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No se trataría de una repetición electoral

19 de Septiembre de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Pedro Sánchez
Forzado una vez más a buscar en el pasado capacidades en este caso destinadas a tornarme competente para comprender nada menos que mi presente, es por lo que aunque parezca inaudito inicio una vez más mi viaje al pasado, convencido de que la luz procedente de vetustos candiles, que ya en su momento iluminaron antiguas bibliotecas, podrán hoy aportar luz a unas sendas que algunos, sin duda interesadamente, se empeñan en tornar recónditas y huidizas.Abrumado por los efectos que sobre mi causan no ya los acontecimientos, como sí más bien el ruido que las interpretaciones de los mismos achacan; es por lo que analizo tales efectos en un intento de comprender las causas que a los mismos nos han conducido, haciendo especial hincapié en la necesidad de establecer un vínculo desde el que intuir las consecuencias a las que la actual interpretación del presente sin duda habrá de abocarnos, partiendo de un corolario que está a punto de erigirse en máxima: no se trata ya de que nada ocurra pe se, sino que lo interesante pasa por adelantarse en pro de averiguar quién resulta beneficiado en base al resultado de la reflexión…Sucumbo como cualquiera, pues soy humano, a los efectos que ese ruido causa a mi alrededor, y constato hasta qué punto el mismo como arma resulta inteligible; pues si ya en Jericó sirvió para derribar murallas, aquí y ahora se muestra competente para enfrentarse a defensa a saber más poderosas, en tanto que intangibles, pues ahora las defensas a las que ha de enfrentarse son nuestra conciencia de individuos (garante de nuestra ética), y nuestra responsabilidad como ciudadanos, a la sazón, materialización esencial de lo llamado a ser compendio moral.Es pues que superada la tentación de sucumbir a esa teoría según la cual la saturación a menudo funciona como un catalizador que lleva a quien la padece a sufrir extraños comportamientos algunos de los cuales pueden versarse en aceptación de hechos y realidades con los que en principio no estaba de acuerdo (y que en ocasiones llegaron a promover el conflicto motivante); tan sólo porque el decaer de las fuerzas es tan grande que la mera necesidad de poner fin a las causas que motivaron esa misma saturación se observa como un verdadero logro; por lo que aquí y ahora me veo en la obligación de poner de manifiesto lo que a mi humilde parecer no supone sino un maquiavélico proceder resultante de un pérfido plan cuyo resultado apunta al desastre, no tanto por la perfidia mencionada, la cual me produciría cierta satisfacción, pues como conducta manifiesta apuntaría a inteligencia por parte de sus promotores; como si más bien por la chabacanería apuntada en un proceder más propio de jóvenes reclutas dispuestos a robar licores en la cantina del regimiento un sábado de jarana, (y aquí aparece la segunda mención esta semana al término “políticos adolescentes”.)El ruido como mecanismo de expresión del caos, pues en el fondo sólo de eso se trata, de sembrar el caos y de prodigar su mensaje pues, de no ser así… ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que volver a elecciones es, en sí mismo, positivo?Más allá de interpretaciones intencionadas, fruto de la miopía propia de esos políticos que dicen representarnos, y que con sus palabras nos llevan a echar cada vez más de menos los silencios de esos Hombres de Estado otrora presentes, hoy añorados; lo cierto es que dotar de relevancia a la mera posibilidad de volver a elecciones es, en sí mismo, un acto cuya irresponsabilidad sólo se ve superada por la falta de decoro de quienes, cada vez con menos decoro, lo promocionan.Heráclito de Éfeso dejó firmado algo que hoy es testimonial: “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río.” Efectivamente así es, pues los cambios que el sujeto a bañarse experimenta le llevan a tornarse en irreconocible para quien intenta compararle con el sujeto que instantes atrás manifestó su voluntad de sumergirse en las aguas del río; ni por supuesto éstas son las mimas, pues si en algún lugar lo inexorable adopta forma cuasi material es en lo inexorable del flujo del tiempo llamado a marcar la vida, o del flujo del agua en la torrentera (tal vez por ello los poetas son tan dados a hacer converger ambos conceptos hasta llevarlos a sinónimo, por medio del recurso metafórico.)Mas no debemos desviarnos, pues muchos y profundos son los vericuetos destinados a sacarnos de la senda; y dejemos pronto constancia en este caso de los múltiples peligros a los que el viajero se enfrenta, el primero de los cuales hace mención o se manifiesta en la necedad expresada por el que mediante sus palabras o actos hace creer plausible la posibilidad de anticiparse a un procedimiento sometido en última instancia a las normas de la Sociología.¿De verdad que los gurús, en última instancia asesores de quienes denodadamente apuestan por volver a las urnas, se creen competentes hasta el punto de anticipar un resultado, se éste prometedor o no para ellos? De ser así, alguien debería comenzar a buscar asesores nuevos, pues no se trata ya de que éstos se muestren incapaces de anticipar el futuro, sino de que son incapaces de interpretar el presente, y eso es mucho más grave.Promover una nueva cita electoral, pues de eso se trata, constituye en sí mismo un acto cuya irresponsabilidad se ve sólo superada por la intensidad del insulto que para la inteligencia de la ciudadanía ha de suponer.Es irresponsable, pues en sí mismo está condenado al fracaso en tanto que los a priori de los que parte están viciados en origen toda vez que como HERÁCLITO pone de manifiesto, la inexorabilidad propia del devenir de cada uno de los electores llamados a votar, convierte en ridículo el ejercicio de presagiar cuál será el sentido de su voto (salvedad hecha de que los llamados a servirse de la Democracia se rían de ella y de sus electores dando por sentado que los manipulan hasta el punto de poder salvar semejante escollo.)Además, el compendio de desazones que como resultante ha tenido el nefasto comportamiento de los llamados a promover esta nueva cita electoral; se traduce en un formato de indignación que, justificada o no, lo que sí es seguro es que se materializará en un comportamiento en muchos casos sorprendente, no sólo por el volumen, como si por la intensidad de la misma.En consecuencia, pobre del que haya apostado todo su futuro político, por más que el mismo apunte a ser breve, a la ilusión de pensar que puede erigirse en éforo. Pues si de algo podemos estar seguros es de que la percepción que de la realidad tiene el votante no se parece en nada a la que compendió el contexto en el que la anterior cita electoral se llevó a cabo.Todo resulta pues nuevo, lo nuevo es incierto y su traducción natural, a saber la incertidumbre, es un tema tabú que por sí sólo habría de resultar suficiente a la hora de forzar una reflexión. Pero claro, no debemos olvidar que tanto unos como otros estamos condenados a elegir entre los malos, y los peores.
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