El pasado fin de semana brilló el sol en Valencia dentro y fuera del Veles e Vents; fuimos la sede del V Congreso Nacional de Medicina Integrativa donde cerca de 300 profesionales de distintos ámbitos, compartimos evidencias y sabiduría en un lugar espectacular, con un arranque al más puro sabor de la terreta, la actriz Rosana Pastor dió vida a los poemas de Ausias March y Alejandra Menassa con la Unió Musical de l´horta de Sant Marcelí de fondo ¿Qué más se puede pedir?
Los valencianos debemos tener algún gen de emprendedores porque, al igual que fuimos pioneros en la creación de las Unidades de salud sexual y reproductiva, también lideramos a nivel estatal, el tener una sección propia en el Colegio de Médicos que se ha mantenido en el tiempo, a pesar de todas las tempestades vividas en los últimos años y, actualmente somos cerca de 350 profesionales de la medicina.
En un contexto actual donde la sanidad pública no permite tiempos dignos de atención, y donde vemos pacientes solicitando la píldora mágica para todo, resulta una misión imposible, realizar el abordaje integral que requiere cada persona, porque de eso se trata, no somos piezas de un coche, todo está relacionado y sectorizar el cuerpo es un error, que sólo es vital en circunstancias donde la cirugía o la farmacología son protagonistas tanto, como lo deberían ser los condones en mi terreno.
Vivimos una verdadera pandemia de enfermedades crónicas, adicciones y dependencias, con una sanidad pública desbordada y profesionales que necesitan recarga de baterías y personal que nunca llegarán.
Nuestras consultas están llenas de peticiones imposibles, el cuerpo grita lo que la mente siente ¿Cómo abordar sus circunstancias sociales, familiares, laborales en visitas “express”?
Todo importa, el dolor de cabeza o el insomnio no se arreglan con una pastilla que sólo tapará la boca al síntoma. Las menstruaciones duelen y los ánimos están en el sótano y en mis apenas 20 minutos, 5 para mis compañeros de Primaria, es imposible ir al origen del problema.
Hice la especialidad en medicina de Familia porque entendía que la visión global de la persona era mi vocación, ahora desde la Salud sexual intento seguir ese objetivo.
La Medicina Integrativa es cambiar el ¿Qué me tengo que tomar? por ¿Qué tengo que hacer? Devolver a la normalidad la glucosa de los diabéticos o los anticuerpos antitiroideos, puede conseguirse con herramientas gratuitas como el ayuno o el ejercicio, que no interesan a quien sólo quiere ganar dinero y, lo mejor, que disponemos de evidencias de ello y que ya la OMS planteó hace casi 20 años la necesidad de buscar alternativas al enfoque sanitario actual.
Con la genética del paleolítico como carrocería, intentamos vivir a unas velocidades que nos pasan factura a todos los niveles, poner el freno de forma consciente, es fundamental para que nuestras mitocondrias, verdaderas catedrales en nuestras células, nos permitan seguir adelante, si no mueren en el intento...
No podemos hacer oídos sordos ante la demanda social, incluso Real, de valorar el Todo con todo lo que tenemos a nuestro alcance. No tiene sentido seguir dando 5 comidas al día a pacientes ingresados con cáncer, cuyo sistema inmune agradecería enfoques holísticos con más pausas y menos azúcares.
Como contrapunto a toda la ciencia que vivimos en el interior de Veles e Vents, el sábado tarde salimos a la realidad de jóvenes de botellón, con chicas vestidas al estilo de alfombra de los Grammy Latinos, a las que imagino viniendo a pedirme la píldora del día después o un aborto a mi consulta, y entonces me planteo, la cantidad de trabajo integral que tenemos que realizar.