Daniel Martínez Castizo

La izquierda alternativa andaluza ante un hipotético escenario madrileño o murciano

15 de Marzo de 2021
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Parlamento Andalucia

La ruptura de acuerdos y pactos de gobiernos entre los partidos que desean mantener el statu quo neoliberal rara vez se da. Lo normal es que, en caso de producirse, tenga lugar sobre un apacible contexto de mayoría de derechas que impida, ya sea de forma indirecta o directa, un posterior gobierno de la izquierda reformista o transformadora. De hecho, y por una cuestión estructural, la mayoría de encontronazos y rupturas tienen lugar en este último espacio ideológico.

No obstante, y durante la última semana, los grandes protagonistas han sido PP y Cs en, por ahora, dos gobiernos autonómicos (y una alcaldía) en los que, con el apoyo periférico de VOX, compartían “apaciblemente” su gestión. Además, la suma de la “izquierda” en ambos territorios dejaría sus respectivos gobiernos bajo la influencia, ya sea de forma directa o indirecta, de organizaciones políticas tan peligrosas para la derecha como: Podemos, Equo, Izquierda Unida o Más Madrid (cada uno en su territorio según su peso representativo en las diferentes coaliciones electorales de 2019).

En Andalucía, frente a todo este frenesí de ajustes de cuentas, y para frenar propuestas de mociones de censura como la de Castilla y León, Presidente y Vicepresidente salieron a transmitir tranquilidad y confianza. La pregunta es si, tal y como se encuentra el escenario de la izquierda alternativa y su correlación de fuerzas parlamentaria, tal rueda de prensa era o no necesaria. Sea cual fuere su respuesta, y solo por el mero hecho de haberla planteado, deberíamos entrar a analizar las posibles situaciones que viviría la izquierda andaluza ante una posible moción de censura a la madrileña o murciana, así como la convocatoria de elecciones a la carrera.

La moción de censura a la madrileña.

En este escenario nos encontramos a un Juan Manuel Moreno que, de forma precipitada, y ante el miedo de que Cs y PSOE firmen un pacto para echarlo, decide convocar elecciones al mismo tiempo que PSOE presenta en solitario (como en Madrid) la moción de censura. Ahora bien, en este caso, y como se ha podido comprobar, no existe un segundo partido que pueda presentar dicho texto porque Adelante Andalucía (o lo que queda de ella) no cuenta, al menos, con un cuarto de los miembros del Parlamento en su grupo político. Quizás algunos verían este hecho como algo positivo a la hora de determinar un candidato alternativo a Juan Manuel Moreno, pero quien diga o piense que todo estaría hecho desconoce las tiranteces entre PSOE y los partidos miembros de Adelante y diputados no adscritos que llevaría, indiscutiblemente, a una falta total y absoluta de acuerdo ¿Quién estaría dispuesto a apoyar al PSOE de Susana que rompió su acuerdo con Izquierda Unida en 2015 o cargó contra Adelante durante la campaña electoral de 2018? En cualquier caso, y aun consiguiendo la abstención de Adelante (8) y diputados no adscritos (9), PSOE necesitaría contar con el apoyo de un despechado Cs (opuestos a respaldar un acuerdo de gobierno en el que figuren Adelante y diputados no adscritos) para superar los 37 noes de PP (26) y VOX (11). Lo que nos lleva a otro escenario.

La moción de censura a la murciana.

A la murciana es, sin lugar a dudas, la opción más viable para que el PP fuese desalojado del gobierno. La suma entre Cs y PSOE superan los 54 escaños (se quedaría a 1 de la mayoría absoluta) y, además, deja muy rezagado la posible suma entre PP y VOX con 37 y, quizás, el apoyo de la diputada no adscrita que antes pertenecía a este último grupo. Dicho esto, existen varias diferencias notables respecto a Murcia. En primer lugar, y dada la correlación de fuerzas, no es posible romper el acuerdo mediante el transfuguismo de unos cuantos diputados de Cs y, por otra parte, para nada vuelve a estar asegurado el apoyo de alguno de los diputados de Adelante y no adscritos con un gobierno que ya sufrieron, en forma de acuerdo de investidura, durante la pasada legislatura. Quizás, una hipotética abstención de ambos, forzados por el argumento de frenar a la extrema derecha, pudiera dar lugar a la caída en desgracia del gobierno del PP.

Elecciones a la carrera.

Finalmente no habrá moción de censura y prospera, por resolución judicial, el Decreto del presidente de la Junta a través del cual quedan convocadas elecciones ¿Qué dicen las encuestas? Según el último Barómetro de Opinión Pública de Andalucía de la Fundación CENTRA (diciembre de 2020), sería el PP quién ganaría las elecciones con 37 diputados (26,6%); seguido de PSOE con 28 (23,5%); VOX con 17 (15,7%); Cs con 14 (12,2%); UP con 11 (10,3%) y, en último lugar, Andalucía No Se Rinde con 2 (4,8%). Así las cosas, y siguiendo las tendencias de las encuestas mostradas para Madrid, vemos como también en Andalucía PP y VOX se quedarían a 1 diputado de la mayoría absoluta y, por tanto, serían los grandes beneficiados del citado encuentro con las urnas.

En resumidas cuentas, el papel que la izquierda alternativa andaluza jugaría en cualesquiera de los hipotéticos escenarios sería escueto, para nada determinante o simplemente anecdótico. La correlación de fuerzas, con 17 diputados iniciales, fue sumamente importante para un proyecto diferente a los tradicionalmente vistos en la izquierda andaluza. Si bien no sirvieron para condicionar un gobierno de “centro-izquierda” de PSOE (acuerdo de investidura) o dar forma a uno en coalición con éstos (difícil por la histórica trayectoria institucional del PSOE y Susana, así como el denostado trato hacia IU o Podemos), mostró que existía un discurso alternativo y transformador con aspiraciones de serias de dar la vuelta a la realidad política andaluza. Pese a las esperanzas depositadas en el proyecto Adelante, respaldado por un amplio espacio de partidos y movimientos sociales, su fortaleza fue dinamitada durante el verano de 2020 y, con ello, enterradas las posibles opciones de avanzar en futuros procesos electorales como, por ejemplo, el hipotético adelanto electoral que acabamos de simular.

Este somero y escueto análisis de una simulación en Andalucía, bien a la madrileña o murciana, nos puede dar pistas sobre las limitaciones y debilidades de una izquierda alternativa que, desde hace décadas, parece encontrarse en una perpetua construcción. El escenario de incertidumbre puede provocar, a nivel institucional, la pérdida de las pocas oportunidades que se presentan para condicionar gobiernos o acceder a ellos para, de esta forma, articular las medidas que los andaluces más necesitados aguardan con esperanzas. De momento, y solo de momento, la estabilidad del acuerdo PP y Cs parece estar tan asegurado como la incapacidad de la izquierda alternativa andaluza (por ahora) de obtener algo positivo para la mayoría social ante cualquier hipotético escenario.

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