El pasado 27 de abril hubo en Lorca la presentación de un proyecto que ha generado un gran interés en este extenso municipio murciano. No obstante, el propio ha supuesto el pistoletazo de partida para devolver el pensamiento al ágora pública, que es ese sitio al que corresponde por su propia naturaleza. Pues es desde un sentido amplio y democrático, tal como interpretaba Antonio Negri de la filosofía de Spinoza, y quizás haciendo una hermenéutica algo forzada del pensador holandés, en donde el poder de cada cual no queda enajenado sino que realiza junto a otros el despertar de todo el engranaje que hace progresar de modo armónico a la sociedad.
Así, de esta manera, un grupo de intelectuales comprometidas, entre las cuales se encuentran la maestra María Jesús Caro, el psicólogo Juan Carlos Ferra y el filosofo Enrique González, han ido trabajando en la creación de un plan que quiere poner en marcha la reflexión crítica entre la sociedad lorquina. Algo sobre lo cual, y más ante los malos tiempos que de siempre se pronostican con acierto para el pensamiento, se hace muy necesario, una medida incluso, se podría decir así, de imprescindible higiene colectiva.
Nos enfrentamos ante inquietantes retos que nos obligan a tomar deliberaciones prudentes y razonables sobre los mismos. Nunca antes en la historia de la humanidad el conocimiento ha evolucionado de forma tan rápida y continua. Es tal la cantidad de información que nos absorbe día sí y día también, que no sólo se hace difícil procesarla sino que también la misma falta de herramientas formales de reflexión que permita tratar con la misma, nos lleva a aislarnos y en algunas ocasiones, en consecuencia, agredirnos los unos y los otros, con la perdida que eso supone de la agregación de valores e ideas en ese avance del cual he hablado antes.
Son mucho los siglos en los que hemos estados absorbidos por el estoicismo cristiano, el cual se siente garante de la conservación de un legado que en realidad ha opacado el pensamiento humano, pervirtiendo aquel otro griego para más vergüenza de esas creencias y dogmas que han acaparado el discurso histórico. Ahora, en estos momentos, y gracias a este tipo de iniciativas, recordemos que en la región de Murcia existe el otro proyecto de Cartagena Piensa, y del cual bebe este de Lorca, empieza a surgir un discurso dialectico que rompe con ese conformismo que condiciona la voluntad humana a imperativos que son externas a ella, y a lo cual siempre nos quieren advocar los medios que hacen uso de ese mismo perverso estoicismo.
El discurso democrático que propone todo el conjunto de personas que han hecho realidad “Lorca Piensa”, va de buscar precisamente recobrar esa autonomía perdida. Así, desde un debate que marcha en todas las direcciones, y siempre marcado por la justicia, se pretende excavar bajo la superficie por la que campa todas las “habladurías” que corrompe el juicio social, y comprobar, a tal efecto, que se da en realidad bajo aquella maraña virtual . El objetivo último que se quiere está, pues, en conseguir aportarnos una madurez moral que nos libre de ese estado “zombi-estoico” al que hemos sido empujados.
He mencionado a “Cartagena Piensa”, un movimiento que fue pionero aquí, en nuestra región de Murcia. Este, que ya desde unos cuantos años nos va alumbrando con unos carteles impresionantes, y en donde las ponencias se van superando por el interés que suscita año tras año, ha servido de inspiración, como he mencionado antes, al proyecto lorquino. Es por consiguiente que fijándonos en la trayectoria del primero que vamos a poder a llegar a prever en lo que se va a convertir el segundo. No es muy difícil vaticinar que en un futuro no muy lejano en Lorca, de seguir en marcha todo este propósito, se va a asistir a algo impactante, incluso tan impactante como el propio “Cartagena Piensa” o, ¿por qué no?, Avivament (el conocido festival de filosofía de Valencia).
Por último, y ya para terminar, decir que esta idea cuenta, entre otros, con el apoyo y colaboración del Observatorio internacional para la defensa de los derechos humanos, del cual es delegada territorial en nuestra región la conocida poeta Inma Pelegrin, Cazalla Intercultural e Inclusive Organsations. Es importante mencionar esto para mostrar la importancia que se le está concediendo al mismo, algo que ya transmite de por sí las expectativas que genera y el carácter amplio al que pretende llegar, y que corresponde, como debe ser, al camino que persigue propiamente el pensamiento en todas sus variaciones.