que aseguren unos buenos tratos a la infancia.
Los bebés nacen con millones de células cerebrales que representan el potencial de toda su vida, cuanto más estimulante sea el ambiente, más conexiones se forman en el cerebro y mejor es el progreso del niño en todos los aspectos de su vida, en términos de desarrollo físico, emocional y social, así como su capacidad para expresarse y adquirir conocimientos.
La escuela es un pilar básico porque acoge a los niños desde las primeras etapas de la vida, cuando se está formando su personalidad, en un momento receptivo idóneo para su aprendizaje y desarrollo, de ahí la trascendencia de la intervención preventiva y la atención temprana que implica en la práctica cuidar de los primeros años de los niños y las niñas.
Hay una fuerte evidencia de que los años más tempranos ejercen un impacto crucial en la salud mental durante el resto de la vida, revierte en resultados positivos, disminuye el riesgo de trastornos mentales y de conducta y proporciona mejor calidad de vida. El desarrollo de estrategias para promover la salud mental de los niños pequeños es, por tanto, de importancia fundamental.
Esto implica concienciar sobre el significado del bienestar mental de los niños, proponer intervenciones para ayudar a los padres, facilitar relaciones positivas entre padres e hijos, mejorar las condiciones de crianza y proteger a los niños vulnerables. (Marrone, 2001, p. 318).
BASES EMOCIONALES DEL APRENDIZAJE
Todos iniciamos el aprendizaje sobre el mundo y sobre nosotros mismos desde el nacimiento y continuamos durante toda nuestra vida, a partir de una relación de dependencia de otro Ser humano.
La cualidad de esta relación es lo que va a influir en la ilusión necesaria para curiosear y estar abierto a nuevas experiencias, a percibir conexiones y descubrir significados. Por ello, los aspectos afectivos y cognitivos del aprendizaje, están íntimamente relacionados y son interdependientes.
La importancia del vínculo y la función materna en el desarrollo y en el aprendizaje.
– La experiencia de satisfacción y la capacidad de contención de la madre (la graduación del placer/displacer) son necesarias para desarrollar la curiosidad, el aprendizaje y la construcción de la identidad.
- Un factor emocional interno como es el equilibrio entre el amor y el odio (del funcionamiento paranoide al funcionamiento depresivo, según Melanie Klein) lo facilita.
- Sentirse separado/diferenciado de la madre es un requisito indispensable. Las envolturas, organizadores del psiquismo de la sonrisa intencional aproximadamente a los 3 meses, el temor al extraño aproximadamente a los 8 meses y la adquisición del “no” (oposición al otro) aproximadamente a los 18 meses. La constancia del objeto interno para poder así separarse del objeto transicional. Capacidad de estar solo.
- Interiorizar experiencias permite crear representaciones mentales que a su vez permiten sostener la ausencia, reconocer situaciones y diferenciar lo nuevo. Comienza la capacidad de simbolizar, requisito básico para el aprendizaje.

LA CALIDAD DE LOS PROFESIONALES. LA MAESTRA/EL MAESTRO.
El papel del maestro en Educación Infantil es quizá uno de los elementos más determinantes en los niveles de calidad o fracaso de todo el proceso educativo.
El niño de 0 a 6 años está en pleno desarrollo evolutivo y dependiendo de cómo se produzca esta evolución, condicionará su vida.
El maestro debería poseer:
Conocimiento del niño en la etapa infantil en diferentes aspectos: fisiológica, afectiva, cognitiva, social.
Conocimientos pedagógicos: técnicas y destrezas que permitan la toma de decisiones didácticas apropiadas para cada momento y circunstancia, modelos de intervención educativa, organización del centro…
Conocimientos sociológicos: Contexto sociocultural y relaciones con las familias.
Conocimientos del marco curricular: amplio conocimiento del marco curricular correspondiente a la normativa en curso.
Saber trabajar en grupo.
Otro de los aspectos a cuidar por el maestro es la Transferencia y la Contra-Transferencia.
Una persona madura tiene que haber elaborado el proceso adolescente en primera instancia.
Padres idealizados
El cuerpo de la infancia La bisexualidad
En la escuela tanto alumnos como maestro van aponer en juego sus modelos internos de relación. El maestro tratará de no dejarse llevar por la inmediatez de lo manifestado, tratando de pensar en el sentimiento que provoca lo recibido.
Por lo tanto sería conveniente que el maestro hubiese realizado la correspondiente interiorización de dónde están sus “puntos débiles” y “puntos fuertes” en su historia vital para evitar en lo posible la contratransferencia hacia el niño.
Cuanto mayor conocimiento tenga el maestro sobre sí mismo, más capacidad de diferenciar lo que le es transferido y lo que él transfiere o siente en contra-transferencia.
Otro aspecto a cuidar es lo que llamamos el Curriculum Oculto del maestro. El CO es el conjunto de normas, costumbres, creencias e ideologías que pertenecen al maestro. Ejemplos de ello podrían ser inclinaciones religiosas, políticas, etc. Comentarios en cuanto a nuestras preferencias en este sentido pese a que a veces pasan inadvertidas y van implícitas en quienes somos, deberían de evitarse en el contexto de la educación de forma explícita.
Formación Complementaria
Otro aspecto importante es que el maestro siga formándose y complemente la formación académica recibida con otras que le ayuden en su labor como guía, apoyo, continente… del niño, para poder prevenir y detectar posibles anomalías y apoyar al niño en momentos de angustia, ansiedad…
Si tenemos en cuenta las horas que los niños pasan en la escuela, el maestro se convierte en una figura muy importante en su desarrollo. Él deberá cubrir las necesidades básicas de los niños en estas etapas: fisiológicas, mantenimiento de lazos afectivos seguros y continuos, cognitivas, sociales y con valores positivos y significativos.
Del mismo modo, también deberá poder ayudar y apoyar a la familia del niño, dialogar. Ser mediador entre la escuela y la familia.
El docente, y más el de Educación Infantil, en España no es una figura tan importante y de tanto reconocimiento como debería ser por la labor que desempeña y la responsabilidad que conlleva. No se le da la importancia que debiera de tener. En países como Finlandia se sitúa a los mejores docentes en los primeros años de enseñanza, escogen solo a los mejores alumnos para ser maestros, saben que es una etapa que condicionará la vida del alumno.
La docencia es una carrera vocacional. Se requieren conocimientos pero también cualidades y capacidades de las que no todas las personas gozan: buena inteligencia emocional, tener habilidades sociales, ser una persona equilibrada, con capacidad de empatía, poseer esa sensibilidad humana para captar lo que le puede pasar a una persona y que no se escapen los detalles del sufrimiento, capacidad para sacar lo mejor de uno mismo y del otro. Todo esto con una dosis infinita de paciencia, capacidad de resistencia ante problemas como el estrés y capacidad para adaptarse a grupos diferentes. Hay que ser capaz de transmitir valores, tener una necesaria pedagogía de la calma que implica la escucha, dotes de comunicación, ser una persona simpática (un profesor que no sonría no es bueno), y que tenga autoridad, una característica moral que se gana día a día. Pero sobre todo, por encima de todo, amar al niño.
Hace falta mucha sensibilización y la falta de conocimientos al respecto hace que sea más difícil que se llegue a sensibilizar. El gobierno, las leyes, la sociedad, la escuela, los padres, los maestros… todo un macrosistema implicado en el cuidado de nuestros niños.