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La Inviolabilidad de Juan Carlos de Borbón

17 de Abril de 2025
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La Inviolabilidad de Juan Carlos de Borbón

Acabo de leer en la prensa la siguiente noticia: Juan Carlos I ha decidido demandar a su examante Corinna Larsen, tan solo diez días después de demandar al expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Manda huevos como diría más de uno en expresión popular.

Veamos primero que dice la Constitución española; Dice que el rey es inviolable. Ser inviolable es algo muy, pero que muy serio, además de medieval: es ser impune por cometer cualquier tipo de delito. El rey, siendo inviolable, podría o haber podido violar, y no sería castigado como en el caso de Dani Alves. Si él puede cometer delitos y no será juzgado, la mínima consideración que debería tener, sería no acusar de delitos a los plebeyos sin inviolabilidad posible como ha hecho ahora.

Vean, con todo tipo de detalle, como se ha fraguado la demanda del emérito contra Miguel Ángel Revilla, las personas que directa o indirectamente se han implicado y el motivo de la querella que, a mí, personalmente, no solo me resulta ridícula, sino que me ha hecho incluso esbozar una pequeña sonrisa. Se trata del derecho al honor. ¿Les parece lógico por parte del demandante?

 

Volviendo a la demanda contra su examante. Imaginemos, por un momento, que Corinna va a juicio a causa de la demanda del emérito y en el mismo ella explica que el emérito cometía delitos. Y que estos delitos pueden probarse. De nada serviría, porque el emérito es inviolable. ¿Cómo debería defenderse, Corinna, entonces? Cualquier monarca del siglo XXI, con un mínimo de decencia, renunciaría a la inviolabilidad, porque no la necesitaría, seguro como estaría de sí mismo de no querer cometer delito alguno.

Los motivos de la demanda son, en mi opinión, muy pero muy curiosos. El emérito acusa a la examante, la mujer que ha hecho posible la foto del emérito en braga corta haciendo carne a la brasa, de quedarse un dinero que le dio para que se lo guardara. La examante dice que el dinero fue un regalo y no se lo piensa devolver. ¿No les parecen muy extrañas ambas declaraciones? Veamos, si yo quisiera guardar un dinero, no se lo daría a la amante, sino al banco, donde será fiscalizado. Yo, si fuera el amante, no acepto el dinero como regalo, porque significaría que son libres de impuestos, es decir: negros, fraudulentos o el calificativo que ustedes prefieran, amables lectores.

Llegado a este punto me he dirigido a la RAE y ver la diferencia entre inviolabilidad e impunidad y, he querido mostrar este video y que saquen ustedes sus propias conclusiones.

BILDU SOBRE LA MONARQUIA

Después de visionarlo, aparte de lo que cada lector opine sobre la monarquía, confío que les haya quedado muy clara la diferencia entre inviolabilidad e impunidad. ¿No les parece a ustedes, amables lectores?

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