Tras ser elegido Presidente, Milei anunció una "nueva doctrina de política exterior de Argentina basada en una relación especial con Estados Unidos" tras reunirse con la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson para tratar sobre la instalación de una base conjunta EEUU-Argentina en Ushuaia que controlará el tráfico de mega contenedores por el paso de Drake.
Ello, aunado con la futura instalación de una base pseudocientífica de Gran Bretaña en las islas Shetland del Sur, asegurará el control marítimo del eje anglo-estadounidense de una ruta que será la alternativa al Canal de Panamá.
Sin embargo, las Malvinas podrían ser el cisne negro de Milei, pues tras sus optimistas afirmaciones en las que no descartaba "llegar a un acuerdo a largo plazo con Gran Bretaña similar al de Hong-Kong que implique que las islas Malvinas vuelvan al país", la aparición de unas inmensas reservas de crudo en Sea Lion sería un misil en la línea de flotación geopolítica de Milei.
Así, según el diario inglés The Telegraph ", las autoridades locales británicas de las Islas Malvinas pretenden organizar una consulta popular para extraer 500 millones de barriles de petróleo en un pozo situado a 240 kilómetros al norte de Puerto Argentino, en Sea Lion.Las tareas de perforación y explotación serían llevadas a cabo por la empresa israelí Navitas Petroleum quien prevé extraer 300 millones de barriles en los próximos 30 años, lo que alejaría la posibilidad de una cogobernanza británica-argentina sobre las Islas en disputa.
A pesar de que en el documento final de la cumbre de Mercosur celebrada en Paraguay, no aparezca la reclamación argentina al Reino Unido sobre la soberanía de las Malvinas, Milei es consciente que si se posiciona muy alejado del espacio de lo aceptable por la sociedad argentina y sus decisiones no logran mover la ventana hacia su punto de interés, el marco podría acabar por romperse. Llegados a este punto, Milei asumirá sin dudar la bandera de la histórica reivindicación de la argentinidad de dichas Islas para reinstaurar el anterior marco de la ventana consensuada por la inmensa mayoría de la población argentina, decisión que sin embargo podría desencadenar un nuevo conflicto bélico con Gran Bretaña en el horizonte del próximo Quinquenio.