Cuando hace declaraciones Podemos, especialmente su responsable Ione Bellarra, tiene uno la impresión de que este partido sigue en los mundos de yuppy, y que sigue pensando que se encuentra en su fase alta inicial electoral cuando pensaban que era posible hacerle el “sorpasso” al PSOE, lo cual, como históricamente se ha visto, ha estado muy lejos de llevarse a la práctica.
Recientemente, escuchando una entrevista a la mencionada Ione Bellarra, se le ha oído hablar de que hace falta “una izquierda transformadora” para conseguir que este país entre por la senda de la libertad y la justicia.
Pero la pregunta inmediata que viene a la cabeza es la siguiente, ¿cómo se construye esa izquierda guay y transformadora?, ¿con el escaso 4% de Podemos? Este porcentaje puede proporcionar alguno o ningún diputado, pero muy pocos.
Más aún, hablan de su gobierno de coalición con el PSOE como una etapa en la que se ha conseguido que el PSOE deje de ser del “régimen del 68” para actuar como un partido que forme un gobierno de coalición de izquierdas capaz de llevar a cabo las políticas sociales que necesita este país.
Pero nada más lejos de la realidad, el primer gobierno de coalición progresista se formó con el PSOE y la coalición entre Podemos e IU, es decir, Unidos Podemos formada por 35 diputados, pero suficientes para sumar con partidos de izquierda nacionalista como ERC, EH Bildu, y también el PNV. Una delicia en comparación con la actualidad en la que se requiere el apoyo de Junts que pone las cosas muy difíciles para dar su apoyo.
Cuando se analiza el pasado, no fue mucho lo que consiguió Pablo Iglesias: una vicepresidencia segunda con pocas competencias, y cuatro ministerios más parecidos a direcciones generales; a saber, trabajo al que le faltaría seguridad social; consumo al que le faltaría algo más, y así con el resto de los “ministerios”. Es más, el PSOE, como ahora, se reservaba para sí los llamados ministerios de estado como Interior, defensa y exteriores y, como en la actualidad, el gobierno seguía invirtiendo en defensa y comprando armas a Israel. Parece como si ahora que no está Podemos en el gobierno todo se hace muy mal y antes se hacía muy bien, cuando el problema radica en que antes no hacía falta Junts y ahora sí.
Así que, Podemos tiene que llegar a la conclusión de que, de cara a las próximas elecciones, la única posibilidad de que la izquierda del PSOE tenga capacidad de decisión, tiene que basarse en un diálogo previo sincero, sin vetos, con primarias, para concurrir de forma conjunta a las elecciones tanto Sumar, con IU, Podemos y Equo. Si van por separado, la representación de diputados obtenida será ridícula, empezando por el 4% que las encuestas atribuyen a Podemos.
Como quiera que no se sabe cuándo pueden ser las próximas elecciones, lo que tiene que hacer la izquierda del PSOE es, con humildad y sin rencores, sentarse cara a cara para elaborar una candidatura única que pueda obtener los diputados suficientes como para que, con la ayuda del PSOE y otros partidos de izquierda, derrotar a la coalición impresentable PP más VOX. Si gana esta gente sería muy malo para este país y, sobretodo, para los avances sociales obtenidos en los últimos años.