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Mindfulness y bienestar ¿van de la mano?

03 de Noviembre de 2023
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Me gustaría empezar este artículo con una pregunta: ¿te has parado alguna vez a pensar cuál es tu grado de bienestar?

Normalmente las personas solemos vivir en piloto automático, sin prestar atención a esos pequeños regalos del día a día que aumentan nuestro nivel de bienestar, pero que al pasar desapercibidos, se pierden sin que ni siquiera nos hayamos percatado de ello.

Sin embargo, estas pequeñas cosas que pueden hacer especiales muchos momentos de nuestra vida, desaparecen a causa de nuestro estilo de vida rutinario, y también debido a la costumbre del ser humano de vivir, o bien en el pasado, o bien en el futuro.

Solemos hacer proyecciones mentales de aquello que vivimos en su momento y que ya pasó. A consecuencia de esto sufrimos de nostalgia en caso de que el recuerdo sea de algo bueno, o en el caso contrario, volvemos a traer a nuestra memoria y, por ende a revivir, un sufrimiento que se hace tan real en este momento como lo fue antaño.

En el caso de que estas proyecciones sean hacia un futuro (normalmente inventado por nosotros), solemos sufrir de ansiedad por aquello que aún no ha llegado, y que de hecho posiblemente nunca llegue a ocurrir. Luego nos sentimos desdichados y probablemente vacíos, porque nuestra vida carece de sentido, pero ¿hacemos algo por salir de ahí?

Quizás la solución pase por volver la mirada hacia nuestro interior y empezar a valorar esas pequeñas cosas que, a pesar de parecer insignificantes, son aquellas que tienen el poder de llenar nuestra vida de significado y bienestar.

Esos pequeños momentos suelen ser tan sencillos como gratificantes: quizás podamos disfrutar de un momento de pausa en nuestro ajetreado día, salir a tomar un café con un buen libro y desconectar por un rato, o tal vez disfrutar de una interesante conversación con un amigo a la hora de la comida. Estas pequeñas situaciones, pueden ser rutina si las hacemos de manera automática, o pueden convertirse en una fuente de bienestar si nos paramos a sentir, a sentir desde el corazón.

Es posible que no estés acostumbrado, pero si consigues disfrutar plenamente y desde la conciencia del momento presente, con estos regalos de tu día a día, verás cómo poco a poco se van incrementando tus niveles de bienestar, y con ellos también aumentará tu felicidad.

Mantener alto nuestro nivel de bienestar de manera consciente es algo sumamente importante si queremos mantener en equilibrio nuestro sistema emocional.

Cuando nos centramos en el presente, podemos gestionar las situaciones sin las cargas emocionales que nos traen el pasado o el futuro, y es desde aquí que podemos permitirnos el disfrutar plenamente de ese momento.

El mindfulness o la práctica de la atención plena, nos lleva por este camino, enseñándonos cómo valorar y sentir esos momentos inigualables de pausa y disfrute de los que podemos llenar nuestros días.

Te invito a una pequeña práctica, puedes hacerla en casa, en el parque o en la playa, sólo necesitas estar cómodo y centrarte en el momento presente.

Ponte cómodo y toma tres respiraciones, inspira y expira calmadamente por la nariz.

Pon tu atención en tu entorno, observa lo que hay a tu alrededor; distingue los colores, quizás haya alguno que sea tu favorito. Fíjate si hay personas, animales o quizás árboles, disfruta de su presencia en silencio.

A continuación, lleva la atención a tus oídos, escucha los sonidos que hay a tu alrededor y luego centra la atención en uno de ellos por un momento.

Ahora observa tus manos, siente su tacto, tal vez haya cerca algo que puedas tocar sin tener que levantarte, o puede que sientas algún tipo de hormigueo o sensación de calor.

Centra ahora tu atención en tu olfato, intenta distinguir los olores que hay en el aire, puede que te sean agradables o puede que no, no importa, siente este momento tal cual llega haciéndote consciente de ello.

Y por último, entra en tu paladar y observa tu propio sabor, toma conciencia de tu lengua y saborea las sensaciones que se producen en tu boca.

Si te has atrevido a tomarte este tiempo para ti… ¡Enhorabuena!

Espero que hayas disfrutado de esta pequeña meditación de los sentidos y hayas sido consciente de tu momento presente del día.

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