Foto de perfil del redactor de Diario16 David Casarejos.

Keir Starmer busca recuperar los beneficios de la UE sin renunciar al Brexit

02 de Septiembre de 2024
Guardar
Keir Starmer busca recuperar los beneficios de la UE sin renunciar al Brexit

La semana pasada Keir Starmer ha acelerado la toma de contacto con lideres de la UE con la intención de resetear la relación que, en manos de Boris Johnson, Liz Truss y Rishsi Sunak ha ido deteriorándose desde el Brexit.

Se ha reunido en Berlín con Olaf Scholz para discutir un tratado bilateral que busca fortalecer la cooperación en comercio, defensa y seguridad. Este encuentro fue parte de una visita diplomática para recalibrar las relaciones del Reino Unido con Alemania y, por extensión, con la UE​.

Así mismo se reunió en París con Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo. Esta reunión complemento la reunión con el canciller alemán y volvió a centrarse en explorar áreas de cooperación más estrecha sin revertir el Brexit, como mejorar las relaciones comerciales con la armonización de regulaciones y colaborar en seguridad y migración​.

Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, desde hace tiempo se ha obcecado en dejar claro que no tiene la intención de revertir el Brexit ni de llevar al Reino Unido de vuelta al redil europeo.

Poco importa que aparentemente fuera un defensor del Remain antes del referéndum de 2016 y Starmer ha adoptado una posición pragmática desde entonces, enfocándose en hacer que el Brexit funcione en lugar de tratar de deshacerlo.

Starmer ha señalado que su objetivo es mejorar la relación del Reino Unido con la UE dentro del contexto del Brexit, buscando acuerdos que beneficien la economía británica, pero sin revocar la decisión democrática de salir de la Unión Europea. El lema Brexit means Brexit (Brexit significa Brexit) parece que lo entiende solo a medias y cree que la UE va a permitirles elegir que partes de la relación con la UE puede elegir recuperar y en su cabeza esto incluye intentar renegociar ciertos aspectos de los acuerdos actuales para facilitar el comercio y la cooperación, pero siempre manteniéndose fuera de la UE y del mercado único.

Se está impulsado una política de "reset" con Europa, y su estrategia pasa claramente por construir una relación más estrecha con los principales países de la UE como Francia y Alemania en un “divide y vencerás”, y obviando que los países de la UE tendrán poco margen de acción para crear pactos bilaterales país a país con Reino Unido y seguirán una táctica de negociación de bloque.

Aunque estas acciones no significan una reintegración en la UE, indican un cambio significativo hacia un enfoque más colaborativo que recuerda la relación cercana previa al Brexit, pero sin los compromisos políticos formales de pertenecer al bloque y sin comprometer la soberanía británica.

El Brexit ya ha demostrado que es negativo y ha generado problemas significativos para el Reino Unido, que afectan tanto a la economía como a la política y la sociedad.

La economía del Reino Unido ha sufrido debido a la salida de la UE. Las barreras comerciales adicionales han aumentado costos para las empresas, especialmente en sectores como la manufactura y la agricultura. Esto ha provocado una reducción en las exportaciones hacia la UE y ha dificultado la importación de bienes y materiales esenciales​.

La salida de la UE ha contribuido a una escasez significativa de mano de obra, particularmente en sectores que dependían de trabajadores europeos, como la agricultura, la hospitalidad y el cuidado de la salud. La falta de trabajadores ha llevado a problemas como la escasez de alimentos en los supermercados y la sobrecarga en los servicios de salud.

El Brexit ha afectado la posición geopolítica del Reino Unido, reduciendo su influencia en Europa y en negociaciones internacionales, llevando a una percepción de aislamiento, afectando la capacidad del país para formar coaliciones y colaborar en asuntos globales como el cambio climático y la seguridad internacional.

Las nuevas barreras comerciales y la depreciación de la libra esterlina tras el referéndum del Brexit han contribuido al aumento de los precios de los alimentos y otros bienes, empeorando la crisis del costo de vida que afecta a millones de británicos.

El Protocolo de Irlanda del Norte, parte del acuerdo Brexit, ha creado tensiones políticas y comerciales en la región. Este protocolo establece controles aduaneros en el mar de Irlanda para evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, lo cual ha generado descontento entre unionistas y complicaciones logísticas para las empresas.

Las empresas británicas han perdido el acceso sin barreras al mercado único de la UE, afectando su competitividad. Además, la pérdida de la libertad de movimiento ha complicado la movilidad laboral, educativa y turística entre el Reino Unido y los países de la UE.

Estos problemas han creado una situación compleja para el Reino Unido que está forzando a buscar mejorar los acuerdos existentes con la UE.

La UE ha mantenido una postura abierta pero cautelosa respecto a un posible regreso del Reino Unido, aunque no ha habido ofertas formales ni indicaciones concretas de que este retorno esté en proceso o sea inminente. Sin embargo, varios líderes europeos han expresado que la puerta no está cerrada del todo, y la UE estaría dispuesta a considerar una posible reintegración si el Reino Unido decidiera en el futuro cambiar de rumbo.

La UE no ha propuesto oficialmente la readmisión del Reino Unido, y cualquier movimiento en esa dirección tendría que comenzar con una solicitud formal por parte del gobierno británico, seguida de un proceso complejo de negociaciones que podría incluir nuevas condiciones más estrictas que las que tenía antes del Brexit.

Algunos líderes, como el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, han señalado que estarían abiertos a discutir una futura relación más cercana si el Reino Unido muestra interés. Sin embargo, estos comentarios suelen ir acompañados de la advertencia de que cualquier nueva membresía tendría que cumplir con los criterios de la UE, incluyendo aspectos como la adopción de políticas comunes y la posible renuncia a ciertas excepciones que el Reino Unido tenía antes.

Algunos miembros del Parlamento Europeo también han expresado que, aunque lamentaron la salida del Reino Unido, estarían dispuestos a considerar su regreso, siempre y cuando se respeten las reglas y valores fundamentales de la UE, como la libre circulación y el mercado único.

Reino Unido conoce la solución a muchos de sus problemas y el primer paso es admitir el error, tragarse su arrogancia y evitar las visiones populistas que llevaron a este desastre…lo demás es alargar la espera.

Lo + leído