Me avergüenza que los naufragios no sean iguales para todos, a nadie parece importarle las miles de personas que están muriendo en el Mediterráneo, porque son refugiados o pobres en busca de una vida mejor.
Pero llevamos casi una semana hablando de 4 millonarios y un nieto, porque se les ha ocurrido como distracción, visitar en el fondo perdido del océano, al naufragado Titanic. Por ello se están poniendo todos los medios, para rescatarlos.
¿ Y yo me pregunto, no son vidas iguales unas a otras? Pues parece que no, que si eres pobre, humilde, o un refugiado de una guerra, tu vida no vale nada. Ah, pero si eres millonario, ¿como te van a dejar morir, sin poner todos los medios?
Aún no he escuchado decir a nadie, que esto es APOROFOBIA, así con mayúsculas y con todas sus letras. Deberíamos estar avergonzados, abochornados, por ser capaces de albergar un sentimiento como este, pero está claro que sólo lo sentimos unos pocos, los mismos a los que nos preocupan las personas, no su color de piel, ni su altura, ni su economía, ni su religión.
El odio como forma de expresión está calando hondo en la sociedad actual, han salido de sus cavernas a cielo abierto, y sin importarles vociferar su odio. Ahí están todos los intransigentes del mundo, todos los que en vez de intentar entender los problemas de los demás, simplemente se alejan, no sea contagioso. Ahí englobamos a todos los que sufren de aporofobia, xenófobos, racistas, fascistas, clasistas. ¡¡Qué pena me da una sociedad tan enferma que no se da cuenta de que carece de valores éticos, o morales, empatía y humanidad!!