Se trata de un claro ejemplo de cómo la derecha intensifica su estrategia de oposición al gobierno a través de la amnistía y por todos los frentes. La Conferencia episcopal española ha sido una aliada histórica del Régimen y de la ofensiva anti catalana que hizo crecer a la extrema derecha española y españolista estos últimos años.
La Iglesia Católica española, aliada del Régimen del 78, logró mantener una situación de privilegio, en cuanto a financiación pública se refiere, tanto a través de una dotación presupuestaria anual a la Conferencia episcopal, como mediante la financiación de la educación y la asistencia religiosa en el ámbito educativo, penitenciario, sanitario y militar. Además, la Iglesia católica española se financia a través del Estado español con más de 11.000 millones euros anuales (más del 1% del PIB), por medio de la casilla de la declaración de la renta, las exenciones fiscales, los colegios concertados, la obra social, los centros hospitalarios, el mantenimiento del patrimonio o las subvenciones. Por tanto, no es raro que abanderen la lucha contra la amnistía; por parcial que sea el acuerdo de PSOE y sus socios.
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Francisco C. García Magán, se posicionó el pasado jueves en contra de una posible ley de amnistía relativa al procés. El prelado, obispo auxiliar de Toledo, ha manifestado que, a su juicio, España no vive hoy una situación histórica excepcional que justifique las medidas que Junts y Esquerra Republicana han exigido a Pedro Sánchez, para obtener su reelección.
El secretario general de la CEE, que desempeña esa función desde noviembre del 2022, se ha pronunciado en ese sentido al ser preguntado por la cuestión en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente del órgano de los obispos españoles. El portavoz de los obispos ha afirmado que existen herramientas en el ámbito del derecho para situaciones históricas muy excepcionales y ha recordado que ya hubo una amnistía cuando se produjo el cambio de régimen, durante la transición.
Me parece triste, vergonzoso y fuera de lugar que señalen la amnistía de 1977 como excepcional, habida cuenta que se amnistiaron todos los crímenes, torturas, linchamientos y encarcelamiento y a todos aquellos que lo practicaron. ¿Acaso no sabe la iglesia que dicha amnistía fue reprobada por las Naciones Unidas? Claro que se trata de la misma iglesia que bendijo el golpe de estado de 1936 pero, adaptada y maquillada a la situación actual.
Para todo aquel lector que quiera saber la actuación de la iglesia una vez iniciada la guerra civil, les acompaño el enlace necesario para verlo. Tengo que advertirles que les puede afectar pues es horroroso, más si no lo sabían con anterioridad.
La iglesia siempre ha estado junto al poder, sea este democrático, monárquico o dictatorial, y su opinión siempre ha sido oída i seguida por el pueblo, en especial hasta el siglo XX.
Se supone que la iglesia no debe inmiscuirse en la vida política, o no debiera hacerlo, pero durante siglos lo ha hecho y cuesta renunciar al poder cuando este se ha ejercido durante siglos. No olvidemos la caza de brujas, la inquisición o la prohibición de editar la propia Biblia en otro idioma que no fuese el latín.
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Vean a continuación del siguiente vídeo
Como se puede observar, por mucho que lo revistan de acto religioso, citando a los papas, santos y que se está perdiendo la fe en muchos lugares del país, se cita a la gente con el único motivo de rezar por la unidad de España que, se supone está en peligro i, siempre es mejor que los desórdenes callejeros que se producen en Madrid. Estos no lo son por la amnistía ni por la rotura de España, son simplemente porque quienes los organizan son miembros afines de las fuerzas políticas que todavía no han aceptado el resultado de las urnas.
Pero aquel acto no es función de la iglesia, al menos como yo la entiendo.