El patriotismo español, incluido el catalán, tiene al parecer un hondo amor por Suiza. Basta ver a un individuo con una banderita en la pulsera, dándose golpes en el pecho, proclamando su amor a la patria, para tener una razonable certeza de que el elemento posee una cuenta en Suiza. Y si tiene el pelo engominado entonces seguramente tenga dos o más.Desde luego, dudo mucho de que algún día nos enteremos de verdad de la Lista Falciani, pero por lo que sabemos por otros medios nos podemos hacer una idea del tipo de gente que aparece en la misma. Así, tenemos a la familia Botín, a Bárcenas and cia, a Granados, y seguramente también, por lo publicado, a algún Pujol. Es por eso, por lo que debemos recordar, en un ejercicio de memoria más que sano, a otros patriotas de otros países que también tenían querencia por Suiza. De esta manera, podemos enumerar a Ferdinand Marcos, déspota de las Filipinas, que tenía entre mil y mil quinientos millones de dólares de los años ochenta guardados en cuarenta y ocho bancos suizos o a la dinastía Duvalier de Haití. También podemos ver a Mobutu Sese Seko, dictador del Congo, famoso por moverse alegremente por Suiza con su escolta de Mercedes blindados y que tenía a principios de los noventa entre cuatro y cinco mil millones de dólares. Por su parte, el dictador de Malí, Moussa Traoré, tenía mil y pico millones en el país helvético. Los milicos argentinos de la Dictadura, según cuenta Galeano, también llevaron su dinerito a Suiza, así como la familia Salinas de Méjico. Como se ve, la creme de la creme. Y esto por lo que se ha podido saber a posteriori a través de la prensa y de los propios gobiernos. Porque la realidad supera cualquier ficción y supone una minúscula punta del iceberg. Lo mejor de cada casa ejerce su amor por Suiza sin duda. Y ha llegado el momento de dejarse de tonterías y pagar ese amor con la cárcelHa llegado pues la hora de dejarse de una vez y para siempre de amnistías, ha llegado el momento de dejar meridianamente claro, por mucho que el IBEX y sus voceros a sueldo pongan el grito en el cielo y el boicot en el suelo, que aquí el que la hace la paga, de que evadir dinero y ejercer el fraude fiscal sólo tienen un camino: estar entre rejas. No es ciencia ficción. Es posible. Si se quiere, se puede. Sólo tenemos que querer de verdad.
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