Nunca una charla entre un cantante y un agricultor había suscitado tanto pánico entre los vestigios de este sistema putrefacto y caduco.
El pasado viernes 26 de julio tuvo lugar en Mallorca el esperado encuentro entre Josep Pàmies y Miguel Bosé para hablar de terapias alternativas y de las propiedades curativas del CDS. También participaron los doctores Nadiya Popel y Ángel Ruiz Valdepeñas.
Semanas antes del evento, en cuanto se publicitó la noticia en redes sociales el aparato mediático del régimen ponía en marcha, como era de esperar, su clásica campaña de insultos, descalificaciones, calumnias, difamaciones y demás lindezas semánticas contra los dos protagonistas en cuestión.
Bebe legías, negacionistas, ultra derechistas y toda esa retahíla de apelativos ridículos a los que ya nos tienen acostumbrados. Pese a ello, el evento ha sido un éxito en todos los sentidos. Incluso, paradójicamente, algunos escépticos de las "terapias alternativas" han mostrado interés por conocer nuevas fórmulas y abrir sus mentes porque llevar la contraria a la mafia farmacéutica motiva a cualquiera.
Una prueba más de que este sistema enfermo se cae a pedazos y su maquinaria del miedo se ha convertido en algo ridículo que ya sólo provoca risa y mofa.
No comparto gustos musicales con Miguel Bosé pero como ser humano se merece todo mi respeto y admiración por su valentía y coherencia. En cuanto a Josep Pàmies, a parte de ser mi amigo y haberme ayudado siempre, lo considero uno de los mayores referentes en la lucha por la verdad, la libertad y la soberanía personal.
Así que desde aquí mi más sincera enhorabuena a los dos por abrir el debate y llamar a las cosas por su nombre. Libertad de expresión y libertad terapéutica. La cabeza alta y la cara descubierta siempre.
Lo + leído