Julián Molina Illán

Más libertad y menos impuestos

30 de Julio de 2024
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Más libertad y menos impuestos
Joaquín Segado, aseguró ayer que su partido “seguirá centrado en mejorar la Región con políticas basadas en la libertad, menos impuestos y refuerzo de la educación y la sanidad” ¿Se puede tener la cara más dura?

El vicesecretario de Organización y Comunicación Electoral del PP de Murcia, Joaquín Segado, aseguró ayer que su partido “seguirá centrado en mejorar la Región con políticas basadas en la libertad, menos impuestos y refuerzo de la educación y la sanidad” ¿Se puede tener la cara más dura? Ya he contestado estas mentiras e insensateces en otros artículos y lamento tener que hacerlo de nuevo en éste obligando a mis pocos, pero sufridos seguidores y seguidoras, a tener que leer otra vez el mismo “rollo”; pero resulta que el Partido Populista sabe que una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad porque la gente termina por creerla, y eso obliga a tener que desmentirla otras mil veces. El problema es que estoy yo solo contra todo un partido nacional, algo que el Psoe debería hacérselo mirar. Vamos a explicar, otra vez, qué es lo que realmente quiere decir esta frase de Joaquín Segado. Porque, como ya explicamos en otra ocasión, el Partido de los Poderosos no es exactamente que mienta, es que enmascara los conceptos, juega con las palabras sugiriendo ideas en la mente de las personas que, en realidad, ellos no han dicho, sino que nosotros hemos imaginado. Sin embargo, cuando se analiza la totalidad de su discurso, puede apreciarse que el Partido Porompompero no miente: somos nosotros y nosotras los que no queremos enterarnos. Pues bien, vamos a ver si nos enteramos.

El Liberalismo se basa en el concepto básico, FALSO, de que las personas somos “básicamente diferentes”. De esta manera, el reparto justo de los recursos planetarios no debe estar basado en la Equidad, sino en la Audacia. Así, el que consigue amasar una fortuna no estaría apropiándose de más recursos de los que le tocarían en un supuesto reparto equitativo justo, sino que estaría aprovechando mejor que otras las oportunidades que la vida nos brinda a todas las personas ¿por igual? Sin embargo, un mínimo análisis dinamita este razonamiento. No existen recursos suficientes para que todo el mundo pueda ser rico. Lo que sí hay son recursos suficientes para que NADIE deba ser pobre. Así pues, la riqueza de una minoría se sustenta en la pobreza de la mayoría. Como los liberales piensan que los ricos son audaces, no se sienten culpables al esquilmar los recursos del mundo entero ¿y los pobres? Ésos no valen ni para tacos de escopeta. Tienen lo que se merecen: nada. El problema es que, salvo muy contadas excepciones, la riqueza no se obtiene con Audacia, sino haciendo trampas. Hay mil maneras, y mil niveles de riqueza. No solo es rico el que tiene millones en activos. Lo es todo aquel que vive por encima de sus posibilidades reales aprovechándose de espurias circunstancias, como por ejemplo ser Presidente de una Comunidad Autónoma porque tu papi te colocó primero en la Ucam, luego en un Banco, y después en el Partido. La Democracia hizo el resto.

¿De qué Libertad hablan en el Partido Purulento? De lo que siempre se ha entendido como “dejar hacer”. Con pocas o ninguna norma, porque las normas restringen la Libertad, tal y como ellos la entienden. Normas sobre el medio ambiente, que cuesta dinero cumplir. Normas sobre los derechos de los y las trabajadoras, que cuenta dinero cumplir. Normas sobre el pago de impuestos, que cuesta dinero cumplir. Ellos no entienden (o sí) que su concepto de Libertad es en realidad libertinaje: una expansión del “Yo” sin ataduras que invade el espacio de los demás, o dicho en román paladino, “hacer que lo me salga de los cojones”. Claro, eso no es Libertad, es libertinaje. La Libertad es lo que queda después de las normas. Las normas nos protegen, y al establecer los límites de la Libertad, nos hacen libres. Para que se entienda. Podemos ir tranquilos por la calle, en libertad, porque hay normas que impiden que otros nos roben, nos atropellen, nos agredan, etc. Las normas que todos y todas debemos cumplir garantizan nuestra libertad. Y aunque parezca un contrasentido, a más normas, más libertad. Ojo, no confundir normas con prohibiciones. Y sobre todo, no confundir legislación que todos y todas debemos cumplir (leyes justas), con legislación contra un determinado grupo social (leyes injustas). Pero estas cuestiones ya escapan a este artículo.

¿Y qué hay de los impuestos? Pues muy sencillo, que los que han amasado un capital, de manera oportunista, no quieren desprenderse de él en forma de impuestos. Y como hasta los del Partido Pestilente reconocen el principio básico de la progresividad en el pago de los impuestos (algo que ya explicamos en otro momento), hay dos maneras de no pagar: una, evadiéndolos (con lo que se arriesgan a ir a prisión), y dos, adelgazando y disminuyendo el peso y la estructura del Estado, haciéndolo más liviano y barato de mantener. Esta jugada es maestra. Al desestructurar el Estado (cargándose los Servicios Públicos) disminuye, no solo el peso de lo que debemos mantener, sino también el control sobre nuestras actividades. Además, como los servicios responden a necesidades inexorables de la población (sanidad, educación y servicios sociales) habrá que prestarlos de manera privada, con lo que se conseguirán pingües beneficios para los mismos de siempre (sobre todo bancos, en donde no hay familia rica que no tenga sus tentáculos…). Ahora se entiende la cara dura a la que hacíamos referencia al principio del artículo ¿A qué refuerzo de la Sanidad y la Educación se refiere el Partido de los Poderosos en una sociedad libertina donde apenas se pagan impuestos? A la Sanidad y la Educación privadas. Negocio con las necesidades básicas de la población. Estas políticas se han puesto en práctica de manera intensa en países de África, Sudamérica, Ásia… y ¿con qué resultado? Empobrecimiento de la población, ruina absoluta de los países al aniquilarse el consumo, proliferación de mafias y delincuencia, guerras, golpes de estado… una catástrofe. Porque sí, ahí es donde lleva el que una minoría acapare más recursos de los que le corresponderían en un supuesto reparto equitativo al que los socialistas aspiramos. No para que todos y todas seamos pobres (como dicen ellos y ellas) sino para que no haya pobres, que no es lo mismo. Porque todos y todas somos básicamente iguales, y nadie es más que nadie. Un saludo a todo el mundo.

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