La equiparación salarial, cada vez más cerca
23
de Marzo
de
2018
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
Guardar
Poco a poco la margarita se va deshojando. La primera fase de la equiparación salarial para los guardias civiles y policías nacionales ha finalizado con éxito. Y ésta no era otra que conseguir alcanzar -y validar- un acuerdo satisfactorio para los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el camino hacia la supresión de la brecha salarial con los agentes de policía autonómicos. Sin duda, el acuerdo alcanzado no es perfecto, no es todo lo que hubiéramos querido, pero sí estamos seguros de haber alcanzado todo aquello dentro del margen que disponíamos. En dos frentes diferenciados, por un lado en el aspecto económico, y por otro en la línea del tiempo. En ambos no había margen para más. Por partida presupuestaria y porque los Presupuestos Generales del Estado comienzan su tramitación en los próximos días. Esto es lo mejor que podíamos alcanzar. ¿Mucho? ¿Poco? Cuando menos, ambicioso y un gran avance.Un dato para meditar y ayudar a comprender que no había margen para más: pensemos que en el presente año, voluntariamente, y tan solo en la Guardia Civil, podrán pasar a reserva por edad casi 4.000 guardias civiles. Pero es que el número aumentará en los próximos años: 5.100, 6.800, 8.500, 10.400, hasta 13.000 agentes en el año 2023. Con estos datos a nadie le extraña que el Gobierno quisiera suprimir esta opción. Gracias al trabajo en unidad de acción de asociaciones y sindicatos de las organizaciones representativas esto no sucedió, pero eliminar por completo el impacto era imposible, y así el Ministerio del Interior encaminó su propuesta a alentar la continuidad en servicio activo. Por tanto, se mantienen intactos los derechos laborales que era uno de los grandes objetivos en la negociación colectiva llevada a cabo.No reconocerlo es engañarse a uno mismo, o a los demás, que es peor aún. Seguir con las manifestaciones una vez logrado el objetivo obedece a unos intereses que no son los del colectivo, sino los de organizaciones que luchan por su propia supervivencia a costa de las ilusiones de los demás.Ahora que tenemos la mitad del camino recorrido vemos cómo otras demandas, justas en sus reivindicaciones como la nuestra, se intentan abrir paso en un estrecho margen y con la bocina sonando casi con el marcador a cero. Nosotros lo hemos conseguido, ya estamos en la casilla de salida listos para iniciar la partida.Ahora queda la segunda fase: que el acuerdo firmado sea real, que se cumpla por parte del Gobierno y en tres años un guardia civil o un policía nacional perciban la misma remuneración por su trabajo que un mosso, pues por el mismo trabajo se ha de percibir el mismo salario.Aunque todavía no se ha conseguido nada tangible, aún las palabras no han dado paso a los hechos, y por tanto seguimos con las espadas en alto, sí es cierto que cada vez estamos más cerca de conseguirlo. Ahora comienza la segunda fase, trabajar para que la asignación de las cantidades destinadas a retribuir a los policías estatales sean objetivas y vayan a los bolsillos de quienes durante años han sido agraviados. También debemos permanecer muy atentos a que el acuerdo se cumpla y a que se tramite la ley sobre igualdad retributiva entre cuerpos policiales en España, para que esta situación no vuelva a producirse en un futuro.El camino hacia la equiparación no ha terminado, sino todo lo contrario: no ha hecho más que comenzar, y es responsabilidad de los representantes legalmente elegidos seguir de cerca el proceso mientras nos aproximamos a enero de 2020, donde, si todo marcha bien, se habrá logrado el objetivo.
Lo + leído