La Gestora pone en su sitio a Pedro Sánchez

Hay ocasiones en las que es mejor estarse callado y parecer idiota que hablar, en este caso escribir, y parecerlo. Algo así le ha ocurrido a Pedro Sánchez con la misiva que ha enviado el lunes al presidente de la gestora del PSOE. En la citada carta el ex-secretario general dimisionario solicitaba a los gestores actuales del PSOE contundencia en la actuación contra las tramas de corrupción del PP. Ha aprovechado para hacerse campaña él mismo en la carta al afirmar que “siempre he criticado la tardanza en convocar y celebrar las primarias y nuestro Congreso. La situación de España exige un PSOE fuerte con un liderazgo claro y respaldado por los afiliados y afiliadas. Un PSOE sin líder sólo tiene un beneficiario: Mariano Rajoy”.No sabemos desde qué condición ha solicitado a la dirección “provisional” que el grupo parlamentario y demás órganos del partido “la necesidad urgente de registrar la comparecencia urgente de Mariano Rajoy”. Así Javier Fernández, en su respuesta, le comunica que el Grupo Parlamentario “ya había tomado esa decisión” antes de que enviase su carta. En la Comisión de Investigación que ha podido ser creada en esta legislatura el presidente comparecerá. Pero que antes no puede ir a la comisión puesto que no se ha puesto en marcha, algo fundamental y lógico. También le ha recordado que tanto la dirección del PSOE de Madrid, como los demás órganos están trabajando en muchas más iniciativas. Para finalizar le ha recordado que “todas estas noticias han sido publicadas profusamente en los medios pero, por supuesto, no tengo ningún inconveniente en trasladártelas por escrito, dada que es esta la vía que has decidido para comunicarte conmigo”.Sánchez ha metido la pata hasta el corvejón por intentar apuntarse un tanto dentro de su campaña de primarias. Debe desconocer que el PSOE madrileño, junto a la Gestora, habían decidido esperar unos días para ver cómo se desarrollaban las investigaciones judiciales y analizar las posibilidades de presentar una moción de censura en Madrid y personarse como acusación particular en los distintos casos. Algo que también ha hecho Podemos, por cierto. Como afirma en su misiva Fernández parece que Sánchez o bien no lee los periódicos, o sólo lee los que hablan de él. En todos los medios de comunicación hemos dado cuenta día a día de todo lo que se iba desarrollando en la Operación Lezo y demás corruptelas del PP.Mario Jiménez ha sido contundente al respecto de la comparecencia de Mariano Rajoy: “terminará contestando en las Cortes, bajo juramento y según lo que establece el Código Penal para los comparecientes en las Comisiones de Investigación: con la obligación de decir verdad”. Pero para eso hace falta que termine la constitución de la Comisión. La demagogia que utiliza el candidato socialista a veces se vuelve contra su persona. El No es No es buen eslogan, vacío pero bueno. Pero frente a los hechos de la realidad, no de las fantasías particulares de alguien, los deseos personales se dan de bruces con un muro. En este caso el muro se llama Comisión no constituida. ¿Qué quería Sánchez, que la Comisión se generase por generación espontánea para satisfacer sus propios deseos? Ya le ocurrió en el pasado cuando deseó que le apoyase Podemos tras firmar un acuerdo de derechas con el PP naranja. No, esas cosas no suelen ocurrir ni en las utopías clásicas.Es curioso que como Concejal del Madrid de 2004 a 2009, o como Consejero de la Asamblea General de Caja Madrid (2004-2011), o como Consejero de la Empresa Municipal Promoción de Madrid (2006-2007), o como Consejero de la Empresa de Suelo y Vivienda del Ayuntamiento de Madrid (2008-2009) jamás se percatase de lo que sucedió en el Canal, por ejemplo. No se le recuerdan, como manifiesta algún compañero de la época, grandes acusaciones contra el PP más corrupto de la historia que gobernaba entonces. Claro, era parte de los balbases, que aún no habían caído en desgracia, y sólo había que seguir las órdenes del aparato. Mientras otros compañeros y compañeras sí daban la cara, como el defenestrado Tomás Gómez.Mientras los otros contendientes de las primarias han dado margen de maniobra a la dirección actual, aunque han atacado las trapacerías del PP, Sánchez ha intentado ganar puntos a su favor con su misiva. Justo la persona que más debería callar porque él sí estaba presente mientras se cometían las corruptelas el Madrid. Ni Patxi López, ni Susana Díaz manejan la información que él tiene por experiencia propia. Pero aun así ha intentado pervertir el proceso de primarias para presentarse frente a la militancia como el gran luchador contra el sistema corrupto del PP. Ese sistema que denunciaba Gómez y demás militantes madrileños a los que defenestró para situar a los suyos al frente y al candidato del grupo Prisa. Sí ese mismo grupo mediático que ahora es malvado pero que en 2015 era lo más maravilloso del mundo porque le apoyaba a él.Cuando el ego de la persona es mayor que su capacidad intelectual suele derivarse en cierta megalomanía y creación de una ficción paralela que es casi lo que le está sucediendo a Sánchez. Tiene que estar en todos los guisos para seguir estando en los focos mediáticos. Mintió al jefe del Estado al decirle que contaba con los apoyos suficientes para ser presidente del Gobierno, cuando no era así. Después de dos derrotas contundentes y un bajón sin paliativos en Galicia y Euskadi, tuvo la gran idea de convocar primarias y Congreso exprés laminando las posibilidades de cualquier tipo de alternativa a su persona. Y ahora ¡se queja de que hay mucho tiempo para las primarias! Lógico a él le gustan rápidas y ganadas sin oposición.Pero lo peor no es eso sino que se está cargando el movimiento de base que había salido a la calle con el No es No. Ya ha comenzado a situar a sus personas más allegadas y de más confianza en los puestos claves del movimiento para controlarlo y meterlo bajo el paraguas de su aparato en la sombra. Una persona como Susana Sumelzo, que se mojó y dio la cara ha sido defenestrada en favor de los arrepentidos pero con más poder orgánico. No puede evitar recuperar su pasado de apparatchik del PSOE durante tantos años. Esta actitud acaba fomentando el odio contra los que no piensa como él entre sus huestes. Decir a la Gestora que haga algo que no puede hacer físicamente es una estrategia perversa que genera, como en los discursos populistas, una división amigo-enemigo perjudicial a corto, medio y largo plazo.Javier Fernández esta vez ha sido amable pero contundente al poner en su sitio a Sánchez y hacerle ver la realidad no los deseos personales. Igualmente los otros dos candidatos han sido elegantes al no reprocharle la metedura de pata. El intento de distorsionar las primarias da a entender que no tiene todas consigo frente al avance de los otros candidatos, en especial Susana Díaz. O bien solamente desea la confrontación basura lejana de la ideología. Una ideología que ahora defiende con la que no debe sentirse muy a gusto porque nunca ha sido la suya. Él es más de liberalismo con tintes sociales y de terceras vías antes que marxismos, socialismo o gradualismo. Para eso hay que leer cosas muy complicadas. No piensa en el partido sino en él mismo. Lo bueno para el PSOE es todo lo que sea bueno para él. Como decía José Antonio Gómez, el PSOE puede llegar a ser un nuevo caso de desaparición de un partido socialista en Europa, pero en el caso español sería porque Sánchez está inoculando un virus mortal, el del odio entre compañeros.