Albert Boira

Lo de Jaime Caravaca

07 de Junio de 2024
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Jaime Caravaca

He sido, a lo largo de mi carrera de comediante, insultado, agredido, interrumpido y censurado... y lo digo sin rencores, este artículo intenta ser un análisis, no un manifiesto de queja ni de venganza.

Aún existen almas cándidas que se extrañan de lo que ha pasado y exclaman: “¡Pero la gente sabe que van a ver humor, es comedia!”. Y me río, me río por no llorar... porque es impresionante la de gente que viene a ver comedia con sus principios y valores encima de la mesa para ofenderse si hablas de ellos... pero hablemos de Jaime, que a eso he venido.

Un animal escénico donde los haya, cómico altamente reconocido y enormemente respetado por la profesión, viviendo de esto desde hace muchos años, gran improvisador, talento, mucho talento. Y un buen tipo.

No me gustan especialmente sus intervenciones en X (antes Twitter), aunque defiendo su derecho a expresarse como quiera, como debería ser en un mundo de personas psicológicamente equilibradas.

Como profesional, le diría: “Jaime, vivimos de esto y llevamos mucho en esto. La sociedad está polarizada y enfrentarse y provocar de esta manera en redes solo puede traerte problemas. Y lo sabes, y eres un tío inteligente que puede usar su comedia al servicio de sus ideales sin entrar en conflictos que sabemos que nos van a perjudicar. Y al final somos cómicos, nuestra misión primordial es hacer reír al público, incluso a los que no piensan como nosotros. Aunque estemos hablando de temas controvertidos, esa debe ser nuestra misión como cómicos, influir a través de la risa para visibilizar, normalizar, denunciar. Es más fácil hacer cambiar de opinión a alguien a través del humor que del insulto.”

Pero esto no es más que la opinión de un viejo cómico que se ha pasado su carrera peleando para poder hacer que la gente se ría de sus propias creencias o de sus evidentes contradicciones, con la utópica esperanza de que ese es mejor camino que hacer reír a unos y ofender a otros.

Lo triste de todo esto es que, después de analizarlo exhaustivamente y de leer y escuchar opiniones al respecto, no encuentro rastros de pederastia en sus comentarios, me pueden parecer de mejor o peor gusto, pero es evidente que se ha retorcido la interpretación de sus palabras hasta que ha parecido que la agresión la ha cometido un padre ejemplar defendiendo a su hijo por unos comentarios sexualizantes. Y la gente compra cualquier cosa con tal de poder canalizar su odio al distinto, al diferente, al que no es como ellos.

Un padre ejemplar no hace esas cosas, un padre ejemplar enseña a su hijo el camino de la no violencia, aunque le enseñe a defenderse. Un padre ejemplar no publica las cosas que publica este señor para que su hijo crezca siendo educado para odiar a los maricones, a los rojos y a todo lo que no sea como él cree que tiene que ser, y si no, manotazo.

Ese es el tema, estamos metidos en una espiral de odio y violencia, el que no piensa como tú es el enemigo, desde el Congreso de los Diputados se lanzan mensajes muy graves y se provocan cosas como la que ha pasado. Los medios de comunicación zarandeándonos día tras día, la presión de la caldera social aumenta.. encima, se critican más las palabras de un cómico que las mentiras de un político. Y luego pasan cosas como ésta.

El humor es reirse de las cosas de muchas maneras, y jodidos estamos porque ahora no sólo es lo que digas, sino cómo lo interprete otra persona que entiende, además, que tiene todo el derecho de agredir a otra para defender a su hijo de un comentario que ni siquiera ha sabido analizar correctamente.

En cuanto a la ofensa... la magnitud de la ofensa la decide el que la recibe, no el que la emite. Uno se ofende más cuanto más se repita a sí mismo lo que le han dicho y lo convierta en un asunto de estado. Puedes leer eso tan ofensivo, sonreir y pensar: “El muy imbécil”, y le bloqueas y sigues viviendo. O puedes repetirte esas palabras en tu cabeza hasta que encuentras justificado hacer lo que has hecho, y eso me dice que hay mucha rabia ahí dentro, prejuicios, falta de información...

Es difícil ofender a quién está en equilibrio, la violencia es el recurso de los que carecen de argumentos, o que prefieren usar la violencia como técnica de comunicación no verbal.

¿Conclusión?¿Solución? A mí que me cuentas, si tuviera la solución no estaría aquí escribiendo y divagando para conseguir entender al ser humano.

Yo me voy haciendo viejo y voy apartándome de posicionamientos extremos cuando hago comedia, eso no quiere decir que me calle cosas, soy de los que va fuerte... y opino y pienso en voz alta... pero he llegado a la conclusión (mi conclusión), de que me acerca más a la gente demostrarles que me río de lo suyo, de lo mío y de lo de todos... se establece una comunicación distinta cuando intentas que rían todos y no solo los de tu cuerda.

Yo creo que el camino es por ahí, buscar nexos de unión, volver a establecer entendimiento entre las distintas formas de ver y vivir la vida. En clave de comedia sería hacer humor desde el humanismo, no desde el partidismo. Y hacer de público sabiendo que no te vas a enfadar porque es comedia, y la comedia va de eso, de reírte de lo de todos sin que se ofenda nadie.

Yo, que soy un soñador, imagino un pacto social que nos aparte de la violencia como siguiente paso a dar.

Mi propuesta es VIVE Y DEJA VIVIR, ahí lo dejo.

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