15 de Febrero de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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linares

Lo ocurrido en Linares pone de manifiesto el poco o nulo control que ejerce la policía sobre sus agentes. La permisividad con la que dos chulos, de aquellos que te encontrabas en la portería de la discoteca, te dicen que no les busques la boca o te inflan a hostias.

Lo de Linares es el miedo de una sociedad apretujada que un día un policía (de estos) le buscó la boca a ellos y otro policía (de estos) le dijo que se callara o que iba ‘palante’.

Lo de Linares es el silencio de todos esos policías buenos que ven como dos energúmenos se han instituido como los amos del barrio, porque un día circulan de uniforme con el coche patrulla y al día siguiente patrullan de paisano hasta arriba de lo que sea.

Lo de Linares son los ‘polisaurios’ que hacen y deshacen a conveniencia y detienen al que molesta o se mete donde no le llaman y dan palmadas en la espalda al que no les cobra las tres o cuatro últimas copas de esa noche.

Lo de Linares son esos mandos que ven, oyen, callan, pero no escriben, que es lo que tenían que hacer, y enviar un informe a Asuntos Internos (Régimen Disciplinario en España), para dar cuenta de todos esos elementos sospechosos, o de conductas sospechosas, que hay en sus comisarías.

Lo de Linares son los ciudadanos que miran con miedo a su policía (esos policías) cuando entran en sus bares, en sus discotecas, en sus estancos o en sus tiendas. Los observan con el temor enquistado en una memoria colectiva que les dice que a ver de qué palo van hoy y espera que tengo un primo que el otro día le dieron una tunda en el calabozo.

Lo de Linares es la incomprensión de ver a un policía (esos policías) que después de la que han liado presume que arremetió contra una niña (de catorce años) porque se metió donde no la llamaban. Y a su padre casi lo mata, porque le buscó la boca.

Lo de Linares es tanta y tanta gente que recuerda o ha oído o le han contado historias similares, de policías que les dijeron ‘cuidadito’ que el próximo serás tú.

Lo de Linares trae el recuerdo (para los que ya tienen una edad) de los grises, primero, y de los marrones, después, con comportamientos muy similares a los vistos en este pequeño municipio de la provincia de Jaén. El miedo planeando sobre la cabeza de cada uno de sus habitantes. Los que son de bien, y los que no lo son.

Lo de Linares desmonta el niño si te pierdes llama a la policía y lo cambia por el niño si ves a la policía, corre.

Lo de Linares es lo de Linares, porque los grabaron. Porque si no los hubieran grabado, habría sido un padre y una hija detenidos por atentado agente de la autoridad en una concurrida calle de Linares. Y lo que allí hubiera ocurrido, sería lo que los agentes hubieran contado en el atestado. Porque la palabra de un agente de la ley es la que vale.

Lo de Linares, no lo olviden, son los policías (esos policías) que pegado al cinto llevan una pistola cuando visten el uniforme, y que quizá (pueden hacerlo) la lleven cuando no lo visten.

Lo de Linares es algo que no tiene que volver a ocurrir, para que nunca más un expolicía tenga que escribir un artículo hablando de lo que ocurrió en Linares.

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