Sí, a buenas horas mangas verdes, decimos por aquí, cuando ya no hay casi remedio a lo realizado por ser una decisión tomada demasiado tarde.
Muchos, muchísimos millones de ciudadanos (de todas las naciones, pero sobre todo en USA) se habrán preguntando: ¿no hay ningún candidato demócrata que no esté ya ´gagá´ como Biden, y en el lado republicano un hombre con capacidad de gestionar la nación y el mundo, sin hacer ni decir tonterías? Pues parecía ser que no. Porque a Kamala Harris, la actual vicepresidenta, la han tenido oculta, apartada (sea porque no ´cayera´ bien o porque no interesara a las élites demócratas), y ahora andaban buscando bajo las piedras, a toda prisa, a alguien joven, famosillo, sin experiencia, que no ganará, seguro, salvo milagro, a Trump.
Y es que hemos visto en estos tres últimos días en los medios de comunicación escritos y televisivos más veces a la vicepresidenta Harris (y a su marido Douglas Emhoff) que en los últimos tres años. Lo dicho, los sesudos pesos pesados demócratas –políticos, medios de comunicación y empresarios– estaban y están “a por uvas. Han dilapidado todo el caudal político, positivo, de Harris estos últimos años.
Kamala Harris, la Fiscal General de California -hija de emigrantes y de ascendencia afrocaribeña y tamil- que busca romper otra barrera de género en Estados Unidos. Ha reunido los suficientes delegados para obtener nominación demócrata a la Casa Blanca, con la bendición, ahora, de su presidente Joe Biden.
A los republicanos esto, electoralmente, les pilla con el pie cambiado por haberse centrado en la crítica feroz contra Biden, e intentan apresuradamente dar un giro a su campaña electoral, mudando de estrategia, y por eso ahora aumentan encarnizadamente los ataques contra Kamala Harris.
¿Podrá esta machacona campaña de los medios hacernos creer que Harris podrá ganar a Trump? Va a ser difícil, casi imposible, pero lo intentarán, no se para qué… Soy bastante pesimista en esto.
Y ya para acabar el baile de chismes y cotilleos, seguimos con la justicia española y sus jueces “estrella” que campan a su aire. Ahora le toca al juez Peinado desafiar al Tribunal Supremo, a la Audiencia Provincial de Madrid, y al Tribunal Constitucional, porque se cree el magistrado un “ Cid campeador” de la justicia española. Eso sí, el todopoderoso e ineficaz CGPJ no dice ni pío, como siempre en estos casos.
La citación de urgencia a Sánchez blinda al juez Peinado y le garantiza grabar al presidente en Moncloa. Esta premura de Peinado en citar al presidente convierte en papel mojado los recursos de la Fiscalía y la defensa de Begoña Gómez porque no hay tiempo a que sean resueltos antes del próximo martes. Y es que la Audiencia de Madrid decidirá dentro de dos meses si pone orden en la causa del juez Peinado contra Begoña Gómez. Ingenuamente la Fiscalía recurrió la citación de Pésanchez por innecesaria y avisó de las “disfunciones” del juez Peinado.
Parece ser que en la Audiencia de Madrid trabajan poco y no quieren cortar sus vacaciones. Por eso el tribunal fija para el 30 de septiembre el fallo sobre los recursos presentados hace dos semanas por la Fiscalía y la defensa de Gómez contra la “causa general” a la mujer del presidente y solo después decidirá sobre la citación a Sánchez en Moncloa que tendrá lugar el próximo martes ¡De risa!, o de pena.
Pues muy bien, dentro de dos meses ocurrirá eso de “se armó la de Troya.” Y nuestra justicia ya sabemos cómo es y a qué está: tardía y “a por uvas. Como lo de Kamala Harris.
Por cierto, recordemos que este ilustre paladín de la justicia, Peinado, es padre de una edil del PP en la Comunidad de Madrid, y muy vinculado a la mayoritaria conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). El magistrado tendría que haberse jubilado ya, pero el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le permitió en enero mantenerse en el puesto dos años más. Un ramalazo de pepero, sí que tiene, al menos.
Con eso ya estamos servidos y dios nos pille confesados (sobre todo a Begoña Gómez y a Pésanchez). Amén.