Antonio Aguado Sánchez

Pasividad e hipocresía con la absorción de Bankia por la Caixa

19 de Mayo de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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foto caixa bank bankia

Ya que no se hizo con anterioridad, pero hasta cumplimentarse todos los tramites y requisitos necesarios para ser absorbida Bankia por la Caixa, pasó un tiempo lo suficientemente extenso, como para que esa medida tan arbitraria y regresiva, se paralizara y no se hiciera realidad, mediante la conversión de Bankia en la que como contribuyentes habíamos invertido 40.000 millones de euros, en una banca pública que nos evitara seguir padeciendo las arbitrariedades y abusos de la banca privada.

Era previsible lo que viene ocurriendo, desde que se produjo la nefasta referida absorción de Bankia por la Caixa: el cierre de 1534 oficinas y la reestructuración de la plantilla con el despido de 8.291 trabajadores, más el escandaloso aumento de sueldos de sus directivos. 

En pleno proceso de la absorción, el ministro Alberto Garzón únicamente se limitó a reivindicar la devolución del dinero invertido (en su momento sólo  devolvieron 3.500 millones a las arcas del Estado) y que todavía disponía Bankia de nuestra aportación contributiva. Esa postura con sus correspondientes declaraciones, las hizo para quedar bien ante la galería, pero la realidad es que al respecto jugo un papel muy pasivo, lo mismo que el resto de componentes del gobierno en su caso de Unidas Podemos, incluyendo el propio hasta ese entonces vicepresidente Pablo Iglesias.

Pasividad también la han demostrado los trabajadores de éstas dos referidas entidades bancarias, pues era de suponer lo que a muchos de ellos les iba a ocurrir y, tenían que en su momento haber manifestado su rechazo y recabar el apoyo de la sociedad. Ahora es tarde para poderse revertir el daño ocasionado.

Con toda probabilidad la ministra de Economía Nadia Calviño, con el beneplácito del presidente del Gobierno Pedro Sánchez y de común acuerdo con las empresas del Ibex 35, habrá estado en ésta indeseable operación, pero muy hipócritamente se manifestó en contra del indecente aumento de sueldo de los dirigentes de la actual CaixaBank.

Sus declaraciones fueron ostentosamente divulgadas por los medios informativos, seguramente lo hicieron intencionadamente y de forma premeditada, sabiendo de la impunidad que les favorece, incluida la social por la falta de respuesta de la ciudadanía, debido a  ejercer el control de la información a través de sus empresas de comunicación, pertenecientes al mencionado Ibex 35, a las que a algunas de ellas suelen recalar por mediación de las “puertas giratorias”, políticos como la referida ministra Nadia Calviño.

¡Cuanta impotencia ante éste sistema tan injusto!. Pero por supuesto, para quienes están al frente o participan del mismo, “España es una democracia plena”.

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