Esta frase pertenece al poema de Ross Wallace escrito en 1865. En aquel caso, reconociendo el valor de la mujer como madre en el desarrollo humano. Sin embargo, esta cita se acabó utilizando metafóricamente en diversos sentidos. En política, por ejemplo, porque es habitual que detrás de la cuna social esté otra mano. Tal vez la mano de los sectores de poder que desean tener el control en la oscuridad. Desde allí, todo es posible.
Se dan cita así, los mecanismos de la corrupción empresarial, política e institucional. En nuestro país apreciamos indicios de que la cuna del Estado está mecida por los omnipresentes fondos buitre, probablemente nutridos por los mismos recursos económicos de la elusión fiscal, del gran negocio de la prostitución y del narcotráfico. Colombia está viviendo un infierno en estos momentos bajo la impertinente pasividad de los estados llamados democráticos. No es el único caso.
Cuando se aceptan las condiciones de los que mecen la cuna, se terminan aceptando los repertorios más abyectos y siniestros que puede mostrar la decadencia humana. Los retrocesos en derechos, la permisividad en mantener legislaciones laxas con la corrupción en todas sus formas. Todas, son expresiones del control al que nos están sometiendo cada día. Mira el precio de la energía que te hacen pagar.
Los indicadores de pobreza son síntomas obvios del proceso. Según el avance de resultados del XI Informe: "El Estado de la Pobreza en España 2021", la situación dista mucho de ser aceptable:
“El dato más importante, por actual, de los ofrecidos es el enorme incremento de la Privación Material Severa que se incrementa desde el 4,7 % hasta el 7 % en un año, lo que significa que en España hay 3,3 millones de personas que no pueden afrontar cuatro o más conceptos, ítems o elementos de consumo, de un total de nueve considerados básicos en el territorio europeo. También se incrementa el porcentaje de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes, que pasa del 7,8 % al 10 % de la población, es decir, 4,7 millones de personas; la tasa AROPE, desde el 25,3 % hasta el 26,4 %, y el riesgo de pobreza, que se incrementa tres décimas, hasta alcanzar el 21 % de la población española”.
Si bien la pandemia afectó a una gran proporción de la población mundial, al parecer sólo se cebó en los sectores más vulnerables. A su costa, los grupos más poderosos siguieron incrementando sus beneficios. Me pregunto quienes abuchearon a los representantes del gobierno en el evento del 12 de octubre. Sería deseable que la ultraderecha y los obvios neoliberales que se hallan en el gabinete, explicasen si resulta ético que sigan atacando las raíces de la convivencia.
Su acción depredadora rompe España. La generación del odio produce un estado de alarma que la Justicia debería atender y corregir. El general estado de alarma que se viene apreciando en los juzgados no es bueno para nadie. Las decisiones sospechadas de doble moral, o partidismo, son, desde todo punto de vista, inconvenientes. El archivo de causas de manera inadecuada, la alteración de pruebas o casos similares, resultarían propias de un Estado al menos autoritario.
Es necesario gobernar para la gente. El informe mencionado expresa en este sentido que:
“De momento, puede servir como aproximación el número de hogares sin perceptores de ingresos que, en el último trimestre de 2020, alcanzaba los 609.900 hogares. Es cierto que esta cifra supone un incremento por efecto de la COVID-19 de 44.000 hogares, sin embargo, tal como muestra el gráfico anterior es muy inferior a las cifras que se alcanzaron entre 2013 y 2015, es decir, en los años más duros de la crisis económica previa. Esta cuestión, así como otros datos que se desgranan en el informe, no pueden desligarse de la radical diferencia en la forma de enfrentar las consecuencias económicas de la crisis sanitaria con respecto a la de 2009. En este sentido, medidas como las contenidas en el llamado escudo social, el Ingreso Mínimo Vital, el incremento del salario mínimo y otras han contribuido a paliar las consecuencias de la COVID-19.”
Cuando se escuchan declaraciones, en especial de la derecha y ultraderecha, que van en contra de ese escudo social que se aplicó, resulta evidente que quienes las formulan son portavoces de “la mano que mece la cuna”. Se han propuesto tomar el control por medios violentos y antidemocráticos.
No dejes que lo consigan.