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Pactos de la Moncloa, o como domesticar a los Morados

15 de Abril de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Sánchez

Los Pactos de la Moncloa fueron el acuerdoentre las élites de los partidos políticos para hacer frente a la deplorablesituación económica que se desató con la crisis del petróleo de 1973 y quellegó un poco después a España por el alivio de las remesas que hacía llegar laalta tasa de inmigrantes en Europa, el retorno de los trabajadores hizopalpable la situación, era necesario adoptar políticas económicas quecontuviesen la inflación que alcanzaba el 26,39%.

En el 74 se gestó la Revolución de losclaveles en Portugal alimentando aún más el hervidero nacional en que losestudiantes y trabajadores tomaban las fábricas y las calles, la situación social era sumamente incómoda para elCapital, ese conflicto social se apaciguó el 25 de octubre del 77 al firmarseesos acuerdos de consenso.

Se utilizó contra la izquierda el miedocomo arma de persuasión, LosPactos de la Moncloa  no fueron consensos sociales y económicos, susobjetivos se centraban en recortar el salario de los trabajadores, congeladosperdían su poder adquisitivo con el tiempo, el desmantelamiento industrial, ladesregulación laboral y la venta de las empresas públicas a cambio de latransición del Régimen  Franquista hacia una "Democracia"que  no cambiaba las estructuras sociales y económicas de la dictadura.

Fue la capitulación de un país en que lasfuerzas políticas estaban golpeadas por el miedo del sonido de los sables, esesonido metálico se hacía cada día más estridente ante un inminente golpe deEstado por parte de militares nostálgicos, la gota que colmó el vasofue la matanza de Atocha el 24 de enero de 1977 perpetrada por unos pistolerosde extrema derecha en que murieron 5 abogados laboralistas del Partidocomunista Español (PCE) y de Comisiones Obreras (CC.OO.), un panorama de terroren que con la izquierda fragmentada Santiago Carrillo claudicó ante la presióny desde el PCE se instó a la clase trabajadora a abandonar la lucha y a tragar,porque la democracia era una promesa de tranquilidad y seguridad que necesitabala sociedad, fue así que se eligió el camino menos malo.

Las cesiones de la derecha fueron mínimas,tan solo las exigibles para que España se homologase con los países de suentorno, haciéndonos creer que para salir de la crisis económicaera necesario reducir los derechos laborales precarizándonos progresivamente,si queréis democracia bajarse los salarios, la misma tesis se utilizó con labrutal reforma laboral del PP.

Como dijo Manuel Vázquez Montalbán "unacorrelación de debilidades que impedían una hegemonía a derecha o aizquierda" y esa fue la oportunidad que perdió laizquierda al no saber acorralar la debilidad del gobierno, apretandomás para evitar atropellos y blindar a la clase trabajadora, al eliminar de laecuación la conflictividad social y obrera de las calles el Capital Nacionalganó.

Como veis, las conquistas laborales sehacen en la calle.

¿Después de 43 años cederemos ante laderecha un nuevo contrato social democrático?

Lo que nos ha enseñado la historia es quelos pactos están diseñados para que las crisis solo las paguen lostrabajadores, la similitud que podemos encontrar después de 4 décadas es elenorme problema económico y social al cual tenemos que hacer frente, hoySánchez apela a unos nuevos Pactos de la Moncloa conociendo sus antecedentes,el gobierno de coalición fue la apuesta que no le salió bien al presidente depretender gobernar en solitario, o se aliaba con los Morados, o los poderesfácticos le hacían la caja designando al fontanero de Page como su sucesor,pocas horas después de las elecciones Sánchez sin otra alternativa seizquierdiza abrazándose a UP, cuando el PSOE es una derecha edulcorada,entonces, ¿Cuál es el propósito de estos nuevos pactos teniendo encuenta que la ultra derecha y la ultra ultra derecha no están interesados enllegar a acuerdos con el gobierno?, Resulta bizarro pretender llegar a acuerdoscon una derecha que se desvirtúa, saben perfectamente como ponerse en ridículoa nivel nacional e internacional.

El problema no es Sánchez ni el PSOE paraafrontar conjuntamente la crisis que dejará el SARS-Cov-2, el verdaderoobstáculo es la agenda social de Pablo Iglesias y los Morados.

Llamar a un nuevo consenso entre todas lasfuerzas políticas y los empresarios para Sánchez puede significar una de doscosas, seguir los dictados de la verdadera izquierda alineándose con losMorados para poner al servicio una Constitución Social, eso significaría acorralara los poderes económicos y adversarios políticos, con lo cual no tendríanmargen de maniobra obligándolos a seguir una agenda social.

O tratar de domesticar a Iglesias y losMorados como sucedió con Carrillo, debemos tener en cuenta que lasnegociaciones son el arte de ceder y ganar de forma equitativa, pero cuando lamayoría de los actores implicados respaldan las tesis del capital, difícilmentese puede arañar algo, si es así, quien entraría en discordia sería UP ygracias a su socio político, adversarios y los Mass media, los Purpuras seríancalificados como un obstáculo para superar de forma común el incidente de laPandemia hacia la sociedad.

En el 77 el miedo de los sables hizo queSantiago Carrillo y el PCE tragaran con las imposiciones de la derecha, hoyel miedo que nos pueden meter es que a la clase trabajadora nos falte el pan,espero que en esta ocasión la historia no se repita, porque como hemoscomprobado sin lugar a dudas durante el confinamiento, la fuerza de la economíasomos nosotros los trabajadores, la economía se para si los obrerosfaltan, la correlación de fuerzas entre derecha e izquierda puede estarigualada o no, eso depende del PSOE y el resultado de las negociaciones.

Veremos como se desarrollan losacontecimientos y si los Socialistas vuelven a sus andadas, cuáles serán losmovimientos de verdaderos políticos como Iglesias y su séquito.

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