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La nueva normalidad, ¿social o personal?

12 de Mayo de 2020
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desconfinamiento

El ser humano es un animal de costumbres, pero solo cuando se adapta a ellas.  Algo nuevo no puede ser costumbre sin haber llegado; es una novedad mientras tanto. Y a las novedades cada cual se acostumbra en una u otra manera. Puede haber pautas, pero no hay nada legislado para una costumbre no heredada. 

Hasta ahora hemos llegado, por lo general, cuando las costumbres estaban impuestas. Ha habido pequeñas modificaciones, pero ellas se han ido instaurando de forma paulatina. Ahora es diferente.

El nuevo decálogo de esa nueva normalidad de la que tenemos que hacer costumbre vendrá impuesta como gesto social, y quedaremos redimidos a su automatismo. Pero, ¿qué pasará con el gesto personal? Ese acto interior del que tanto hemos hecho alarde en las redes sociales, ese nuevo planteamiento de nuestras vidas, esa nueva mirada que nos ha acogido, y a la que, teóricamente, hemos aludido en todas estas semanas íbamos a blandir como bandera una vez salgamos del confinamiento. 

¿Seremos capaces de alojar en esa nueva normalidad social nuestra nueva normalidad interior y personal? ¿O quedaremos despistados nuevamente? ¿Podremos blandir esas nuevas prioridades o verdades, apartarnos de todos esos desengaños y del sobrante que tanto hemos cargado a nuestras espaldas?

  La nueva normalidad es un misterio de costumbres en las que, poco a poco, nos iremos desenvolviendo. Las haremos nuestra, con toda seguridad. El ser humano es un animal de costumbres, aunque al principio grite de dolor. La lástima sería no entender que nuestra vida en ese trazo fugaz al que concurre, no esté llena de nuestra propia normalidad, la que deseamos, con la que nos identificamos, las que nos pertenece por ver y entender el camino particular de cada uno de nosotros en nuestra forma y modo.

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