Eso es: ´mañuecadas´ que rima con alcaldadas. Esas que el actual presidente de la Junta C y L, Fernández Mañueco, le gusta –y le molaba tanto hacer en Salamanca cuando era alcalde– y las que su sucesor –y alumno, García Carbayo, ahora le emula.
Pero ´mañuequerías´, en general, define el perfil político de este charro apoltronado en el sillón de la Junta y que quiere perpetuarse. Presume de ser un político moderado, el segundón después del gallego Feijóo de entre los barones peperos. Este Mañueco poco modesto sólo aspira a seguir como está. Y en su día –lejano piensa– aguardará que le toque la correspondiente salida política hacia las puertas giratorias– con pingües ganancias dinerarias– que le ofrezcan en el PP o en el IBEX.
Ya no recuerda Mañueco que perdió las elecciones hace dos años. Las ganó el socialista Tudanca, aunque él gobierna en coalición gracias a los votos pusilánimes de Cs auspiciados por un tal Francisco Igea Arisqueta, alias ´Paco Ijeta´.
El ´inefable´ Mañueco ha sido denunciado varias veces por malversación de fondos públicos, prevaricación, gestión de escasa transparencia, favoritismo y amiguismo en las contrataciones y un largo etc.
Y es que Mañueco lleva grabado el ´ADN´ de algunas sedes provinciales del PP: la del ´nepotismo´ para conceder contratos con dinero público a sus familiares y empresarios amiguetes. El parentesco entre cargos políticos y personal municipal, provincial o autonómico ha sido constante y descarado bajo su mandato. Y luego así, pedirles favores –dopaje pecuniario– para las campañas electorales y primarias como precisamente ha sido delatado en varias ocasiones.
La estela de la corrupción generalizada en los populares les persigue aún. El PP ha gobernado durante estos larguísimos años (más de 8 legislaturas) en la Región castellanoleonesa. Un inoperante plan para retener talento; rácanos e impostados con el I+D+i, e inacción en políticas sociales; abandono de la emigración y ´estancamiento´ de la economía. Este es el “magnífico” bagaje del régimen del PP en Castilla y León en más de 34 años: una C y L vacía, vaciada y despoblada.
Parece cosa de risa esa falsa palabrería de Mañueco que va a “trabajar codo con codo para la transformación digital e impulsar el I+D+i para el futuro de C y L”. Si se hubieran cumplido una cuarta parte de los compromisos y peroratas de Mañueco y Herrera, C y L sería ahora, más próspera y con más vitalidad económica e industrial que la zona de Silicon Valley en la bahía norteamericana de San Francisco.
Aunque quiera disimularlo, Mañueco ya está en campaña electoral. Por ejemplo, dándoselas en los medios de comunicación de moderado, de modesto político, de urdidor de pactos (quizás farsante), de reclamar con burdas exigencias al presidente Pésanchez más de mil millones que dice que le debe el Gobierno a C y L.
Pero en realidad Mañueco acosa a Cs, menosprecia a Verónica Casado y acusa a Paco ´Ijeta´ de desleal. Tampoco soporta al socialista Tudanca. Y en una práctica de eufemismo hipócrita, al día siguiente se da un abrazo a V. Casado y mantiene, dice, la confianza a su vice ´Ijeta´. A la vez que desmantela el plan sanitario que su consejera Casado e ´ijeta´ insisten en mantener como reto. Los dos líderes de Cs en el gobierno aguantan el órdago ´mañuequín´ porque necesitan seguir cogobernando y no desaparecer. Ahora dicen en Cs que están manteniendo una estrategia de mejora, pero mantienen el pulso con el PP de Mañueco en la reforma sanitaria y los centros de salud rurales. El PP castellanoleonés apoyó la moción del PSOE y de los otros partidos de la oposición para tumbar esa reforma sanitaria elaborada por Cs.
A pesar del ´guantazo político de Mañueco, ni la consejera ni ´Paco Ijeta´ dimitirán. Así que al presidente de la Junta no le queda otra que convocar elecciones autonómicas (que es lo que verdaderamente desea hacer y no muy tarde).
Los sondeos que maneja Mañueco son muy favorables a ese posible adelanto electoral. Y porque teme que el PSOE intente –ahora con éxito– una segunda moción de censura con la oposición y varios parlamentarios de Cs díscolos y cabreados con el PP.
El PP de Mañueco quiere ´tragarse´ a los pocos que quedan del grupo parlamentario de Cs, abocados ya a su desaparición del circo de las cortes castellano leonesas. Y Mañueco calcula fríamente cuándo y cómo debe desprenderse de ellos y seguir siendo el candidato pepero a presidir la Junta de C y L.
Este es Mañueco en pura esencia, que va camino de gobernar dónde sea y cómo sea. Y no le importa si lo hace como virrey en la ínsula Barataria mandando a ´Sánchez Panza´ a la oposición. O ser el sheriff del Señorío de ´El Gejo de doñamencía´.
Dios le guarde tanto empeño, y acabe con sus huesos en esos parajes. Así sea.