Antonio Aguado Sánchez

La denigrante supercopa de España en Arabia Saudí

20 de Enero de 2022
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Arabia Saudí es uno de los países más represores del mundo. Los derechos humanos brillan por su ausencia y la vida de las mujeres y del colectivo LGTBI tiene muy poco valor, el mal trato tanto síquico como físico que deben soportar está a la orden del día, formando parte de su cultura y tradiciones. Siendo una sociedad eminentemente patriarcal, el machismo está muy extendido y dando ejemplo de ello, en la propia realeza con el príncipe heredero al frente.

Esa sociedad deja mucho que desear y practica todo tipo de abusos, injusticias e incluso llega a aplicar abiertamente la pena de muerte sin garantías de juicios justos, o encubiertos asesinatos, como ocurrió con el periodista opositor saudí Jamal Khashoggi. Sin embargo, cuenta con el apoyo de Estados Unidos, que tiene a este país junto con Israel, como uno de sus principales aliados.

Sin llegar a los extremos de los Estados Unidos, pero España ha tenido y aún continúa teniendo intereses con Arabia Saudí, entre otros, el abastecimiento de armas y buques de guerra, que son utilizados en el Yemen, país de los más pobres del mundo. Como consecuencia de la guerra a final de 2019, la ONU había contabilizado la muerte de 233.000 personas y entre éstas, 85.000 niños menores de cinco años por malnutrición. En 2017 tuvo un brote de cólera que produjo 7.000 muertes. Siendo el numero de desplazados de 2.300.000 personas.

Para darle carta de naturaleza a las barbaridades que ésta cometiendo Arabia Saudí, los dirigentes del fútbol español (la Federación), acordaron celebrar una vez más (la anterior fue en enero de 2020) en éste arbitrario e injusto país el torneo de la supercopa de España. Lo disfrazan exponiendo que las mujeres podrán asistir a los encuentros, algo que hasta ahora tenían prohibido, pero como ocurrió la vez anterior, después de aprovecharse de las repercusiones propagandísticas y mediáticas a nivel internacional, con un coste para ellos insignificante de 120 millones de euros y no así para la Federación de Fútbol de España y los clubes participantes: Atlético de Bilbao, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, que se repartirán a partes iguales la mitad de esa cantidad, el Régimen Saudí, continuará imponiendo falta de derechos y libertades.

Las criticas de organizaciones de derechos humanos y muchos países de nuestro entorno, han sido una constante y cada vez más acentuadas, pero los responsables de esta nefasta decisión han seguido adelante. La imagen de nuestro país ha quedado muy deteriorada, pero curiosamente mucho más externamente y es que internamente, debido a todas las pasiones e intereses que mueve el fútbol, la critica ha sido mínima o al menos no lo suficiente, como para que estos despropósitos no siguieran adelante y evitar su realización.

Si internacionalmente estamos quedando en evidencia, contribuyendo a lavarle la imagen al Régimen Saudí, ¿por qué el Consejo Superior de Deportes no ha intervenido, prohibiendo la celebración de estos dos eventos deportivos, en un país tan reaccionario como el de Arabia Saudí?.

El Consejo Superior de Deportes, está integrado en el organigrama del Ministerio de Cultura y Deportes y a su vez en el mismo, se integran todas las federaciones deportivas, representando a los correspondientes clubes y según la Ley del Deporte, en sus competencias entre otras están las siguientes:

Autorizar y revocar de forma motivada la constitución y aprobar los estatutos y reglamentos de las federaciones deportivas españolas.

Acordar, con las federaciones deportivas españolas sus objetivos, programas deportivos, en especial los del deporte de alto nivel, presupuestos y estructuras orgánica y funcional de aquéllas, suscribiendo al efecto los correspondientes convenios. Tales convenios tendrán naturaleza jurídico-administrativa.

Conceder las subvenciones económicas que procedan, a las federaciones deportivas y demás entidades y asociaciones deportivas, inspeccionando y comprobando la adecuación de las mismas al cumplimiento de los fines previstos en la presente Ley.

Actuar en coordinación con las comunidades autónomas respecto de la actividad deportiva general, y cooperar con las mismas en el desarrollo de las competencias que tienen atribuidas en sus respectivos Estatutos.

Autorizar o denegar, previa conformidad del Ministerio de Asuntos Exteriores, la celebración en territorio español de competiciones deportivas oficiales de carácter internacional, así como la participación de las selecciones españolas en las competiciones internacionales.

Autorizar los gastos plurianuales de las federaciones deportivas españolas, en los supuestos reglamentariamente previstos, determinar el destino del patrimonio neto de aquéllas en caso de disolución, controlar las subvenciones que les hubiera otorgado y autorizar el gravamen y enajenación de sus bienes inmuebles, cuando estos hayan sido financiados total o parcialmente con fondos públicos del Estado. Autorizar la inscripción de las federaciones deportivas españolas en las correspondientes federaciones deportivas de carácter internacional

Como se puede comprobar, el Gobierno a través del Ministerio de Cultura y Deportes y por mediación, del Consejo Superior de Deportes, tiene competencias más que suficientes, para haber evitado que una determinada federación en este caso la de futbol, haya actuado tan irresponsablemente.

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