El 20 de noviembre es su cumpleaños, ya cumple cuarenta y cinco años y parece una cría casi sin educar.
La verdad es lo que dicen los que la concibieron a base de días convulsos y vieron nacer con el sufrimiento de un parto con complicaciones para el alumbramiento.
La misma luz que nos deslumbra al analizar a toro pasado y manipulado por el dolor causado de uno u otro lado, añade su prima hermana democracia.
El dolor de los muertos en las cunetas no se resignan al descanso eterno sin ser llorados por sus familiares, eso molesta a unos que a pesar de que su verdugo murió plácidamente en su cama, rodeado por los suyos quieren que sea de esa manera.
El sonido de los sollozos se han escuchado en el Congreso por 52 gargantas compungidas por ver que España avanza en derechos e igualdad y apreciar con “asombro” para ellos claro, que la mayoría de los representantes de la ciudadanía española no olvida los estallidos de las armas que se llevaron la vida de miles de hermanos compatriotas.
El 20 de noviembre es una fecha de inicio sin duda alguna de una nueva etapa sin cerrar para algunos la anterior.
Y ya se sabe que las heridas mal curadas vuelven a salir supurando infecciones, que por desgracia para mi país, llora de dolor por la multitud de ulceras que le han salido.
España es un país grande y libre, que ha sabido mirar hacia otro lado para avanzar durante 45 años, no dejemos que las propagaciones de alegatos vacíos de argumentos.
Los dolores como es sabido son diferentes, por la causa, la forma del hecho causante etc… y que los niños lloran absolutamente por todo. Ahora más sin duda ninguna, se ha arrebatado su bienestar forjado en el régimen del miedo y privilegios adquiridos durante años perdidos para España.
Continuamos mirando hacia otro lado. Sí, no pongas esa cara de sorpresa leyendo esta fría afirmación que me atrevo hacer, cuarenta y cinco años después aunque no te lo creas continuamos en el discurso de las dos Españas, la de los rojos o azules, la de buenos y los malos, de los vencedores y vencidos. Hasta que no cerremos esa herida enquistada nuestra nación no avanzará.
No vierto odio gratuito en estas letras, simplemente debes mirar en los telediarios las noticias relacionadas con el congreso. No mires con un gesto de asombro lo que he escrito, ¿no opinas que el parlamento que nos representa, no parece un patio de colegio?
La niña de cuarenta y cinco años, debe madurar ya de una vez por necesidad imperiosa para lograr pensar por sí misma y emanciparse libremente, como su hermana de antaño Alemania, que curó sus odios y rencores para despegar.