En uno de sus capítulos más recordados, cuando vendía aguas frescas, el Chavo del 8 ofrecía ‘la que parece de limón es de jamaica pero sabe a tamarindo…’, y parece que el Presidente Milei, de chico, lo veía mucho y lo tomó como referencia.
De hecho el pasado 20 de junio, afirmó ‘quiero aprovechar este día, con la bandera argentina flameando en el cielo, avanzada ya la sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal. Quiero aprovechar para convocar a todas las autoridades políticas, a los gobernadores de las provincias argentinas, a los dirigentes de los principales partidos políticos, a los expresidentes de la nación, a los miembros de la Honorable Corte Suprema de Justicia, a empresarios, a trabajadores y, por supuesto, a toda la ciudadanía argentina a que nos encontremos la noche del próximo 9 de julio en Tucumán para firmar el Pacto de Mayo y finalmente empecemos juntos a dar vuelta la página de nuestra historia.’
Pero ¿de qué se trata este nuevo Pacto? Aún no queda claro porque lejos estamos del ideal que el propio Presidente planteara el 1 de marzo en la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional y se incluyeron correcciones y hasta una referencia a ‘una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar’ que no estaba en la versión original del texto, aunque curiosamente se excluye deliberadamente la educación universitaria.
Y mucho menos claro es la posibilidad de incorporar a todos los actores del acontecer nacional que el Presidente pretende sumar, puesto que los intereses son contrapuestos y, fundamentalmente, los resultados de las medidas implementadas por el gobierno nacional tuvo diferentes consecuencias en los distintos ‘invitados’.
Las medidas impuestas por Milei generaron caídas estrepitosas en los salarios y provocaron despidos, difícil imaginar a los trabajadores participando de esta convocatoria.
Las posturas de los políticos opositores, por el mero hecho de criticar las propuestas oficialistas, fueron calificadas de destituyentes, difícil imaginar a los dirigentes de los principales partidos políticos participando de esta convocatoria.
El accionar de muchas autoridades políticas del país, fundamentalmente de los legisladores opositores, quienes fueran catalogados como ‘diputados degenerados fiscales’ por el Presidente por haber votado una modificación de la movilidad jubilatoria, algo que a los ojos del Presidente se trató de un ‘El intento desestabilizador golpista y de romper el equilibrio fiscal por parte de ciertos grupos de la oposición’ hace difícil imaginar su participación en esta convocatoria.
Pero fundamentalmente, lo que más difícil de imaginar la firma conjunta de este llamado ‘Pacto de Mayo’ es que, como dijimos tiempo atrás, lejos está de ser un verdadero acuerdo político y se asemeja mucho más a la sumisión de los diversos proyectos políticos tras el proyecto presidencial.
Aunque cierto es que el Presidente dijo en un reciente discurso que Argentina es un país muy raro, y los representantes partidarios que en una Cámara legislativa se opusieron al proyecto presidencial de Ley Bases en la otra votaron a favor y viceversa, y negociaron cuestiones particulares en beneficio propio aunque eso rompiera con la postura defendida históricamente, por lo que si bien la lógica indica que cuesta creer que muchos de los invitados sean parte de esta nueva declaración, que por cierto no es nada original.
Quizás por ello en el nuevo texto del Pacto de Mayo, que se anunció en marzo, se reanunció en junio y se firmará en julio se agregó ‘Quienes suscriben al presente documento se comprometen, a su vez, a la constitución de un Consejo de Mayo para discutir el grande, augusto y sagrado objeto de la refundación de la Patria. Este organismo estará compuesto por un Presidente del Consejo de Mayo, por un representante del Poder Ejecutivo Nacional, un representante de la Cámara de Diputados, un representante del Senado, un representante de las provincias, un representante de las entidades gremiales y un representante del sector empresarial’.
Al fin de cuentas, como 77 años atrás hiciera el entonces Presidente Juan Perón, Milei también declarará desde Tucumán su intención de ‘consumar la emancipación económica’ del país y ‘A tal fin los firmantes, en representación del pueblo de la Nación, comprometen las energías de su patriotismo, y la pureza de sus intenciones en la tarea de movilizar las inmensas fuerzas productivas nacionales y concertar los términos de una verdadera política económica, para que en el campo del comercio internacional, tengan base de discusión, negociación y comercialización los productos del trabajo argentino, y quede de tal modo garantizada para la República la suerte económica de su presente y porvenir.’
Como dijera el Chavo, parece de limón es de jamaica pero sabe a tamarindo…