Acaban de publicarse las estadísticas del paro en los EEUU y, no es sorpresa, resulta que ha subido, con lo que se demuestra que las primeras medidas de Trump han sido no solo nefastas en lo estratégico sino también en lo económico. En lo estratégico ha echado a India en brazos de los Brics liderados por China y Rusia, lo que ha llevado a la Sra. Kallas, nuestra Mme PESC, a dudar de que estos dos países fueran aliados en la II Guerra Mundial y de que ambos contribuyeran a la derrota del nazismo. Increíble pero cierto. La manifestación se ha hecho en el Instituto de Seguridad de la UE.
Tampoco se entiende el despliegue naval frente a las costas de Venezuela, segunda versión de la diplomacia de la cañonera, sin futuro alguno a la vista salvo ensuciar las aguas con hostilidades militares fuera de razón.
Volviendo al frente interno, el Gobierno de los EEUU toma un 10% de participación en Intel e impone a Nvidia un impuesto a la exportación, algo que solo habíamos visto en la Argentina post peronista. Lo de los aranceles sigue sin entenderse. O al menos Trump no lo entiende. No los van a pagar ni China ni las empresas importadoras sino el contribuyente americano via subida de precios e inflación-como ya se está empezando a ver. Otro tema sugestivo es su respeto por el dólar como moneda global. Trump ha amenazado con sanciones a quien intente desbancarlo de la arena internacional. Pero al tiempo que dice eso deprecia su moneda un 10% en los pasados tres meses, estrategia que busca aliviar algo el pago de la deuda-aunque eso suba los intereses de la misma. Para compensar, su Big Beautiful Bill, aumenta en 2.4 trillones la deuda en los próximos diez años al tiempo que da 9 trillones de alivio fiscal a los superricos y quita Seguridad Social a diez millones de americanos.
Su relación con Eurasia es incomprensible. Sanciona a India por negociar con Rusia pero al tiempo asegura que la guerra de Ucrania es una locura de Biden y que esa guerra con él no hubiese tenido lugar. Retira fondos a países bálticos y en general europeos, pero apoya el irredentismo azerí en lo referente a Iran y Rusia y no cesa en sus envíos de armas a Ucrania. En cuanto a lo que de verdad importa, que es China, estamos esperando a que el Sr. Trump deshoje la margarita. No sabemos lo que se propone hacer aparte de vender mucho equipo militar a Taiwan.
En fin, no es difícil hacer un diagnóstico de toda esta confusión. Es la que acompaña a un fin de Reino. No equivocarse. Los EEUU son el 25% de la economía mundial y su poder blando es inconmensurable. Es lógico que aspire a la hegemonía global. Pero al tiempo, las cosas no son ya como en 1945. En aquellos años mágicos, los EEUU eran el 50% del PIB mundial y hoy solo el 25%. En la ONU solo había noventa estados, hoy 190. África no existía, Asia tampoco, India no contaba y China se desangraba en hambrunas. En cuanto a Rusia, en su encarnación URSS, era enemiga existencial frente a una Europa arruinada. Resultaba lógico que la proyección norteamericana en Eurasia fuese militar. De ahí una OTAN defensiva.
Esto ya no es así. Pero la resistencia de los USA a admitirlo es homérica. Ni lo entiende ni parece querer entenderlo. El Foreign Affairs del 23 de Abril del 2024 se alarmaba al constatar la identidad de principios entre China, Rusia y Corea del Norte para cambiar el orden mundial basado en reglas. En fin: no ha habido manera de que se aumente la cuota de China en el FMI, hoy igual a la de Japon como tampoco se aumentó la cuota de Beijing en el Banco Mundial, lo que llevó a la creación del Banco de Infraestructuras del Pacífico. Ahora es la OCS la que va a abrir un nuevo Banco de Desarrollo asiático, según acaba de anunciarse en Tianjin. En un orden mas general, los EEUU hace por lo menos una generación que no ratifican nada de nada. Es decir, que frente a un mundo irreconocible, la respuesta no es crear instituciones que canalicen las tensiones sino eliminarlas para proceder según “reglas”, sinónimo de santa voluntad unilateral. A ello le sigue una incomprensible parálisis estratégica cuyo mejor ejemplo es el Ártico. La doctrina tradicional anglosajona es que esa parte del mundo es un vasto océano de hielo sin interés. Y en eso sigue. Desafortunadamente para ellos no es algo que compartan sus enemigos estratégicos, Rusia y China. Rusia tiene 40 rompehielos, de ellos siete nucleares y los EEUU, uno. En cuanto a China, acaba de iniciar el convoy del Ártico. Pasar del Mediterráneo a Shanghai por el Gran Norte es un 40% mas barato que por Suez.
El modo de arreglar ese desconcierto geoestratégico no puede ser ni quitarle Groenlandia a Dinamarca ni invadir Canada, arbitrios trumpianos para intentar arreglar un desaguisado que lleva años produciéndose. En cuanto a los modos morales, es irritante el que los EEUU quieran pasar por el chico bueno de la película. Extraer a los talibanes de Arabia Saudi radicalizó a Pakistan e hizo imposible la victoria en Afganistan, a pesar de cinco millones de desplazados-sin contar el descalabro del 9/11. La invasión de Irak fue un error estratégico y humanitario indescriptible, como lo está siendo el apoyarse en un islamista que apenas esta Navidad se hizo filmar jugando al fútbol con las cabezas de los cristianos que acababa de decapitar. Me refiero al nuevo líder de Siria, Al Jolani. Netanyahu está en busca y captura internacional y tras la caída de Libia, que nosotros provocamos, se ha extendido un terrorismo islamista que va de Atlántico a Indico. En cuanto a Ucrania, ha caido en atentado uno de los padres del Maidan, Andrej Parubi. El victimario es un padre deseoso de vengar la muerte de su hijo en el frente de Bajmut, donde el mando aseguraba estaba vivo para seguir cobrando la soldada. Por cierto que la víctima, Andrej Parubi, se ha presentado en la prensa occidental como una mezcla de Jefferson y Madre Teresa de Calcuta. La realidad es que tanto él como su compañero Oleg Tiajnibok, fueron los creadores del Partido Nacional Socialista ucraniano, convenientemente rebautizado Svoboda así como del Batallón Azov, que hasta la guerra no podía postear en Facebook por ser grupo de odio como el Ku Klux Kan. Fue Parubi quien amenazó a Zelenski con colgarle de un árbol de la Avenida Kresiatyk si procedía con su plan de traer la paz como lo había prometido, así como el fautor del crimen del Maidan que costó la vida a unos cien ucranianos y puso a gente como el a cargo de la Ucrania que se había comprometido a ser neutral y no nuclear. Por supuesto nada de eso se transmite en nuestra prensa generalista a pesar de que es conocido y ampliamente citado en literatura científica, (profesores van Jackson, (Wellington) y Glen Diesen (Sur Noruega) Esta desinformación de manual es obra de Zinc Network, empresa pagada íntegramente por los gobiernos inglés y norteamericano y que en teoría se ocupa de luchar contra la desinformación rusa. Leído en términos de Orwell, verdad es mentira, mentira es verdad, Zinc desinforma abiertamente. Lo último en la materia es hilarante. Resulta que los rusos hackearon el GPS de von der Layen. Se me escapa la razón pues tan alta funcionaria tiene el Norte perdido hace ya mucho tiempo. En fin, que se presenta a Putin como una especie de Doctor No sin temor al ridículo-se ve que es dinero público el que paga todas esas bobadas. En cuanto a Europa, se incorpora a la ceremonia de la confusión con lo de la coalición de los dispuestos, siendo así que es ilusorio pensar en desplegar tropas en Ucrania sin el apoyo USA, apoyo que no ya Trump sino el mismo Biden desestimó por imposible. Mientras Occidente se consume en estas contradicciones y locuras, y quizás por ello, Rusia sigue avanzando en el Doneskt y la AfD en Alemania.