Foto del perfil del redactor de Diario16 Vicente Mateos Sainz de Medrano.

La fuerza de un valiente

13 de Abril de 2022
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José Luis Peñas en una imagen de archivo.

Con la reciente sentencia de la Audiencia Nacional, ya son 81 los dirigentes, cargos públicos y adláteres del PP condenados en diferentes casos de corrupción, por detraer centenares de millones de euros del erario público o recibir mordidas de empresarios beneficiados a dedo con contratos en diferentes administraciones públicas. Condenas que aumentarán por los procesos que siguen abiertos en los juzgados, en la UDEF y la Fiscalía Anticorrupción. Datos que evidencian que el PP tiene un problema histórico y sistémico de corrupción en el tuétano de su organización, al que Feijóo no puede ni debe dar carpetazo —como hizo Casado— diciendo que son cosas del pasado. Falsedad que busca opacar los nuevos casos abiertos, otra vez en Madrid, que salpican a Ayuso y Almeida.

El más notorio es la trama Gürtel —que abrió la veda para la aparición de más casos de corrupción en otros puntos de España—  por el nivel político de los implicados y el volumen de dinero que ha movido en corruptelas de todo tipo de las que se ha beneficiado el PP, como confirma, por segunda vez, la reciente sentencia. Corrupción que le costó el cargo de Presidente del Gobierno a Mariano Rajoy, por una moción de censura —la primera aprobada en democracia— como ejemplo del alcance de un sistema corrupto, del que aún quedan por juzgar otros tres casos: el de Arganda del Rey, el caso Camps y el de la estructura de blanqueo internacional.

Resultado de la decisión de un valiente: José Luis Peñas, que asesorado por el abogado Ángel Galindo, destaparon el caso Gürtel el 6 de noviembre de 2007, con una denuncia ante la UDEF que se puso en marcha, por la decisión de Peñas de auto inculparse, para dar verosimilitud a la información y las grabaciones que realizó a sus compañeros de partido, del PP, cuando era Concejal en el Ayuntamiento de Majadahonda, origen de la trama. Denuncia que le ha costado su plaza como funcionario público, recurrida y la espera del indulto solicitado, que le permite trabajar, por el momento, en el Ayuntamiento de Madrid. Sanción unida a la social que ha hecho de Peñas un apestado para las huestes del PP, al punto de que muchos de sus dirigentes le califican de traidor. Este es el coste por ser honesto y denunciar los tejemanejes inmorales e ilegales que ahogan al PP, que vivió de primera mano. Peñas es hoy un referente del camino que deberían seguir aquellos que saben de asuntos turbios en los organismos públicos que manejan el dinero que es de todos. Inmolarse a favor de la justicia social debería ser premiado por la sociedad

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