El pasado 18 de octubre, tuvo lugar en la ciudad de Lorca una mesa redonda organizada por la asociación Lorca Piensa y moderada por el catedrático Antonio Campillo Meseguer, la cual llevaba por título:”Tiempo de verdad, posverdad, mentira, falacias y bulos”.
Sin ninguna duda el cartel de ponentes que presentó la misma, la gran cantidad de público asistente, entre los que se encontraba multitud de gente joven, y el arduo debate que de modo posterior se originó, da muestra de algo que llega para romper con una manera de pensar que ha querido condicionar la inacción entre los ciudadanos de este municipio.
Y es que, tal como expresaba el profesor David Soto Carrasco, uno de los cuatro intervinientes, una manera eficaz que tenemos los ciudadanos para poder horadar ese muro de contención tras el que se ampara todo ese sistema que está poniendo coto al avance de nuestra democracia, pasa a través del asociacionismo.
De eso trataba este taller, de crear un pensamiento crítico en torno a uno de los graves problemas que está socavando el modo de construcción social que aspira a una más amplia democracia. Los bulos informativos que pervierte nuestra razón en pos de unos intereses partidistas son el más claro ejemplo de este ataque que, al igual que la reciente película de Francis Ford Coppola, Megalópolis, la cual nos establece paralelismos entre la caída de la republica romana y el futuro incierto de Estados Unidos, están poniendo en jaque las democracias occidentales.
Y justo haciendo alusión a esa transición de la republica al imperio romano, que la profesora María Verónica de Haro de San Mateo comenzó su intervención hablándonos sobre uno de las primeras y más transcendentales falsas noticias en la historia de la humanidad. Fue a través de la falsa propaganda que Augusto logró ganarle la partida a Marco Antonio y posteriormente al Senado republicano. Así, y a través de la acuñación de unas monedas que hacían alusión a un falso sometimiento de aquel último a la reina Cleopatra, como este logró incendiar los ánimos de los ciudadanos en contra de este último y, de ese modo, instaurar el culto imperial.
Los bulos, advertía la ponente, tal como los llega a manejar el periodista hoy en día, son un arma peligrosa. Una herramienta bastante eficaz, digámoslo bien, que sirven a esos intereses partidistas que desean deshacer el progreso democrático.
El juego entre la verdad y la posverdad, tal como detalló el segundo conferenciante, el profesor Juan Manuel Zaragoza, también ha llegado a salpicar a la ciencia, una rama del saber que hasta ahora aparentaba ser impoluta. Es a raíz del último acontecimiento pandémico, sigue reflexionando, que se han descorrido las cortinas que ocultaba la verdadera cara del científico frente a toda esa idealización anterior. Si bien, esto puede suponer, por un lado, una buena oportunidad de dialogo entre el ciudadano de a pie y los profesionales que se dedican a la ciencia, sacarlos de su palacio de cristal, no podemos obviar de todos los peligros a los que la propia evidencia científica se encuentra ahora expuesta. Es en el mundo de la posverdad, donde el conspiranoico se mueve a sus anchas, que la propia ciencia puede llegar a convertirse en reo de toda esta serie de individuos.
El profesor David Soto Carrasco, del cual hemos hablado antes, hizo un análisis detallado sobre aquellas circunstancias políticas que están socavando nuestro proceso democrático, de tal forma que situaba como eje central de este socavamiento a la corrupción del deseo propulsado por el sistema capitalista y que incide en el ánimo de los ciudadanos, esto impide que los mismos puedan llegar a unirse y conseguir acuerdos para hacer frente a una cada vez mayor degeneración de nuestras instituciones.
Para terminar, decir que Lorca Piensa sigue con su programación y el próximo viernes 25 de octubre nos visitará el filósofo y ensayista Bernat Castany en el Centro Cultural Espin a las 20:00 horas, para hablarnos del pensamiento crítico; de cómo defendernos de los bulos y las falsas noticias, os esperamos.