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La batalla del relato

10 de Octubre de 2022
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Relato

La legítima acción política para conseguir democráticamente el poder requiere de un proyecto pensado y detallado que, para llegar al ciudadano, debe concretarse en un relato fácilmente comprensible, que defina una posición clara. Relato que asiente la propuesta ideológica que se postula, y facilite la reelaboración continua del mensaje que impone la velocidad luz a la que viaja la actualidad. Relato que es —RAE— <<la reconstrucción discursiva de ciertos acontecimientos interpretados en favor de una ideología o de un movimiento político>>. Por eso, es falaz acusar al adversario de actuar ideológicamente, porque esa acusación es, en sí misma, una posición ideológica. Estigmatizar en negativo el papel de la ideología es un oxímoron perverso si viene de quien vive de la política y no piensa lo que dice, que resta valor a las posiciones políticas, propias y ajenas, y devalúa el papel de la política y los políticos.

Todas las formaciones políticas actúan, legítimamente, por principios ideológicos yreconstruyen de continuo su relato sobre el presente y el futuro, convertido en pugna apremiante ante la inminencia de los procesos electorales. Relato que es fundamental en una sociedad mediatizada por la acción de las redes sociales y nuevos medios digitales que son correa de transmisión de posiciones ideológicas, que expanden noticias falsas y sin contrastar, para teledirigirel pensamiento y emborronar la realidad; con el efecto de pervertir el papel de los medios convencionales que pierden la exclusividad como prescriptores del relato político social, que ahora deben compartir con los usuarios de las tecnologías de la comunicación. Es el nuevo modelo comunicativo en el que la opinión anula la información y la inmediatez el análisis reflexivo, que se expresa con mensajes breves y sintéticos, donde la estrella es el <<post>>.  

En este esquema triunfa el relato simple e ideológico que no requiere explicación; recordemos algunos ejemplos: <<voy a gobernar como Dios manda>>, Rajoy dixit en un momento de profunda crisis económica donde el ciudadano miraba al pasado por temor a un futuro incierto: y ganó. <<Madrid es la libertad y la libertad es Madrid>>, dijo Ayuso y ganó las elecciones en un momento en el que los madrileños salían de un largo encierro en sus hogares por mor de una pandemia, y querían expansionarse sin trabas. Interpretaron mejor el contexto social; de ahí que saber interpretarlo sea básico para elaborar un relato al que la ciudadanía dé verosimilitud.

Modelo comunicativo en el que la derecha se maneja mejor que la izquierda, porque el régimen mediático prima el mensaje sincrético y simple que favorece su propuesta ideológica que no necesita de explicación, porque se basa en que nada cambie o lo haga lo menos posible. Esquema en el que la izquierda se viene manejando peor, porque su proyecto ideológico de progreso social necesita explicar por qué y para qué se quiere cambiar: explicación que no cabe en un <<tuit>>.

Contexto mediático que propicia un debate social simbólico y maniqueo que hay que aceptar, aunque no guste, en el que la izquierda empieza a manejarse mejor, como hemos visto estos días, al centrar el debate de la rebaja de impuestos en un relato simple y eficaz: <<la derecha baja los impuestos a los ricos, y la izquierda se los sube y los baja a las clases medias y trabajadoras>>. Aunque no guste, ese es el camino que impone el actual régimen mediático que nos come e inunda de ruido.

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