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¿Para qué sirve aprender?

11 de Junio de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Si queremos averiguar ¿Para qué sirve? antes debemos preguntarnos ¿Qué es aprender? Si entendemos que aprender es “Memorizar datos” (Para ganar en “Saber y Ganar”, por ejemplo) podemos concluir rápidamente que aprender sirve para ganar dinero. La cosa se resume fácilmente: En las escuelas y universidades te obligan a memorizar un montón de datos, y pasas el resto de tu vida, ganándote la vida con “eso” que allí te han “enseñado”.

Pero ¿no podemos entender también “aprender” como “eso” que transforma al niño en adulto? Si entendemos el aprendizaje como una “actitud tendente a la madurez psicológica”, también podemos entender que saber, de memoria, la lista de los Reyes Godos, no ayuda mucho al proceso de maduración mental.

¿Qué interés pueden tener los niños en saber los nombres de unos reyes muertos cuando ni siquiera les interesa el nombre del que vive? Se dice que “los niños son esponjas” pero ¿No es verdad que lo son solo en aquellos temas que les interesan? El interés, la curiosidad, es la clave. Ellos suelen centrarse en un tema hasta que averiguan lo que da de sí el tema; entonces puede que lo dejen y sigan con otro. Cuando mi hijo era pequeño, mostró mucho interés por el dibujo y la pintura. Yo iba proveyéndolo de lápices y blocs, de pinceles y lienzos. Aprendió a dibujar al carboncillo, a pintar a la acuarela y al óleo. Ganó un concurso e, inexplicablemente, lo dejó. ¿Inexplicablemente? Entonces no supe entender que, simplemente, se apasionó por la pintura, hasta que obtuvo suficiente información para concluir que la pintura no era “la pasión de su vida”. (Hoy se dedica a la música pero también ha dibujado la portada del disco que ha grabado). 

Todos los maestros saben que, cuando enseñan algo que interesa a los alumnos, el éxito está asegurado porque “se vuelven esponjas”. ¿Por qué aprenden tan rápidamente idiomas sino porque, lo que más les interesa, es poder comunicarse con el prójimo para obtener información? ¿Por qué preguntan tanto? Pero ¿Qué ocurre cuando el tema no les interesa, cuando les toca aprender de memoria la lista de los Reyes Godos? (O cualquier otra lista). ¿No ven los maestros, cada día, sus caras de hastío? ¿Acaso hay alguien que considere que “memorizar” es una actividad apasionante? ¿Qué hacen los maestros ante la falta de interés de los alumnos? Utilizar el terror, dejarles bien claro que el examen, y por tanto su futuro, depende de que sepa, de memoria, un montón de datos. ¿No es así como los niños dejan de gozar y empiezan a sufrir? ¡La letra con sangre entra!

Los seres humanos somos creativos por naturaleza. Somos “hijos de Dios”, estamos hechos “a su semejanza”, compartimos “su genética”. Dios es creación continua, es el mismo proceso creativo, es el propio “crear”. Cuando el ser humano es creativo se identifica con Dios, se siente Dios y, por tanto, no piensa en ser “otra cosa” distinta de lo que es. Cuando es repetitivo se identifica con el infierno, con el sufrimiento, y es entonces cuando desea ser “otra cosa” (Lo que desea, en realidad, es dejar de sufrir).

Cuando un niño juega, es Dios, y jugando aprende a seguir siéndolo pero, en la escuela, lo fuerzan a memorizar, a repetir, a “machacarse el cerebro”, a sufrir. La escuela es una institución cuyo fin es forzar a memorizar datos, interrumpiendo el proceso natural de maduración psicológica. La escuela sirve para ganarse la vida pero no por lo que allí enseñan sino por el titulo que no te darán si no memorizas lo que los docentes te indiquen, sin cuestionarlo. ¡Ya se encargan ellos mismo de dejarte bien claro que, sin título, no podrás ser otra cosa que barrendero! Allí no enseñan a ser fuerte para afrontar los vaivenes de la vida, no enseñan a ser independiente, suficiente, libre. ¡Al contrario, enseñan a obedecer sin rechistar, a someterse a los caprichos de “la autoridad”! La escuela parte del principio de que, para vivir en este mundo, hay que esforzarse, hay que sufrir. No es raro pues que la mayoría de los que allí han ido, deseen ser “otra cosa, en otra vida”. 

Cuando un niño cambia el juego (que siempre es creativo) por la memorización, por la repetición (Que, obviamente, nunca lo es), interrumpe la evolución natural; boicotea “eso” que, de manera natural, transforma a un niño en adulto, valiéndose de su curiosidad. Bien se puede decir pues que sufre cierto “retraso mental” pues un individuo que cambia el gozo por el sufrimiento ¿No podemos llamarlo “retrasado mental” o “psicópata”? ¿Qué son esos que llamamos “eternos adolescentes” sino retrasados? ¿Qué es un psicópata sino alguien que ha llegado a “aprender” que sufrir es bueno? Y si es bueno para él ¿Cómo no lo va a ser para el resto?

Memoriza ahora, esfuérzate, quédate en el aula, y cuando por fin suene la sirena y puedas salir, vete directo a tu habitación, y sigue memorizando. Si te aplicas lo suficiente, algún día podrás ganar “Saber y ganar” pero ten presente que saber, de memoria, la lista de los Reyes Godos (O cualquier otra lista) no te inmuniza frente a la depresión. La depresión no es más que el efecto natural de sustituir un sistema de vida basado en gozar-creando por otro que se basa en sufrir-repitiendo. ¡Es por eso que los docentes son el colectivo laboral que cuenta con más deprimidos!

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