Tras la aprobación de la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, cualquier jurista podría plantearse qué sucedería en la sucesión de la Corona si la Infanta Sofía iniciara el procedimiento de autodeterminación de género en el Registro Civil.
Vaya por delante, no obstante, que el presente artículo se narra desde un punto de vista eminentemente hipotético, no respondiendo en absoluto a ninguna voluntad de la Infanta ni de la familia real.
Una vez hechas las pertinentes advertencias, no puede olvidarse el orden de sucesión al trono establecido constitucionalmente. Así, el artículo 57.1 de la Constitución establece que “en el mismo grado [tendrá preferencia] el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos”.
De ahí que en la configuración actual de la familia real, Leonor (nacida el 31 de octubre de 2005) tenga atribuida la condición de Princesa de Asturias ocupando la primera línea de sucesión al trono; mientras que su hermana pequeña - la Infanta Sofía (nacida el 29 de abril de 2007) - ocupe la segunda línea de sucesión.
¿Cuál es el procedimiento para la autodeterminación de género?
Con carácter previo a analizar qué sucedería en la Casa Real, debemos hacer un pequeño hincapié en el procedimiento establecido en la ley trans para proceder a la rectificación de la mención relativa al sexo en el Registro Civil.
Así las cosas, la persona legitimada tiene derecho a acceder al Registro y solicitar la rectificación de su sexo, siendo en ese momento convocado a una primera comparecencia en la que se tomará debida nota de la voluntad del legitimado.
Transcurridos tres meses, como máximo, desde esa primera comparecencia, el solicitante volverá a ser citado en el Registro para ratificar su decisión y voluntad; momento a partir del cual el órgano registral competente tendrá un mes para dictar la oportuna resolución.
Una vez realizada la rectificación registral, al amparo de lo dispuesto en el artículo 46.2 de la ley trans, “la persona [podrá] ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición.
Y como colofón final, una vez hayan transcurrido seis meses desde la rectificación registral del sexo, el legitimado podrá solicitar la reversibilidad; es decir, volver a la mención originaria sobre su sexo.
¿Qué sucedería si la Infanta Sofía se acogiera a este procedimiento?
En primer lugar, no es ninguna novedad recordar que si los Reyes decidieran ampliar la familia y por obra del azar procrearan a un varón, éste se convertiría automáticamente en Príncipe de Asturias, con el consiguiente despojo de esa condición a su hermana Leonor dado el orden sucesorio que dice ser preferente el varón a la mujer.
En consecuencia, tampoco es óbice pensar que en el hipotético e improbable caso que la Infanta Sofía se acogiera al procedimiento establecido en la nueva ley trans para la rectificación de la mención relativa a su sexo, ésta pasaría a ocupar de facto la condición de Princesa de Asturias y, Eleonor, la de Infanta.
Todo ello recobra todavía más verosimilitud si recordamos que el artículo 46.2 de la ley trans al que ya hemos hecho referencia indica que “la rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición”.
Por lo tanto, si la Infanta Sofía se autodeterminara con el género masculino, ésta tendría derecho a ocupar la primera línea de sucesión al trono por delante de su hermana Leonor. Y es que, además, al amparo del artículo 57.3 de la Constitución la condición de Príncipe o Princesa de Asturias no se adquiere únicamente con el nacimiento sino también con “el hecho que origina el llamamiento”.
Ese hecho, según la ley trans, puede ser la rectificación registral de la mención del sexo, que en conjunción con el orden sucesorio y con la adquisición de todos los derechos inherentes a la nueva condición, harían que la Princesa de Asturias pasara a ser la actual Infanta Sofía.