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La patria tendría que ser lo humano

05 de Noviembre de 2018
Actualizado el 02 de julio de 2024
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humano, gente, multitud
Un humorista realiza un chiste, un gesto cómico con la bandera española, (que no deja de ser un trozo de tela coloreado, al igual que todas las banderas) y se revolucionan cientos de miles de ciudadanos y la indignación alcanza cuotas infranqueables en las redes sociales. Y sin embargo, hechos y situaciones verdaderamente caóticas, inhumanas y de relevancia transcendental en lo económico y social, quedan en el vacío de la dejadez. A lo sumo, una mirada furtiva al texto o una conversación de barra de bar.Todos los días, queda constatado con mayor claridad el entramado de corrupción política y la malversación de fondos públicos que han llevado a cabo políticos y empresarios que se han movido por las bambalinas del poder, y no hay revolución alguna de dedos sobre el teclado del móvil o del ordenador para criminalizar. Tampoco las hay en la desigualdad creciente, promovida por los acuerdos entre los poderosos, la Banca y grandes empresas, que en una u otra manera, solo surten sus necesidades y siguen proponiendo la esclavitud para el ciudadano. Sin látigos ni cadenas, edulcorada con profecías, pero esclavitud en toda su definición. Tampoco parece de relevancia alguna, o no es lo suficientemente digno de revolucionar las redes sociales, los cientos de miles de ciudadanos que han sido violados en su infancia por miembros de la Iglesia. Ni tampoco la osadía y el narcisismo de la élite eclesiástica para hacer la vista gorda y lanzar balones fuera.Quizás, deberíamos comenzar a pensar que una bandera (un trozo de tela coloreado) no debería regir nuestra patria. La patria no tendría que ser el fanatismo irrisorio y el orgullo amenazador, tendría que ser lo humano. Nuestra patria debería estar regida por las personas que amamos y nos aman, por las luchas a las que nos enfrentamos todos los días, por el paisaje que nos levanta cada mañana, por los buenos días que nos arrebatan una sonrisa. Nuestra patria debería ser la crítica al desalmado, sea poder político, religión o empresa. Nuestra patria tendría que ser la comunión de toda comunidad para atentar y señalar toda violencia física o moral a alguno de sus miembros.
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