28 de Agosto de 2024
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No se cansan

Si no es una cosa, es otra.

Acordaos de los mensajes apocalípticos que nos enviaron durante la primavera sobre lo desastroso del verano que se nos venía encima.

Está claro que durante cualquier verano salen días achicharradores, en los que no hay mejor cosa para hacer que refugiarse en casa (si hemos conseguido mantener el frescor de la noche) o dejar pasar la tarde en una piscina con la compañía de una cerveza helada.

Este año, como es natural, ha habido días de ésos… pero también hemos tenido días fresquitos y chaparrones. Nada nuevo a este lado del Mississippi.

En los medios de divulgación médica no han desaprovechado la ocasión para referirse a los casos de personas fallecidas debido a la ola de calor. Y en Europa se han contado, según el EuroMomo, en varias decenas de miles.

La noticia vende. Da igual que la inmensa mayoría de los fallecidos se trate de personas muy ancianas en estado físico deplorable. También da igual que no sea «la» causa más importante o definitiva del desenlace fatal sino un factor más de los que ha contribuido a la muerte de esas personas.

El dato de muertes relacionadas con la climatología vende. ¡Menos lobos, caperucita! Sólo se trata de una pura manipulación propagandista.

Pero como el calentamiento global parece que no tiene excesivo tirón (sobre todo por la incredulidad que genera el tema así planteado) siguen propiciando el miedo a través de la enfermedad.

Ahora le está tocando a la viruela del mono. ¡Qué desfachatez proclamar un estado de emergencia sanitaria internacional por esta

cuestión! Parece que están deseando lubricar las nuevas enmiendas del Reglamento Sanitario Internacional aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo pasado.

Ya lo intentaron hace un par de años, en 2022 (el señor Tedros, por su propio criterio y en contra de sus consejeros, lanzó una declaración de emergencia global), pero la cosa se desinfló espontáneamente… aunque hubo personas que, ni cortas ni perezosas, se pusieron rápidamente en fila para recibir la inoculación frente a la viruela (primo hermano de este virus de los monos).

Pero bueno, eso de virus del mono no es tan así porque es un virus aparentemente originario y endémico de especies de roedores africanos.

La cuestión es que es un proceso que causa un cuadro de afectación general muy común (malestar y dolores musculares diversos, fiebre, ganglios inflamados...) seguido de la aparición de unas vesículas en la piel que pueden ser confundibles con otros procesos, tanto virales como bacterianos.

Pero lo más importante es que muchos de estos procesos suelen producirse en situaciones de inmunidad baja, comportándose como cuadros leves y difícilmente contagiosos cuando el sistema inmune está en buenas condiciones.

Es curioso que también pueden aparecer cuadros parecidos, como por ejemplo el herpes zóster o «culebrilla», como consecuencia de las inoculaciones COVID y el déficit inmunológico que generan los pinchazos de los refuerzos repetitivos.

Parece que les da igual. Las autoridades sanitarias siguen jaleando para continuar con la inoculación de la variante número «n».

Sin que deje de colear el asunto COVID, ahora nos vienen los expertos (y también la oposición política) recomendando al Ministerio de Sanidad que haga acopio de vacunas contra el virus del mono (mpox).

Hace pocos días me llegó un vídeo de un médico alemán, gran luchador por la verdad, el Dr. Wolfgang Wodarg. Éste es un médico que en enero de 2010, desde su posición como Presidente de la Asamblea Parlamentaria del Comité de Salud del Consejo de Europa, tiró del hilo del flagrante atrapamiento de la OMS por la industria farmacéutica y su turbia conducta en el intento pandémico de la gripe porcina, la llamada gripe «A».

En este último vídeo al que me refiero, el Dr. Wodarg llama la atención del posible sesgo que se esté haciendo en el diagnóstico de la viruela del mono, haciendo ver que existen diversas patologías que pueden presentarse con síntomas parecidos.

En el vídeo, que podéis ver en este enlace, también incide en que este cuadro puede tener lugar como consecuencia de un sistema inmune debilitado… y que no se está sospechando que una de las posibles causas de ello sea, con total claridad para él (y también para muchos otros), la insistente inoculación frente a la covid mediante fármacos ARNm.

Ahora parece que toca este tema… pero tengo la sensación de que la que quieren preparar con más bombo y platillo huele a ave. Así que diversos laboratorios están acelerando la producción de fármacos de plataforma ARNm frente a cepas más actuales del bicho aviar.

Tiempo al tiempo.

Este texto, como el resto que escribo respecto a este tipo de temas, no es para asustar a nadie… sino para alertar sobre estos intentos, ayudar a agudizar los sentidos y el entendimiento, y a mantener bien limpias las antenas para que no nos la vuelvan a meter con calzador.

Salud para ti y los tuyos.

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