Foto del perfil del redactor de Diario16 Vicente Mateos Sainz de Medrano.

La impunidad de Israel ofende a la humanidad

13 de Mayo de 2024
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Netanyahu

La impunidad con la que el Gobierno de Israel lleva adelante el genocidio del pueblo palestino —exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad (RAE)—, ofende a la humanidad, a las personas con sentimientos, y desempolva la frase del poeta John Donne, plasmada en su Meditación XVII en 1624, que inspiró en el siglo XX a Ernest Hemingway para su novela Por quién doblan las campanas que dice: <<la muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti>>.

Éste sentimiento de hermandad y humanidad que nos hace humanos es lo que está ofendiendo el Gobierno sionista y radical de Israel, con sorprendente malignidad impune e impropia en el siglo XXI para un país que se define como una democracia, por su empeño en matar y matar sin fin a la población civil palestina, en un afán demoníaco por borrarlos del mapa, cebándose, en asesinar a niños y niñas para acabar con las generaciones futuras, en la visión medieval y mafiosa de que hay que erradicar a toda la estirpe del enemigo para evitar su venganza futura.

Ésta es la verdad que muestran a diario desde hace siete meses las televisiones, con imágenes de una crueldad y saña que sobrepasan los estándares de maldad de todo conflicto armado, que vulneran de manera palmaria la Declaración Universal de Derechos Humanos, por los asesinatos sin castigo, el acorralamiento físico, la asfixia sanitaria y alimentaria que vemos a diario, que ejemplifican lo que organismos y tribunales internacionales califican de crímenes de guerra y lesa humanidad.

Lo que está sucediendo en Gaza no es una guerra, porque la violencia y los crímenes del ejército israelí, no tienen parangón con la réplica por parte de Hamas. No es una guerra: es una invasión de exterminio. Decir esto, no significa borrar la acción terrorista de Hamas que originó esta masacre, como los acérrimos defensores del Gobierno de Israel pretenden hacer creer a la opinión pública; o queno se sepa diferenciar a la sociedad israelí de su puntual Gobierno sionistaencabezado por el corrupto Netanyahu, señalado como tal por una parte sustancial de la ciudadanía israelí, temerosa del efecto mundial negativo que tendrán en el futuro para su país las acciones criminales de su ejército. La Ley del Karma es inapelable cuando se comenten maldades superlativas como las que vemos diariamente en Gaza.

Oír a Ayuso denostar las protestas de los universitarios, con el argumento de que la política debe estar fuera de la universidad, me ha recordado que eso mismo esgrimíanlos defensores de la dictadura de Franco, para movilizar a los grises cuando nos manifestábamos exigiendo democracia. La universidad es el espacio para la expresión de las ideas y el pensamiento libre que, en este caso, lanza al mundo la necesidad de hacer algo ante la inoperancia y debilidad de las organizaciones internacionales y gobiernos que podrían hacer más para detener este exterminio. Inoperancia que pone de relieve el poder del lobby judío, en especial en EEUU principal suministrador del material de guerra con el que Israel asesina a niños, niñas, adolescentes, madres y embarazadas de manera masiva. Ahora, parece que la abyección del ejército israelí y sus efectos comienza a remover la conciencia de Joe Biden, por la presión de los universitarios y el temor a perder las elecciones ante Trump, si le abandona el voto joven.

Supuesto giro del que hablan los medios, que no obedecería tanto al descubrimiento de golpe de las atrocidades del ejército israelí en Gaza, sino al cálculo político que, implícitamente, da a entender, qué, de no haber elecciones en los USA en noviembre, Israel no tendría de que preocuparse para continuar con su exterminio. De ahí la importancia sustancial del mensaje que lanzan al mundo los estudiantes universitarios y ciudadanos de toda condición en todos los continentes, para recordarnos que:las campanas siempre doblan por ti.

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