Escribí el título en ingles. Bueno, todo el mundo lo entiende : "se busca a Maduro vivo o muerto ". Es que me imaginé a Trump como un sheriff, solo que sustituyendo el revólver Colt 45 y la placa por unos cuantos destructores y buques anfibios cargados de marines. Es lo que tiene haber visto tantas películas del oeste, Claro, que de lo que estamos hablando es de poner precio a la cabeza de todo un presidente, el de la República Bolivariana de Venezuela y no de un largometraje.
La historia de las intervenciones y las intromisiones del Imperio norteamericano en Centroamérica y Sudamérica es tan extensa que se podrían escribir mas tomos que los que tiene la Enciclopedia Británica. La excusa actual es que Nicolás Maduro encabeza un cártel de narcotráfico. El de los Soles para más señas. No lo conocía hasta este año. Me excusa el que no soy un gran consumidor de drogas. Tampoco reconocen la legitimidad de Maduro, al que acusan de amañar resultados electorales. En función de ello, habría varias posibilidades. La invasión directa tipo la de Panamá (1989) para capturar a Manuel Noriega al que también se acusaba de narcotráfico (a pesar de su colaboración de años con la CIA enviando armas ilícitas con destino a la contrainsurgencia en la región) y para restaurar la democracia y el bla bla bla de siempre. Improbable. EEUU ya tiene muchos frentes abiertos y no tiene un trampolín interior como tenía en Panamá con las tropas del Canal. Además Venezuela es mucho más extensa y con un ejército más peligroso. La segunda posibilidad es la invasión con exiliados tipo bahía de Cochinos (1961). Desde luego aquello salió muy mal y no creo que haya ganas de repetirlo. La tercera es el golpe de estado con colaboración interior. Los anglosajones son expertos en el soborno millonario de las oligarquías y los militares locales para perpetrar la caída de gobiernos incómodos. Lo que ocurre es que Maduro ya debe tener bien "sobornados" a sus militares. Si el presidente venezolano conoce mínimamente la historia sabe de la importancia de tener contentos a generales y almirantes en Hispanoamérica, siempre levantiscos y prestos al pronunciamiento. De hecho, la propia existencia de Venezuela como país independiente es debida a las marrullerías del general José Antonio Páez en contra de los deseos del propio Simón Bolívar y sus sueños de la Gran Colombia. Por eso es gracioso el que se califique a Venezuela como "República Bolivariana". Bolívar nunca lo quiso de ese modo. La última posibilidad es que se trate de una mera amenaza hacia un país rico en recursos y petróleo que mantiene demasiados lazos con China y Rusia, rivales de EEUU.
Los medios y tertulianos españoles de derechas se muestran exultantes frente a la posible intervención americana. Como si instaurar en Venezuela un nuevo gobierno títere de EEUU supusiese alguna ventaja para los venezolanos. Los de izquierdas, salvo Podemos, son simplemente tibios. Conste que Maduro siempre me ha parecido un demagogo estrafalario. Los venezolanos que viven por aquí no están, desde luego, muy contentos con él. Pero debemos recordar que el chavismo venezolano es el resultado de décadas de inestabilidad , corrupción y expolio por parte de sus élites políticas con presidentes como Carlos Andrés Pérez juzgados por malversación. Es decir como en España y Europa pero más descarado.
Venezuela es prototipo de la evolución histórica de los países sudamericanos. Se independizaron de España y tras los combates salieron arruinados y endeudados (con los ingleses precisamente), en manos de oligarquías criollas ambiciosas y egoístas que se embarcaron en nuevas batallas entre federalistas y centralistas, ricos y pobres, blancos y negros y por supuesto por fronteras y lindes para caer finalmente en manos del gran Imperio del norte, los EEUU y su famosa " doctrina Monroe" ( cuyo enunciado real era " América para los EEUU"). Y así seguimos. Tal vez Maduro sea el siniestro narcotraficante que nos venden. Pero lo cierto es que en estos últimos años estoy escuchando tantas mentiras con el mismo argumento de salvaguardar la democracia y la libertad, que ya no me puedo creer nada. Me asombran los forofos españoles de la intervención norteamericana. ¿ Mas muertos?
Terminaré con una reflexión que el gran escritor colombiano Gabriel García Márquez pone en boca de Simón Bolívar en su novela " El general en su laberinto". Reza así: "La vaina es que dejamos de ser españoles y luego hemos ido de aquí para allá en países que cambian tanto de nombres y de gobiernos de un día para el otro que ya no sabemos ni de donde carajo somos"