Gonzalo Oses

¿Merece la pena lo que aprendes cuando fracasas?

05 de Junio de 2025
Guardar
Merece la pena lo que aprendes cuando fracasas

Últimamente, escucho mucho el mantra “si no ganas, aprendes”, la cual me ha llevado a esta reflexión, porque si bien, es necesario para evolucionar como especie, atrevernos a salir de muestra inmensa, arriesgándonos para llevar a cabo, aquellas ideas locas o intuitivas que como dicen que decía Picasso “que la creatividad te pille trabajando”.

Recuerda que hoy en día nuestra juventud mayoritariamente sigue queriendo ser funcionaria para dejar de ser usuarios de todo, propietarios de nada.

De la tesis anterior, hasta yo mismo la he evangelizado, en la famosa conferencia “Fuck Up Nights” –cuando la organizaba Javi del Moral–, contando mis mayores cagadas profesionales en modo de chiste, porque al reirte aprendes mejor la moraleja, que si te la inculcan con sangre.

Hace ya dos años, que por tercera vez, fracasé, la cague, no dímos con el cliente, nos anticipamos al mercado, o a los inversores les pareció más grande el riesgo que la rentabilidad a medio plazo, o llámalo X, quedándome con las deudas con los inversores familiares, amigos y visionarios.

El caso, es que el famoso mantra de “si no ganas, aprendes”, a mí personalmente, ahora, me parece una gran gilipollez. Y te voy a explicar por qué.

A lo único que he aprendido al no conseguir un mínimo de mis objetivos planteados, para pasar a otra fase y obtener una mera viabilidad del asunto, es a protegerme, a guardar la ropa, y a pensarme mucho, si realmente quiero de verdad, volver a nadar. El ánimo de aventura, no solo se retrotrae en lo profesional, si no, en lo personal, te vuelves más cauto, menos natural. Es decir, a ser más conservador. Y sinceramente, para mí, para mi ser es un error. Hacerme más conservador para mí no es madurar, es liberar mi Caja de Pandora, y sentar a mis miedos en la mesa, haciéndome más vulnerable ante situaciones externas que no controle. Cuando de la otra manera, aceptaría con gusto lo diferente, aunque no lo comprenda.

Me parece muy bien, que se evangelice a la gente para que se atrevan a volver a ser Seres Humanos, y abandonar por un rato la comodidad del Tener Humano que estamos moldeados. Pero, no digamos medias verdades.

¿Cuándo naciste aprendiste a respirar porque te taparon la nariz y conseguiste destaparla? Sí, es un ejemplo radical, pero los mayores aprendizajes no los hacemos tras fracasar, si no, al hacer las cosas bien respeto a tu esencia. Aunque, no le demos valor, porque muchas veces son actos invisibles para los demás, y no nos pueden comparar, ni clasificar para posicionar.

Es curioso que muchos ídolos de música, cuya creatividad sintoniza las almas de cientos de millones de personas, murieran jóvenes, en vez de elegir ser más conservadores con su estilo de vida, y madurar en último término su vida, cual buen vino en barrica, quizás el bien más apreciado, según nos han moldeado.

Quizás, ellos se atrevieron a comprender el quid de la vida, el aquí, y el ahora, cual presente que es, el vivir como si realmente fuera el último día de esta vida, con cero pena y con mucha alegría, sin guardar la ropa, sin nada que perder, viviendo intensamente, queriendo y amnando sin tapujos, sin medias verdades.

Puede que la reencarnación en la vida tras la muerte sea como la ley, donde el desconocimiento de la misma, no exime su obligado cumplimiento, de volver a jugar la partida del juego vital, con la misma alma, pero en diferente cuerpo. Cómo creen los hindús, y el regalo que es una vida consciente de tu ser. También puede ser el cielo de los cristianos y musulmanes.

Si nacemos y morimos sin llevarnos nada material, pero sí, muchas intensas experiencias que acumulamos cual dones innatos, en futuras vidas, ¿para qué nos empeñamos en medirnos como Teneres Humanos? En vez de atrevernos a ser geniales Seres Humanos.

¿Qué sentido tiene ser conservador? ¿Para conservar la vida en formol?

Sobre la reencarnación en sí misma, ni creo ni dejo de creer, porque las creencias son gilipolleces de un relato que le faltan datos propios, no heredados. En mi caso, desde hace unos años me voy encontrando personas, que nos acordamos mutuamente de haber coincido en vidas anteriores, cual instantáneas de vida en siglos anteriores. ¿Por qué crees que existe el amor a primera vista? Porque las personas que hoy son tus amigos y amigas, hace unas vidas fueron tu familia.

En 37 años, esto se desmostrará bajo el agnóstico método científico actual, y lo adaptarás sin mayor quebranto, porque será asumido por una gran mayoría, a la que os inducimos qué pensar, y como tal, atreveros a actuar, a su debido tiempo. Aunque algunos nos empeñemos en adelantarnos al mercado, y no esperar a que tu alma despierte. Total, ¿qué perdemos? Nada, ¡ah! Si, en penúltimo caso la libertad de movimiento, y en último, la vida. Mejor morir por decir lo que se piensa, que morir en vida para llegar a viejo, donde ya no te acordarás para qué viniste.

GO!

Lo + leído